Las divas no van al infierno Capítulo 21: Tu cuerpo




Cuando comenzó el programa del miércoles, el ambiente estaba enrarecido en la zona de trabajo; como nunca, las chicas pusieron el máximo esfuerzo en todo el proceso de producción del espectáculo, y se pudo notar un afán de colaboración mutua, incluso entre las que habían tenido algún tipo de desencuentro anterior. Esto era porque al haber salido por lesión una de las competidoras, todas sabían que existía una enorme posibilidad de que integraran a una nueva, alguien quizás del proceso de selección inicial que estuvo a punto de ingresar y, por ende, una competidora fresca y que habría tenido tiempo de observarlas a todas.
Por supuesto, nadie dijo una palabra al respecto.
Cuando comenzó el programa, Aaron Love esperó a que pasara la intro del programa y en seguida entró en el escenario; después de su trabajada expresión de congoja por la salida de la anterior participante, ahora se mostraba chispeante y alegre.

—Y comenzamos con el programa de hoy amigas y amigos; como saben a través de la transmisión on line y nuestras redes sociales, sufrimos el abandono por lesión de una de nuestras queridas participantes.

Querida no era la palabra que Charlene tenía en mente; se dijo que ya que estaba adoptando el modo de heroína, tal vez podría ir a visitarla y llevarle uno de esos arreglos de flores o una canasta de panecillos para quedar como la competidora perfecta. Las redes harían el resto, y solo tendría que averiguar un poco de ella para hacer como que le interesaba.

—Sin embargo –estaba diciendo el conductor—, el programa debe seguir adelante y no podemos detenernos. La producción del programa pensó muy arduamente en todo esto, y llegaron a la conclusión de que sería muy inapropiado incorporar a una chica que viniera de fuera, porque tendría a su haber un factor de ventaja – desventaja sobre las otras, siempre hemos planteado que en este espacio son ustedes quienes deciden.

Valeria estaba tranquila esa jornada; durante la mañana había hablado con Jorge, y él dejó un poco de lado su mal humor, dándose tiempo a escucharla; aún cuando ella no le había dicho nada sobre el chantaje, de momento le causaba alegría saber que él no se había alejado del todo. Pero al escuchar la forma en que Love se expresaba, se inquietó un poco; sintió que él iba a anunciar algo, y que en realidad entraría una nueva competidora.

—Así que hemos revisado las estadísticas de nuestras redes sociales, porque como siempre, la decisión la tienen ustedes; de acuerdo con estas mediciones, hemos llegado a una conclusión, y quiero que vean por sí mismos el resultado de todo esto ¡Vamos a verlo!

Se retiró del escenario, y en seguida este se oscureció. Una luz azul bajó desde el techo, y una mujer cubierta por una capa y con antifaz y peluca de colores pastel caminó hasta el frente.

¿Ya la había llevado al programa? Márgara se dijo que eso estaba muy mal, porque si iba a haber una nueva, lo lógico era que llegara al final, no intentando robarse el protagonismo.

El público aplaudió; comenzó a sonar la música, y varios bailarines en bañador y con el cuerpo manchado de purpurina aparecieron haciendo complicadas piruetas, mientras ella permanecía en el centro, inmóvil e inalcanzable.

Lisandra apenas estaba poniendo atención; en ese momento estaba pensando en todos los métodos posibles para resaltar más, y mientras tomaba nota mental de cada cosa que se le ocurría, se dijo que esa semana de ninguna manera iba a estar cerca de la eliminación; su etapa de perdedora había terminado para siempre.

La voz sintetizada de la mujer no permitía identificar de quién se trataba, pero se escuchó fuerte y claro decir las palabras correctas mientras un bailarín adicional aparecía en el escenario.
El hombre llevaba un diminuto y ajustado bañador color piel, que creaba la ilusión de completa desnudez; se quedó al centro del escenario, simplemente de pie, en actitud relajada y de entrega mientras los otros formaban un semi círculo tras él, cada uno con un bote de purpurina de distintos colores.

—No necesito saber tu nombre ni dónde has estado –dijo ella con una voz sensual y determinada—, no necesitas hablar ni decirme nada, solo es importante estar aquí.

Los acordes rítmicos y los pulsos de estilo electrónico siguieron por todo el lugar, mientras ella caminaba hacia uno de los bailarines y tomaba un puñado de purpurina; ese era su día, su presentación, su todo.

—Todo lo que quiero hacer es amar tu cuerpo.

Sus palabras vinieron al son de la música, al tiempo que arrojaba la purpurina contra el torso de él; mientras le decía que esa noche sería su noche de suerte, tomó otro color, siguiendo poco a poco con ese espectáculo de polvo de color y luces vibrantes, convirtiéndolo a él en una estatua viviente, un cuerpo colorido sin facciones propias, solo un elemento superfluo y divertido.
Unos momentos después se quitó la capa, revelando un vestido ajustado, multicolor como la peluca, y junto a los otros bailarines hizo algunos pasos de baile, justo antes que todo terminara y el escenario se llenara de luz.

—Una presentación impactante, sugerente y llena de ritmo –dijo el conductor del programa mientras ingresaba al escenario y los bailarines salían_, estoy seguro de que todos en sus casas estarán ansiosos por saber quién se integra a la competencia.

La chica caminó hacia él, y mientras lo hacía se quitó la peluca y el antifaz. En la zona de trabajo, Charlene tuvo que hacer un gran esfuerzo para que no se notara lo sorprendida que estaba.

—Así es damas y caballeros –decía Love—. Tengo el agrado de informar que quien se reintegró al programa es Nubia.

La chica lucía radiante, con el cabello de un tono un poco más oscuro que antes, cercano al color miel con muchos reflejos, y un maquillaje colorido que destacaba sus ojos.

—Seguramente todos se están preguntando cómo es que pasó esto. Pues se los explicaré mientras en pantalla podrán ver el detalle de lo que les estoy contando; la producción revisó las estadísticas, vale decir la cantidad de veces que fueron mencionadas usando el hashtag correspondiente, las dos eliminadas del programa hasta ahora: Carol y tú, y concluyeron que la más solicitada eres tú, de modo que eso te ha dado la posibilidad de volver y ocupar el puesto que por desgracia ha tenido que dejar Ivonne. Por favor, un aplauso para nuestra bella Nubia.

El público aplaudió; en tanto, las chicas en la zona de trabajo estaban lo bastante sorprendidas como para dejar lo que estaban haciendo; se trataba de una situación que ninguna esperaba.

—Nubia, es un placer tenerte de vuelta –continuó el conductor_. Cuéntanos cómo te sientes.
—Muy contenta y agradecida –replicó ella—. Durante estos días recibí mucho cariño del público en las redes sociales y esta oportunidad la veo como un regalo de todos ustedes.
—Así es _concluyó él_, y para todos nosotros es una alegría también tenerte de vuelta. Un aplauso nuevamente y ve por favor a la zona de trabajo, para que te reúnas con tus compañeras y puedas prepararte, porque estás en igualdad de condiciones y eso significa que debes hacer una presentación hoy con la luz como concepto central al igual que las demás chicas. Pero antes, regálame un segundo para que el jurado nos ilumine con su punto de vista.

La luz enfocó a Jaim, quien asintió con elegancia.

—Jaim, como todos saben, eres el maestro de pasarela ¿Qué te parece la reincorporación de Nubia al programa?
—Es una gran oportunidad, sin duda –comentó él—, por supuesto, tiene un punto a favor porque ha tenido unos días para descansar, pero al mismo tiempo ha perdido el ritmo.
—¿Qué consejo le darías?
—Que use sus mejores tacones y camine con la frente en alto para enfrentar este desafío.

Aaron Love sabía que las otras debían estar echando chispas; por el audio le dijeron que hiciera una pregunta más.

—Muchas gracias Jaim. Vicenta ¿Qué consejo le darías a Nubia?

Que se cuidara del veneno de víbora, fue lo primero que pensó ella, pero no lo dijo.

—Le diría que tendrá que trabajar el doble o el triple para recuperar el terreno perdido, y que de seguro esta oportunidad no se repetirá.
—Así es, gracias Vicenta. Y ahora Nubia, el tiempo corre, y ustedes en sus casas, no pierdan detalle porque el programa de hoy será infartante.

En la sala de dirección, Sandra estaba viendo en la tablet esa parte del programa; la medida dispuesta de incorporar a Nubia al principio del programa había resultado en sintonía, lo que le daba a ella un gran punto a favor porque fue su idea hacerlo. Las estadísticas al momento indicaban que el regreso de esa chica y las caras de sorpresa de las otras vendían bastante, pero además reforzaba la idea del apoyo de la transmisión por la red antes del inicio del programa como una fuente de interés para el público seguidor. Desde ese momento en adelante no importaba mucho si la chica seguía en el programa o la volvían a sacar, porque su cometido ya era una realidad.

—Sigan menos a Nubia, enfócate en Alma y en Márgara.

Kevin había guardado silencio mientras el circo romano se llevaba a cabo; se trataba de un acto tan humano y básico que resultaba divertido que nadie en realidad sospechara. A fin de cuentas, lo que causaba las explosiones de rating y las discusiones en las redes era el morbo de ver cómo se sacaban el cabello a jalones con tal de ganar; era una arena de combate, y cada elemento estaba programado para enaltecer más al público.
Se había puesto de pie mientras Sandra daba instrucciones, y miró en el móvil un mensaje que le llegó y que nadie debía ver salvo él.

—Ya estoy en mi casa.
—Perfecto –escribió en respuesta–. Lo hiciste muy bien.
—Lo sé, pagaste muy bien por esta actuación.
—Sí, solo asegúrate de sostenerla; tienes que seguir fingiendo que todo es real.
—Tranquilo, nadie sabrá la verdad.

Guardó el móvil en el bolsillo; Ivonne había hecho una actuación perfecta, el resto era solo pagar médicos y exámenes para que esa farsa pudiera ser una realidad sólida. Se trataba de un secreto absoluto, algo que incluso Sandra no sospechaba ¿Por qué hacerlo? Porque podía.

2


Algunos minutos después, Sandra había trasladado algunos deberes para estar disponible en caso de algún informe sorpresa; la idea de reintegrar a Nubia había sido suya, y Kevin estuvo de acuerdo en ello gracias al respaldo de las redes sociales. En esos momentos era importante marcar un punto de inflexión para todas, porque hacía que se sintieran inseguras ante el futuro; una lesión era algo imprevisible, pero si en el futuro volvía a pasar, cada una de ellas sabría por anticipado que alguna de las eliminadas podría volver.
Descansada, recargada y dispuesta a vengarse, muy probablemente.
Nubia era una víctima y desde ahora, seguramente pasaría uno o dos programas en la cima de las votaciones, para luego empezar a caer por su falta de experiencia como artista en general y como persona en particular; tal como ella lo tenía previsto, Lisandra estaba convirtiéndose más rápido de lo que parecía en una loba, lo que de seguro pondría los ojos del público en ella y prendería todas las alertas en las otras.
La noticia de Nubia terminaría por ser una anécdota, y cuando volviera a ser eliminada, realmente a nadie le importaría.
Ya era el momento de empezar a utilizar a Valeria para cumplir sus planes; después de haber arreglado que recibiera los tratamientos de belleza que necesitaba para aparentar que era joven, sabía que estaba en su poder y que tendría que hacer todo lo que fuera necesario.
Era importante comenzar a sabotear las presentaciones de las otras, desde detalles muy pequeños, para poder influir en las opiniones del público real; si bien Kevin podía decidir en cualquier momento quién sería eliminada, él tendría que acatar las decisiones que fueran demasiado evidentes por parte del público o que reflejaran detalles reales de las presentaciones. No tenía un pelo de tonto, y no podía dejar que alguien sospechara de la manipulación de las votaciones.
En ese momento recibió una llamada; era el contacto que coordinaba la información que recibían los bailarines.

—¿Qué sucede? –preguntó con voz desprovista de emoción.
—La madre de Marina tiene que someterse a una cirugía mañana; ella no se lo ha dicho a nadie.

Un drama personal; la forma de manejarlo sería hacer que el conductor del programa citara algún comentario fraterno de las redes sociales para tocar esa fibra.

—¿Alguna novedad de ese caso especial?
—Un poco, está muy protegida _explicó el hombre del otro lado de la conexión—. Todo indica que está trabajando con alguien, pero todavía no lo dice.
—¿Y cuál es la noticia?
—Que está colaborando con un hogar de menores –apuntó él—, aparentemente lo tiene como una carta bajo la manga, pero no parece tener pensado usarlo todavía.

La productora se detuvo y tomó la tableta, para revisar en el apartado de videos algunos que había separado por ser curiosos. El momento en que Lisandra tuvo un ataque de histeria y atacó a Charlene era interesante, porque por el contrario de lo que parecía de forma común, ella no tuvo una reacción agresiva, sino que se las dio de mártir; en un momento en particular ella hacía como que iba a hablar de alguien o explicar esa ridícula presentación que parecía de día de los enamorados en versión pobre. Entonces se trataba de eso, ya tenía planeado mostrar en algún momento esa faceta de benefactora del pueblo para sensibilizar a la gente; para haber ingresado casi por accidente al programa, estaba muy bien preparada.
¿Un asistente?
Quizás el asunto de fondo era que no estaba sola en eso, y tenía a alguien entendido en televisión y espectáculo dando las ideas para mantenerse vigente. Pues bien, quizás ella podía ayudarla a subir tan solo un poco, y usarla como un arma para desequilibrar a las otras; si eso la ayudaba a llegar más lejos o no, no era realmente importante.

—Bien, dile a Nigel que haga todo lo posible por averiguar acerca de eso.
—Como digas —respondió Alberto del otro lado de la conexión—, lo que tú digas.
—Y una cosa más: ahora que Nubia volvió, dile a Nick que retome los planes. Eso es todo por ahora, sigan trabajando bien.

Alberto finalizó la llamada y dejó el móvil a un costado; en ese momento estaba en una sesión de masaje, disfrutando del aroma de los óleos y la excelente mano de su masajista de siempre.

—¿Cómo sientes la espalda? —preguntó el experimentado hombre.
—Como si fuera de algodón —replicó el joven, volteándose boca arriba—. deshiciste esos nudos sin dificultad, eres el mejor.

El fornido masajista continuó con el tren inferior, empezando por flectar su pierna izquierda.

—Ops, eso dolió.
—Parece que aumentaste el peso en el gimnasio ¿No es así? —comentó el otro—. Te he dicho que debes ir poco a poco.
—Lo sé, lo sé, es sólo que es como si fuera una droga, ya sabes, pero sin los efectos secundarios de inyectarse cosas; me veo en el espejo, comparo con los resultados del mes pasado, y es como si la adrenalina subiera por un cable hacia arriba. Además, hay alguien que aprecia mucho mi fuerza.
—Ah, claro, esa misteriosa mujer que te usa como un juguete—observó el otro, divertido.
—Ella.
—¿Y es tan secreto, eres una especie de amante infiel?
—Nada de infidelidad. Es solo un secreto, hay asuntos de trabajo, es solo eso.

3


Después de hacer su presentación al inicio del programa, Nubia fue de inmediato a la zona de trabajo, para preparar su presentación al igual que las demás; en principio, no se sorprendió de los saludos corteses, pero para nada amistosos de las otras chicas, ya que era lo primero que se esperaba al momento de llegar.
Desde el momento de ser eliminada del programa pasó por muchas emociones; primero, la sorpresa y decepción de no haber podido avanzar más, luego una terrible sensación de tristeza y vacío, y finalmente la resignación ante lo inevitable. Había decidido volver a ver el programa para quitarse de la cabeza la persistente idea de haber fracasado, y enfocarse en analizar todo desde un punto de vista objetivo, e intentando divertirse, como si no se tratara del mismo producto que tan poco tiempo antes había sido su sueño.
No había funcionado para ella como lo esperaba, pero estaba intentando hacerlo poco a poco, hasta que recibió la llamada de la producción un par de días atrás, preguntando si estaba disponible para regresar al programa para una etapa de repechaje, o en el caso de un alargue de la emisión. Lo primero que pensó fue decir que no, que había tenido suficiente con una decepción, pero en realidad su pensamiento de fondo era otro; haber conocido el mundo del espectáculo y la televisión era una de las mejores cosas que había vivido.
Dijo que estaba disponible, y le respondieron que debía estar atenta, ya que tan pronto como recibiera una llamada, el tiempo volvería a correr para ella.
Se trataba de una propuesta sin fecha y sin un concepto claro, pero que removió todos sus sentidos; la posibilidad de volver a pisar el escenario, de crear y construir una presentación con la presión del tiempo era algo casi sublime, pero escuchar el saludo y aplauso del público era definitivamente incomparable.
Nick había mantenido contacto con ella, y ahora que estaba de regreso, sabía que en algún momento, quizás ese mismo día, volverían a encontrarse entre los pasillos y las personas trabajando a toda máquina; ansiaba volver a verlo, ahí junto con ella o a tan sólo unos pasos, pero lo que más ansiaba era saber que volverían a encontrarse en secreto, y que sería un motivo de alegría por su regreso, no un modo de estar esperando un consuelo de su parte.
Buenas cosas esperaban para ella, estaba segura de eso.


Próximo capítulo: Fuerte

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