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La otra matrix: Capítulo 15: La última batalla de Soulbreaker


Nota del autor: En este episodio los hechos ocurren de manera casi simultánea en puntos distintos, teniendo como punto en común la hora en que Unicron decide volver a ponerse en movimiento. De esta manera, los acontecimientos relatados tendrán como eje aquel suceso.


1
Cybertron. Perímetro exterior de sector autobot en las cercanías de Kalis. Nueve horas antes del ataque de Unicron.

El descenso de Soulbreaker de regreso en el planeta había sido limpio y silencioso; tal como lo anticipara Aldren, a cierta distancia de la órbita del gigante de metal pudo vislumbrar un cometa que se desplazaba en sus últimos momentos, y ajustando el vuelo a su velocidad, pudo pasar entre las filas de defensa sin mayores complicaciones. Luego, llegar a la superficie fue una experiencia extraña, pero se sorprendió al notar que no sentía añoranza: lo que sí extrañaba era La corte de los despreciados.
Desde la jornada anterior, poco antes de que le dijera a Aldren de su partida, una nueva claridad había surgido en su mente; no sólo supo lo que iba a hacer para detener a Runflight, sino que también supo que, llegado el momento, sabría en dónde se encontraría la copia de la matrix de liderazgo.
Y no se equivocó.
Una vez que pisó la superficie del planeta, algo en su interior, una fuerza inexplicable pero mucho más clara que cualquier localizador le dijo que la matrix estaba en las cercanías de Kalis; si estaba ahí, entonces alguna de las bases operativas de los autobots estaría justo en ese sitio, por lo que no sólo estaría plagado de guardias, sino que Rodimus estaría muy cerca. Lo que, desde un punto de vista práctico sería apropiado, pues el artefacto revestía una importancia enorme, por otro era un aumento exponencial del peligro, ya que lo ponía a él y a la copia de la matrix en el mismo punto de mira para el mercenario. También estaba el factor Sentinel Tau, de quien nadie sabía cuál había sido su destino, qué lamentable que un guerrero como él, que debió regresar de la muerte para mejores cosas, cayera en una trampa tan engañosa como las argucias de Runflight, y a la vez qué desgracia que él mismo no fuera sujeto de crédito como para poder confrontarlo. Decidió escabullirse por los ductos, y avanzar a partir de ahí; por suerte su descenso fue en un punto intermedio entre Iacon y Kalis, de modo que esperaba no tardar demasiado y, en cualquier caso, llegar a destino antes que el falso Tau.

2
Autopista Titanium. Ocho horas antes del ataque de Unicron.

Sentinel Tau se desplazaba a baja velocidad por uno de los carriles laterales de la autopista: resultaba increíble estar ahí, a tan sólo unos pasos de cualquiera de los autobots, y que estos reaccionaran con amabilidad y admiración hacia él. Ya había descubierto, mediante simples conversaciones, que el trabajo diplomático de Rodimus prime era el responsable de que hubiese estado desplazándose de un sitio a otro, pero gracias a la reunión programada para dentro de unas horas con el líder de los centinelas, se quedaría un tiempo en Kalis para algunas reuniones más, además de aquella que tuviera lugar con él.
Por desgracia no había podido averiguar nada con respecto a la copia de la matrix sin llamar la atención, y en sus extensas conversaciones con Tau, había logrado saber sólo algunas cosas: que la copia de la matrix se encontraba aún en estudio, en un lugar resguardado en Cybertron, y que sólo algunos de los más cercanos al líder autobot sabían de manera exacta en dónde se encontraba. Tau no era uno de ellos. Sin embargo, pudo deducir que la copia tenía que estar, por fuerza, muy cerca del líder, ya que al ser un objeto dueño de un poder tan enorme, no era confiable dejarlo lejos, en caso de que sucediera algo inesperado. Y la base autobot a la que iba a dirigirse Rodimus estaba en el perímetro de Kalis, por lo que obviamente la copia debía encontrarse ahí.

—Sentinel Tau, saludos.
—Saludos

El autobot que pasó a su lado reaccionó con la misma ignorancia que todos; resultaba muy estimulante ver la ignorancia de ellos, la forma en que pasaba frente a sus ópticos sin que lo notaran, pero a decir verdad, esa ceguera no sólo era con respecto a él, sino también con el objeto al que perseguía en esos instantes. Si bien era comprensible que quisieran estudiarla, mantener ese objeto sin usar, aunque fuese como arma contra los enemigos, resultaba de una inocencia proverbial. Y eso era uno de los principales puntos a su favor.

3
Cybertron. Base temporal del mando autobot. Cercanías de Kalis. Hora del ataque de Unicron.

—Ultramagnus, las cosas van mejorando.
—Es una alegría para todos, y se debe al trabajo que has realizado.

Rodimus y Ultramagnus estaban en una de las salas de reuniones, a la espera de la llegada de un grupo con el que iban a entrevistarse; por suerte, tras las intensas jornadas pasadas y el desplazamiento entre diferentes zonas y asteroides, Rodimus prime había conseguido establecer tratos cordiales con casi todos los grupos de autobots, y la amenaza de una revuelta social se estaba alejando. En esos momentos tenían que hablar con un grupo de técnicos que aseguraban disponer de métodos para poder analizar de manera efectiva y segura cualquier tipo de reactor de energía, y el líder sabía que esto les era sumamente importante ya que la copia de la matrix de liderazgo seguía resguardada en un sitio seguro en Cybertron, pero los análisis realizados en ella dieron resultados insatisfactorios o poco claros. Si bien sabían que la energía era de la misma frecuencia que la matrix que él llevaba en el pecho, la ausencia total de información relativa a ella y la cuestionable forma en que apareciera dejaban demasiadas dudas sin responder. De manera intempestiva, un on sin anunciarse.

—Señor, disculpe señor, acabamos de recibir una alerta.
—Dime de qué se trata Redide.
—Es Unicron señor.

Unos momentos después, ambos estaban en el puente de mando provisional, desde el que se dirigían algunas acciones de ser necesario; el reporte en la pantalla del radar era inequívoco: el gigante comeplanetas había vuelto a moverse después de meses de una expectante calma y quietud.

—Activen alerta ámbar, notifiquen que esto no es un simulacro, se trata de un peligro real.
—Los primeros datos indican que podría estar avanzando hacia aquí.
—Siempre fue su objetivo, no es de extrañar. Ultramagnus, te pido que te hagas cargo de las tropas y organizar los puntos de evacuación y defensa.
—Desde luego Rodimus.
—También es necesario activar la defensa de La muralla autobot. ¿Dónde está Sentinel Tau?

4
Espacio exterior. Diecinueve horas antes del ataque de Unicron.

—Entiendo lo que dijiste antes sobre apoyar a Soulbreaker en la decisión que tomó. Me costó pero lo entendí y lo acepté, pero no puedo creer que no vayamos a hacer nada.
—La corte no puede intervenir.

Heavythread estaba alarmándose de nuevo.

— ¡Por favor Aldren! Tenemos que hacer algo; además, cada minuto que pasa cuenta, le dimos a Soulbreaker el mejor propulsor que tenemos, mientras hablamos está viajando solo hacia Cybertron.

Aldren replicó con voz calmada.

—La corte no puede intervenir en eso; en primer lugar el asteroide es demasiado grande como para pasar inadvertido en las cercanías de este planeta, además, es cierto lo que él dijo con respecto a que las piezas están empezando a moverse en este tablero. Si la corte llegara a intervenir en lo que va a pasar, sucederían muchas muertes, tanto de cibertronianos como de nosotros.
—Pero…
—Haremos por Soulbreaker lo que podemos hacer por él: darle tiempo.

Hevythread no supo cómo interpretar esas palabras durante unos momentos. Aldren activó uno de los comunicadores hacia el puente de la nave.

—Atento, la nave debe estar por llegar.

5
Cercanías de Kalis. Una hora antes del ataque de Unicron.

El cerco de seguridad era muy estrecho, y Soulbreaker se vio obligado a desplazarse por los ductos de ventilación en techos y subsuelos para no llamar la atención de nadie. Estaba en la senda correcta, a muy poca distancia de la copia de la matrix, y de seguro, también muy cerca de Rodimus y Sentinel Tau. En un principio le preocupó que la posibilidad de haber llegado tarde se hubiera hecho una realidad, pero al escuchar una conversación entre dos autobots, pudo sentirse algo más tranquilo.

»Rodimus ha avisado su llegada dentro de menos de una hora.»
» ¿Dio alguna instrucción en particular?»
»No, sólo que hay que conducir al grupo de visitantes encabezados por Leister de inmediato a la sala de mando establecida, y luego a Sentinel Tau.»
»Está bien, notificaré que vienen en camino para que todo esté preparado.»

Runflight había tenido el descaro de concertar una cita con Rodimus, para poder disponer de la posibilidad a sus anchas de exterminarlo para siempre y quedarse con la matrix original y su copia. Entonces, sólo tenía que encontrar la ruta por la que el falso centinela iba a llegar a su cita, e intervenir.

6
Espacio exterior. Cinco horas antes del ataque de Unicron.

La nave en la que estaban viajando era un monomotor de alas afiladas, cabina extendida al frente y alerones diseñados para la velocidad. A bordo del veloz vehículo iba Chainrack pilotando, Underslow, Aldren y Heavythread como pasajeros.

— ¿De dónde sacaron esta nave?
—La robamos, obviamente —dijo Chainrack sin alterarse—, pero no me culpes, fue La dama azul quien nos envió.

Es decir que ella estaba llevando a cabo esos planes desde antes que Soulbreaker les dijera lo que pretendía hacer. Underslow había estado muy recluido desde la muerte de su hermano, de ahí que a él no le resultara llamativo no haberlo visto las dos jornadas anteriores.

—Espera un momento ¿cómo…?
—No, no lo sabía con exactitud —replicó ella como leyendo su mente—. La verdad es que puse en práctica varias opciones, por eso es que cambié de nuevo el curso de La corte.
—A mí sólo me interesa que nos demos prisa, y que podamos destruir algo.

La personalidad de Underslow estaba cambiando, o pasaba por un estado de shock muy fuerte tras la muerte de su hermano. La rabia en sus palabras interrumpió la conversación de los otros y centró en él la atención.

—Underslow, no vamos a una guerra.
—El plan es crear una llamada de atención, un foco de distracción para que Soulbreaker pueda hacer lo suyo —corrigió enérgicamente—. La mejor forma de hacerlo es provocar problemas a gran escala.

Heavythread miró a Aldren, pero ella no se veía preocupada por la actitud del otro.

—Podrás destruir algo grande y sacar la rabia que te está corriendo por los circuitos, te lo aseguro —explicó con calma—, sólo debes recordar que nadie debe resultar herido, al menos no por nuestra causa.
—Lo sé.





7

Instalaciones en Kalis. Dos horas antes del ataque de Unicron.

Runflight había aprovechado su llegada anticipada para pasear con toda tranquilidad por los alrededores, y no le costó obtener algunas impresiones acerca del sitio en el que se encontraba; los guardias apostados a las afueras de la sencilla pero protegida edificación al sur evidenciaban que se trataba del lugar al que se dirigiría en poco tiempo para la reunión con Rodimus, pero también tenía una segunda entrada, vigilada por supuesto, en el extremo opuesto: tras unos minutos de observación, vio a un grupo reducido de autobots entrando con contenedores en su poder y con eso tuvo la confirmación de que se trataba del laboratorio en donde se realizaban los estudios de la copia de la matrix.

—Qué gran error amigos —murmuró para sí—, que hayan dejado algunas copuertas sin asegurar aquí en el suelo.

Se escabulló por un pasillo y luego abrió una compuerta en el suelo; por suerte los ductos de esa zona eran como callejuelas, a través de las cuales podría deambular sin complicaciones. ¡Y no tenían cámaras de vigilancia! Pensándolo bien, los decepticons tampoco tenían cámaras de resguardo en las zonas que les pertenecían, lo que significaba que existía una estupidez común a la raza. Siguiendo el mapa mental que había elaborado de las cercanías, tan sólo le tomaría algunos minutos llegar hasta la zona bajo el laboratorio, y después el trabajo estaría en sus manos.

8
Cercanías de Kalis. Dos horas antes del ataque de Unicron.

Soulbreaker había considerado distintos puntos de evaluación del terreno una vez que pudo entrar en la edificación que albergaba la sala de reuniones donde Rodimus se encontraría con el falso Tau, pero cuando ya pensaba haber tomado la decisión correcta, por su mente pasó una nueva e inquietante idea: Runflight, más aún con su nueva apariencia, era muy grande para poder pasar por los ductos del techo sin llamar la atención, sin embargo, al tratarse de una construcción de diseño antiguo, las calles inferiores construidas para que los técnicos trabajen, eran lo suficientemente espaciosas como para que alguien de su tamaño pudiese pasar.

—Rayos.

No había pensado en esa posibilidad, y considerando el poco tiempo del que disponía, estaba obligado a actuar con rapidez, no quedaría tiempo para segundas oportunidades. Espiando a través de hendijas en los techos, pudo establecer un mapa mental de la edificación e incluso vislumbró, de un lado del edificio, la sala de reuniones, y al extremo opuesto, una zona nueva a la que no pudo acceder; por más que intentó encontrar nuevas rutas subiendo y bajando por las escalerillas y dando giros a los recovecos, no encontró compuertas que traspasar, lo que significaba que la matrix estaba efectivamente ahí, pero protegida por una nueva muralla que bloqueara la percepción de cualquier tipo de radar. Pero él sí que la sentía.

—Está cerca.

De pronto tuvo la certeza que Rubnflight estaba también en las inmediaciones, ostentando su máscara y teniendo la posibilidad de ir de un lado al otro sin preocuparse de la vigilancia. Pero eso no aseguraba que pudiera acceder a la copia de la matrix.

—Canal auxiliar 36-R, bajo.

Comprobó un canal a través del cual descender a las calles inferiores, mientras pensaba en la situación que estaba pasando. Si confiaba en la cautela de los autobots, que hasta ese momento habían dejado la copia de la matrix bajo resguardo y sin acceder a ella más que para hacer estudios, eso quería decir que Sentinel Tau no podría llegar hasta la puerta del laboratorio y pedir permiso para entrar, y si en sus planes estaba apropiarse de la copia y utilizarla, no podía asesinar a nadie, al menos no todavía. No, Runflight estaba utilizando su máscara para llegar lo más lejos posible sin tener que luchar, para aumentar lo máximo posible las posibilidades y disminuir los riesgos.  Después de unos momentos llegó hasta las espaciosas calles inferiores de Kalis, ubicadas justo debajo del suelo por el que pasaban las calles y entradas de edificaciones, y bastante por encima de otros ductos dedicados a tareas más pesadas. Entonces vio una compuerta que conducía a los subsuelos inmediatamente inferiores, y contando la escasa distancia que lo separaba del laboratorio amurallado, supo que ese sería el punto preciso para detener al mercenario.

9
Tarn. Laboratorio de Shockwave. Tres horas antes del ataque de Unicron.

Shockwave había estado analizando todas las posibilidades que existían con respecto a la importante información que Arciagan y Spektre le entregaran con anterioridad. La conclusión a la que llegó en ese momento fue, de manera inequívoca, la misma a la que había llegado en primer momento. Accionó un comunicador independiente a los que tenía en su laboratorio.

—Ya pueden partir.
—Entendido.

El trabajo para reunir el material necesario no había sido complejo pero había requerido mucho cuidado y dedicación, ya que era primordial que la información no saliera de entre él y los dos encargados de cumplirla. Los drones que los acompañaron en la salida eran de sencilla fabricación, y parte de un grupo más grande del que disponía para cualquier eventualidad; hasta el momento la pareja de traidores se habían comportado de manera excelente, pero las probabilidades de que volvieran de la misión por decisión propia eran muy reducidas. De cualquier manera, si se iban, disminuían el riesgo de ataques por la espalda, y en un ambiente convulsionado como ese, lo mejor era mantenerlos alejados, quién sabe si con un viaje fuera de la órbita de Cybertron todo se volvía mucho más oscuro y peligroso para ellos.

—Computadora, aumenta el espectro de escáner fuera del plantea, quiero un informe detallado.

10
Perímetro de Cybertron, sobre Iacon. Momentos antes del ataque de Unicron.

Aldren no pudo evitar sentir un estremecimiento al ver a la distancia la urbe mecánica de Iacon, aunque se trataba más bien del asombro por su formidable construcción que por algún tipo de nostalgia, de la que, por suerte, estaba curada.

—Ya nos detectaron, vienen cazas tras nosotros.
—Esto se va a poner muy bueno.

El monomotor aumentó la velocidad al descender en los cielos del planeta, ignorando las alertas de identificarse y detenerse, y evadiendo a los primeros cazas autobot que intentaban darles alcance; Aldren supo de inmediato que las cosas estaban mal.

—Elévate más.
— ¿Qué? Hace un momento dijiste que podíamos acercarnos a esa torre azul que está en línea recta, no tenemos tiempo para arrepentimientos.
— ¡Haz lo que te digo!

Chainrack obedeció y jaló del control, haciendo que la nave se elevara con fuerza hacia el cielo, perseguida por tres aéreos; al estar en una posición más ventajosa, la líder del grupo pudo ver con claridad cómo un enjambre de drones se acercaba a una velocidad alarmante hacia ellos.

— ¡Inicia un descenso en espiral, cambio de planes!

Chainrack obedeció y soltó el timón lo suficiente para que se precipitaran al suelo, pasando como una bala entre los enemigos; esta acción permitió que los aéreos advirtieran del peligro, y, uno de ellos, se despegara del grupo para dar la alarma.

—No entiendo lo que pasa.
—Los cons han decidido romper la tregua justo ahora —exclamó ella con fuerza—. Y lo hicieron en el peor momento.
—A menos que sepan algo que nosotros no.

Eso era una posibilidad.

—Heavythread, interfiere el rango de comunicaciones de los bots.
—Entendido.
—Chainrack, vuela bajo y evita que nos alcancen. Underslow, ve al puesto de disparo y destruye lo que sea que no cause muertes.
—Entendido.

En cosa de momentos, el bajo cielo de Cybertron se estaba convirtiendo en un incipiente campo de batalla, con el enjambre expandiéndose en todas direcciones y las torretas de los edificios apareciendo, dispuestas a atacar. Aldren estaba al borde del desfallecimiento, escuchando tantas voces y viendo tantas cosas al mismo tiempo, como un bombardeo incesante a sus sentidos; a cada milisegundo estaba descubriendo y redescubriendo imágenes, como si miles de fotogramas pasaran a alta velocidad sin que pudiera evitarlo. Quería gritarles que se detuvieran, que la dejaran en paz, pero estaba obligada a mantener un aspecto de tranquilidad, sobre todo con el máximo peligro que estaba a punto de desatarse. Y, así fue como, según una espantosa visión, en una de las torres más altas a la que se dirigían, se activó la señal ámbar, y por los parlantes de alto poder se anunció el ataque de Unicron. No era un simulacro.



11
Subterráneos de Kalis. Momentos antes del ataque de Unicron.
Runflight, habiendo adoptado la forma robótica de Sentinel Tau, se escabulló por un pasillo inferior, teniendo muy claro en su mente que al fin había llegado al puto deseado; la construcción en esa zona evidenciaba haber sido realizada de manera reciente, nada más que murallas fuertes y gruesas con revestimientos de aislante de alta densidad, enfocadas a evitar que alguien pudiera rastrear la fuente de energía oculta en el interior. Se acercó a uno de los laterales, y encontró un panel que sería posible de retirar con poco esfuerzo y un mínimo de ruido, pero cuando se disponía a remover una sección iicial, un disparo lo derribó.

—Rayos.

Se puso de pie rápido y miró en todas direcciones, pero el francotirador había desaparecido o estaba muy bien mimetizado. Sin perder el control de sí mismo, pero consciente de lo crucial que era evitar un nuevo ataque, hizo un barrido de abajo a arriba, pero antes de llegar al techo, un nuevo disparo impactó en su cuerpo, junto con una detonación.
Soulbreaker había aprovechado la única oportunidad de la que disponía en esos momentos, y usando el rifle, asestó un tiro en el cuello y un segundo en el torso, ninguno de ellos capaz de acabar con su rival, pero suficientes para detonar la carga explosiva artesanal y hacer un forado en el suelo. Runflight cayó a peso muerto, y no tuvo tiempo para transformarse porque las cargas secundarias hicieron explosión al contacto con su cuerpo, y lo arrojaron con más fuerza hacia abajo.

—Es hora de terminar con esto.

Empuñando firmemente la espada en la izquierda y el rifle en la derecha, Soulbreaker bajó por el humeante agujero dispuesto a no dejarse sorprender; varios metros más abajo, se encontró con la figura de Sentinel Tau, levantándose con apenas unos cuantos rasguños provocados por los disparos y la caída, no confundido ni aturdido, sino riendo, satisfecho.

—De alguna manera siempre supe que nos volveríamos a encontrar; algunos de ustedes son tan predecibles que casi da tristeza.
—No te dejaré ganar —replicó Soulbreaker con valentía.

El otro se dispuso a pelear a mano desnuda.


—No pudiste evitar venir aquí, la chispa en tu interior te fuerza a hacerlo ¿verdad?

Soulbreaker no se dejó intimidar por la afirmación.

—Tampoco tú lo pudiste evitar, estás ciego por las ansias de poder.
—Tu sentido de la justicia es tu mayor debilidad.
—Tu exceso de confianza en ti mismo es la tuya —replicó Soulbreaker apuntando con el rifle—, no vas a quedarte con la matrix, ni cumplirás tus deseos.

Hizo un disparo con la máxima potencia, pero el otro lo esquivó y, dando un salto increíblemente ágil para su tamaño, se abalanzó sobre él; decidido a no retroceder, el autobot hizo un nuevo disparo y cambió a la espada. Con un golpe certero impactó en el brazo, pero el rival fue más astuto y sujetó la hoja con la palma, tomando el control y arrojándolo contra una pared; el enfrentamiento se convirtió en una escaramuza, donde cada patada o puñetazo era bloqueado con más o menos habilidad por uno u otro, y en donde el más fuerte era quien llevaba el disfraz de centinela. Sin embargo, Soulbreaker hizo gala de una agilidad sorprendente, y logró liberarse, impulsarse en una pared y contraatacar, dando un corte profundo en una de las placas protectoras del brazo derecho de su oponente; sin dejar tiempo para pensar, usó el poder que le quedaba al rifle para disparar, y le arrojó a su enemigo algunas cargas explosivas que tenía reservadas. Durante un eterno segundo, todo fue el sonido de la explosión y el humo, pero el enemigo surgió casi intacto, a toda velocidad y disparando con una de sus pistolas.

— ¡Este juego se va a terminar!

Runflight hizo una ráfaga de disparos que impactó parcialmente en Soulbreaker, pero le dio tiempo suficiente para alcanzarlo; guardando la pistola y usando sólo las manos, el gran guerrero sujetó la espada y quebró la hoja, mientras con una pierna asestaba un golpe directo al torso.

— ¡Vienes a tratar de detenerme!

Soulbreaker hizo un intento por alejarse, pero el otro lo tomó por un brazo, y usando el propio peso de su cuerpo lo arrojó contra una muralla; con las armas destruidas y sin más cargas explosivas en su favor, Soulbreaker vio sobre él al titán decidido a destruirlo, y tomando una vara de metal, parte de la estructura que caía a pedazos por los diversos impactos, se enfrentó a él usándola como una lanza.

—Tú y una vara de metal contra mí, que tengo mi poder y además el de un centinela. ¡No me hagas reír!
—No te dejaré conseguir tus objetivos.
— ¡Tú no puedes detenerme! —gritó el otro—. He luchado en mil batallas, he extinguido cientos de chispas ¿acaso vas a ser tú el que me derrote?

Runflight golpeó sin piedad a Soulbreaker una vez más; este hizo un esfuerzo por contraatacar, pero la fuerza de su rival era incontrarrestable. Con un golpe certero al pecho, el mercenario lo arrojó contra una pared; sí, por supuesto que estaba disfrutando de esa situación. El valeroso guerrero hizo todo cuanto pudo por ganar, pero la notable fuerza y capacidad de su rival terminaron por derribarlo, la vara reducida a un trozo de metal, los golpes habiendo trizado el fuselaje del cuerpo en incontables zonas; aún así no se rindió e hizo un esfuerzo por volver a atacar, aunque fue nuevamente detenido por su enemigo. Con la decisión de terminar con el enfrentamiento en ese mismo instante y poder terminar con su trabajo, Runflight se tomó un instante para transformarse, y regresar a su forma original, con la que se sentía más cómodo para lo que pretendía. Con un golpe aplastó el pecho, un segundo y tercero los laterales de las piernas para inmovilizarlo, un nuevo golpe partió en dos la placa del brazo derecho, el siguiente hizo estallar una de las válvulas centrales del muslo izquierdo.

— ¿Qué es lo que crees que eres? ¿Alguna especie de héroe, el salvador de la raza? —exclamó mientras continuaba golpeándolo sin detenerse—. No eres nada más que un loco, idiota, al que desprecian hasta sus propios congéneres.

El siguiente golpe en el abdomen fue dado con tal fuerza que atravesó junto con él la pared, arrojándolo al suelo. Soulbreaker tomó con la mano izquierda la vara de metal que había caído junto con los restos de la pared, intentó alzarla para atacar o tan siquiera defenderse, pero el otro aplastó su antebrazo, imposibilitando que realizara tan siquiera esta acción. Runflight por fin lo tuvo a su merced, y apuntó directo al pecho con las dos armas.

— ¿Sabes lo maravilloso de estas armas? Que puedes programarlas para disparar a potencia máxima, no importa si se destruyen después de este disparo, porque luego de hoy tendré todas las armas del planeta a mi entera disposición. Adiós Soulbreaker, nadie te echará de menos.

Soulbreaker pudo ver la luz al momento de realizar su enemigo el anunciado y mortífero disparo; después de eso el suelo junto con él se pulverizó. Runflight observó con un sentimiento de exultante diversión cómo su rival desaparecía en un agujero a sus pies; las armas que había usado a máxima potencia emitieron un sonido característico de la destrucción de los componentes internos, pero no se preocupó por eso y las arrojó a un costado, contemplando un momento más el lugar en donde hasta un momento antes había estado su enemigo; se encontraba en un lugar cercano a los pasadizos centrales del planeta, un lugar antiguo deshabitado, y qué según se decía no había sido modificado o intervenido por nadie; ahora que tenía en su poder lo que quería, tal vez incluso podría modificar ese lugar. Cuando subió al nivel desde el que había sido derribado, escuchó los sonidos inequívocos de las alarmas, y tras un instante más de escucha, descubrió que la alerta era doble: ataque decepticon, y ataque de Unicron; el momento ideal para tomar la copia de la matrix y terminar con todo eso.



Próximo capítulo: Algo por lo que luchar


La otra matrix Capítulo 14: Tres luces, un origen



Heavythread llegó el primero al promontorio, pero se quedó inmóvil a cierta distancia. Aldren, en tanto, caminó a paso decidido, asumiendo la situación con entereza.

—Soulbreaker.
—Es extraño —reflexionó él—. La percepción que a veces tenemos de las cosas. Los días que he pasado en la corte de los despreciados no han sido muchos, pero para mí, han sido toda una vida.

Aldren supo que los distintos hechos inconexos que había estado viendo hasta entonces tenían un punto en común; siempre tuvo presente que tenía que ver con él, pero de alguna manera el silencio al respecto le había proporcionado una suerte de calma. O negación.

—Tenías razón cuando dijiste que este es el mejor lugar del universo, amigo mío.
—Soulbreaker, lo que sea que estés pensando, no lo hagas.

Al lado del robot, sobre la superficie metálica del promontorio, estaba el rifle que había usado en la batalla contra en clon de Shockwave, y la espada con la que Underslow había intentado infructuosamente destruirlo. Soulbreaker se puso de pie y los miró, su actitud no era de rabia ni temor, ni tan siquiera angustia; sólo una serena determinación.

—Toda la raza se enfrenta a un gran peligro, y las piezas en este tablero ya han empezado a moverse; pronto, no va a importar el bando al que cada uno pertenezca, o el sitio en el que habite, todos estarán en peligro.
—Soulbreaker...
—Yo sí morí en la batalla de ciudad autobot —afirmó con tranquilidad—, hasta ahora, he estado en una vida prestada.

Por fin todo tuvo sentido para él; después de todo lo que había vivido, Soulbreaker comprendió cuál era su destino.

—Escuchen, en una de las primeras clases que tuve en la academia, en mi especialización en tecnología y cableado, se me explicó algo que sería muy útil en el futuro: la energía es posible de manejar en el universo, pero aunque nos alimentemos de ella o la utilizaremos según nuestro beneficio, se trata de un tipo de forma de vida básica, pura, cuyo funcionamiento, aunque comprendamos, no podemos controlar al cien por ciento, aunque creamos que es así; si tienes una fuente de energía madre y quieres alimentar con ella tres tomas distintas de determinado nivel de carga, la fuente de origen va a proporcionarla, pero aunque la acción sea controlada y los medidores indiquen niveles milimétricamente correctos, siempre hay algo, una partícula que escapa a nuestro control y hace que la suma de las tres fuentes alimentadas sume el total de la fuente de origen, excepto por una diferencia infinitesimal, por lo tanto, si quieres devolver el total de la energía a la fuente de origen desde las tres tomas alimentadas, antes estarás obligado a agregar esa millonésima parte que en algún momento perdiste. Al final, sé que soy lo que siempre he sido, un técnico de cables que sólo quiere terminar de realizar todas las conexiones. Lo que vi en algo que interpreté como un sueño, no es más que la realidad: Runflight ha encontrado la forma de mimetizarse con Sentinel Tau, y ahora que lo ha hecho, no sólo se ha apropiado de su chispa y de su apariencia, sino que además, ha encontrado la forma perfecta de llegar hasta su objetivo primario. Pero eso tú, ya lo sabes.

Aldren no quitó la vista de él.

—No he visto algo en especial, jamás ocurre de esa manera, todo son imágenes inconexas, muchas veces sin sentido, pero...
—Pero nunca tanto como ahora —concedió el—, lo entendí cuando no pudiste anticipar la llegada del clon, pero sí los heridos o daños. Por eso volabas, porque no sabías si se iba a tratar de un accidente o un ataque; conmigo sucedió lo mismo, no puedes ver lo que va a pasar en mi ruta, porque esta vida no es la misma que antes de aquella batalla en el sistema solar. Nunca lo fue.
—Lo siento.
—No hay nada que lamentar.

Heavythread no podía aceptar aún lo que estaba sucediendo; sentía hacia Soulbreaker una conexión de amistad casi desde el momento en que lo había descubierto dentro de Helios 4, de alguna manera se había sentido identificado con su soledad y extravío, y con el tiempo había comprobado que se trataba de un ser íntegro, alguien que no tenía que entregarse a un sacrificio.

—No puedes hacerlo —exclamó suplicante—. Los Autobots tienen grandes guerreros, ellos podrían, es decir, ellos tienen que hacerse cargo.
—No se trata de eso, los autobots están pasando por un gran periodo de oscuridad, donde el panorama para ellos es confuso, y les es difícil entender lo que está sucediendo, o vislumbrar más allá de lo que los rodea, lo comprendo muy bien porque a mí también me sucedió.
—Pero eso no significa que…
—Heavythread, tú eres mi amigo, lo sé y tú debes comprender mis palabras; he visto lo que va a suceder, Runflight siempre ha ansiado el poder. Cuando nos interceptó a Ultramagnus y a mí, me atacó con un objeto cortante que de seguro era una creación suya de gran poder, y con el que consiguió absorber  una porción de la energía de la copia de la Matrix. Luego utilizó esa energía para evitar la muerte de Sentinel Tau, con lo que consiguió granjearse un acceso a las filas del bando Autobots; sin embargo, lo que en un principio parecía un plan de infiltración se convirtió más tarde en un objetivo mucho mayor para él, porque a través de su amistad con el centinela conoció de la ubicación de la copia de la Matrix, y llegó a conclusiones mucho más acertadas que cualquiera de los Autobots.
— ¿A qué te refieres?
—Wheeljack diseñó la copia de la matrix como parte de un proyecto visionario; de alguna manera él suponía que en un futuro cercano, el líder de los Autobots podría enfrentar algún tipo de peligro mortal, y quiso evitar que la matrix cayera en manos equivocadas. Si en determinado caso el líder de los Autobots fallecía, algún oficial de confianza debería tener la copia de la matrix en su poder, y activar determinado protocolo con el que la energía se transmitiría a su sucesor, evitando que algún enemigo se apropiara de un objeto de tan elevado poder; cuando se sobrevino la batalla de ciudad autobot y la posterior muerte de nuestro líder y el creador, el proyecto de la otra matrix quedó inconcluso, sólo que ocurrió un accidente que nadie habría podido prever. Por una coincidencia infinitesimal, al momento de morir Optimus, la matrix original quedó sin dueño durante una fracción de segundo, por lo que el objeto activó de manera refractaria el protocolo de salvataje de la energía, y ésta se dispuso a viajar a la velocidad de la luz hacia la copia. Cuando al final Rodimus tomó la matrix en su poder y se convirtió en el nuevo líder, el protocolo debió haberse cancelado, excepto por un detalle, y este es que en la trayectoria de la energía entre un punto y otro, se encontraba otro dispositivo capaz de almacenar un tipo de energía muy similar. Me refiero a mi propia chispa, en el momento en que morí. Desde ese momento la porción de energía que debería haber estado en la copia de la matriz quedó dividida en dos partes y tras el ataque de Runflight, en tres. Esa es la explicación de lo que ha sucedido, ese es el motivo por el cual Rodimus no se encuentra bien y el mando autobot se encuentra en peligro, así como toda la raza.
—No puede ser.
—Runflight interpretó cuál es la función de la copia de la matrix y una vez que consiguió hacerse de la total confianza de Sentinel Tau, comprendió que tendría una oportunidad única de quedarse con un poder tan grande como jamás había imaginado. El motivo de sus acciones es sencillo aunque no por eso menos aterrador: Sentinel Tau es un guerrero tan importante y posee tantas cualidades, entre ellas la fuerza, el valor y la seguridad en sí mismo, que es un candidato a ser un Prime de manera natural, lo que significa que la energía de la matrix y la matrix misma no rechazaría su cuerpo, en caso de que éste la recibiera. Ahora que Runflight se apropió del cuerpo del centinela, podría confundir incluso a ese dispositivo, es imposible que alguien descubra que se trata de otro ser; esta jornada, cuando Rodimus regrese de la misión en la que se encuentra, Runflight con su nueva apariencia solicitará una reunión privada con él, y será un momento único para sus objetivos, una situación que ni siquiera Megatron pudo lograr, asesinará a Rodimus y activará en la matrix el protocolo de transferencia de energía con lo que las otras fracciones de energía van a dirigirse hacia el dispositivo original que estará en su poder. Cuando haga eso se convertirá por defecto en un Prime genuino, y a partir de ese momento nadie podrá detenerlo. Mi destino está claro, Sentinel Tau es decir Runflight, debe morir, y tengo que ser yo quien cumpla esa misión.
—No, no tienes que hacerlo, es una locura.
—Sabes que no es así.
— ¡Por favor! De lo que estás hablando es de una misión suicida.
—Debo hacerlo.
—No, no es así —exclamó alterado—. Escucha, hiciste lo que pudiste por ellos, arriesgaste tu vida, sacrificaste lo que tenías por ellos y te trataron como si fueras un loco, te despreciaron y te internaron en una institución para enfermos mentales. No les debes nada.
—Esto no se trata de deudas, sino de hacer lo correcto.

Al fin Aldren reaccionó, e intervino con voz quebrada, apenas siendo capaz de hablar.

—Iré contigo.
—No —respondió Soulbreaker—, tu destino está aquí en la corte. Este es el camino que te eligió y es también la vida que tú elegiste, además, todos aquí te necesitan; esta vez mi camino se encuentra en Cybertron, más allá de las lunas y de la muralla, cada minuto que pasa el riesgo aumenta.

Heavythread gesticulaba ansioso por hacerlo entrar en razón de alguna manera.

—Piensa por favor, ellos nunca te creerán ¿acaso crees que puedes enfrentar a sus fuerzas de defensa o traspasar la muralla sólo con una espada o un rifle?
—La energía que me ha mantenido funcionando en el universo hasta ahora me proporcionará los medios.

Heavythread se resignó entonces a que su amigo había tomado una decisión acerca de la cual no había vuelta atrás; extrajo de uno de sus brazos un dispositivo triangular  que lucía una gema color azul traslúcido en su centro: al interior de la gema parecía haber una sustancia que se movía de manera incesante.

—Llévatela —dijo con resignación—, es el escudo invisible de Alchemist prime, con él podrás llegar hasta tu destino.

Sin embargo Soulbreaker la rechazó gentilmente.

—No debes desperdiciar un regalo tan valioso en esta ocasión.
—Pero tú lo necesitas.
—No —respondió el robot—, para conseguir mi objetivo utilizaré la energía que reside en mi interior, por primera vez entiendo que hay algo en mí que puede hacer que las cosas cambien, y lo haré enfrentando lo que sea.

Heavythread consideró que, por  un momento, Soulbreaker podría estar culpándose, pero desechó esa idea de inmediato; aunque le resultara difícil de aceptar, su amigo había alcanzado un nivel de madurez y dignidad muy superior a lo que jamás hubiese creído, y el respeto que estos valores le hicieron sentir fue suficiente para convencerlo de que se estaba haciendo lo correcto.

—No me pidas que lo acepte. No me pidas que acepte esta misión que te has autoimpuesto, porque de todas formas significa que vamos a perderte.

Soulbreaker miró un instante a cada uno de los dos.

—Nunca me perderán, siempre estaré con ustedes, porque este es mi hogar.

Aldren alzó nuevamente la voz, sabiendo  cuánto de lo que dijera causaría un impacto inevitable en el futuro; pero, de hecho, su misión en ese momento era aconsejar, o al menos, ser capaz de ayudar en todo lo que le fuera posible.

—Muy pronto, un cometa de pequeñas dimensiones pasará en órbita, cerca del planeta Cybertron. Demasiado desgastado para ser tomado en cuenta o destruido, Istal 76 será dejado pasar para que se desintegre en la barrera natural de energía que rodea al planeta, por lo que será un punto de acceso que no estará controlado.
—Te lo agradezco mucho, ya sé qué voy a hacer.

Aldren avanzó y se quedó de pie a mínima distancia de él, queriendo decirle que, en sus visiones caóticas del futuro había visto su regreso a La corte, pero la crueldad de la situación que vivían la eximía de esa posibilidad, convirtiendo a Souolbreaker como el único al que sólo podía ver con sus sensores ópticos, pero nada más.

Todos estaremos aquí, sabes que siempre en el espacio habrá un sitio en donde te esperaremos, no importa lo que suceda. La corte de los despreciados siempre te tendrá entre los tuyos.
—El sentimiento es mutuo, y será esa visión la que me dará la paz en mi viaje.

2

Cybertron. Tarn. Laboratorio de Shockwave.

Shockwave recibió la notificación de la visita que se acercaba, y dispuso que todos los decepticons que trabajaban en las cercanías se retiraran durante la entrevista; unos momentos después, Spektre y Arciagan fueron conducidos ante él por un asistente que se retiró a toda prisa. El cíclope los miraba desde detrás de su consola de control, atento, calculador, frío como siempre.

—Es interesante, a fin de realizar un análisis, que la decisión que hayan tomado sea la que, según las estadísticas, es la menos probable de tomar de acuerdo a los riesgos; pero considerando que ambos son decepticons de alto rango, inteligencia y capacidad, puedo asumir que en esta ecuación hay un factor que manejan y que yo, aún no, por lo que han llegado al convencimiento de que usarlo en un instante crítico como este es la opción menos perjudicial de todas.

Tal como Arciagan lo anticipara, todo el trayecto desde los laboratorios subterráneos de Spektre estaba vigilado por francotiradores, por lo que, si bien resultaba complejo caminar hacia la muerte, el sentimiento se había asentado en el trayecto, y eso le había devuelto algo de su frialdad al actuar.

—Estás en lo cierto; hay un factor que no sólo te afecta a ti, sino que a los planes de Galvatron, y a nuestra raza en general. Estamos aquí porque entendimos que el asunto que nos reúne es mucho más importante que lo que hayamos hecho con anterioridad.

Como era su costumbre, Shockwave no hizo apreciación alguna que demostrara si estaba o no disfrutando ese momento, pero lo que sí hacía, era calcular.

—Es difícil que un solo hecho pueda afectar a tantos factores a la vez; pero estoy dispuesto a escuchar tu planteamiento.

Arciagan decidió dar la versión resumida para poder causar más efecto.

—Existe un objeto que posee la misma frecuencia de energía que la matrix de liderazgo, y ese objeto, que puede ser un arma de enorme poder, está a punto de caer en manos del mercenario Runflight, que ha urdido un siniestro plan que permitirá que en cualquier momento se una al bando autobot con la ayuda de SEntinel Tau, el famoso y galardonado autobot salvado de la muerte. Si esa fuente de energía cae en manos de ese mercenario, la utilizará para conseguir aproximadamente lo mismo que ha ansiado Galvatron, sólo que en su visión del universo, sólo es necesario un transformer que gobierne, el resto pueden ser esclavos.

Spektre observó, no sin agrado, que Shovkwave llevó la mano a la consola y digitó en ella una serie de datos mientras escuchaba a Arciagan. Viniendo de él, eso podía considerarse preocupación.

—Runflight fue mercenario a sus órdenes, por eso es que saben tanto acerca de sus pasos; eso significa que ustedes supieron de la existencia de esa fuente de energía desde antes que él, y lo enviaron para conseguirla para su propio beneficio.
—Descubrí la frecuencia en un sondeo —concedió Spektre sin titubear—, y así fue como decidó que era prudente hacerme de ella, no tanto para usarla como para obtener beneficio de ella; Runflight es un mercenario bien reputado, sabía que era ambicioso, pero no sospeché que tuviera bajo la manga un as como la amistad con Sentinel Tau. De no existir este vínculo, él jamás podría haber llegado hasta el bando autobot, no ahora que La muralla mantiene a sus altos mandos tan bien resguardados.

Shockwave aguardó, anticipando que ellos podían tener algo más que decir. Por supuesto, para que la ifra fuera positiva en el escaso crédito que tenían, estaban obligados a ofrecer algo más que información y un alarmante número de hechos interrelacionados que los ponían en riesgo.

—Los autobots tienen en su poder esta fuente de energía, pero por algún motivo no han hecho uso de ella, y suponemos que se encuentra a resguardo en un sitio donde, eventualmente, Runflight podrá dar con ella cuando el centinela se lo permita sin sospechar de sus intenciones; es de vital importancia que se produzca un ataque que obligue al mando autobot a movilizar a sus miembros de mayor importancia e iniciar los protocolos.
—Pero tu espía en el bando autobot no puede tener tanta influencia o capacidad como para proporcionarte la información sobre el momento indicado.

La interrupción hizo efecto en ambos, tanto por lo calmada como por la deducción del espía. Sin embargo, Spektre se animó a seguir.

—No, pero sí puede proporcionarnos, al menos por una única vez, el momento preciso en que sea realice un cambio de guardia inesperado y con eso, dejarnos entrar en sus sistemas de comunicación primarios.

—Y eso te permitiría…
—Confundir a los guardianes y decirles que están bajo ataque; en circunstancias normales, un aviso como este quedaría descubierto con suma facilidad, pero si estamos presentes, podremos extender la falsa información y llevar drones con nosotros que confirmen la supuesta situación de riesgo.
—Sé que no pondrán en riesgo sus vidas en esa misión, por lo que la única opción que tendrán serán unos cuantos segundos para transmitir un mensaje falso que confirme por los intercomunicadores que se presenta un ataque, soltar drones, y bloquear las comunicaciones un momento más. Luego tendrás que escapar.
—No es ese mi objetivo primario, sino una distracción. Lo que pretendo en realidad es, dejar entre su información un archivo que revela las verdaderas intenciones de ese mercenario.
— ¿Una confesión?
—Más o menos —replicó Spektre—. La grabación del momento en que le encargué la misión de obtener esa fuente de energía, donde hay un dato valioso, respecto de la fecha.

Shockwave asintió levemente. Parecía estar complacido.


3

Espacio exterior. La muralla autobot. Al día siguiente.

La nave se acercaba a baja velocidad. Uno de los guardianes, un robot corpulento armado con un gran mazo se acercó al visitante.

—Sentinel Tau, qué alegría verte de regreso.

El otro se convirtió a robot y asintió en señal de saludo.

—Sólo fue un breve paseo, a veces me cuesta acostumbrarme a mi regreso y debo hacer algunas rondas de reconocimiento.

—Lo entiendo, señor.
— ¿Alguna novedad?
—Ninguna señor —repuso el otro—. Todo está en orden.
—Rodimus prime ya debe haber regresado de su misión más reciente.

El guardián se mostró un tanto incómodo con la pregunta; se notaba que prefería mantenerse al margen de asuntos de mucha relevancia.

—Según lo que nos informaron, sí, aunque no usó este acceso para llegar, sino otro. Había estado en una de las lunas, como sabe.
—Claro, claro. Gracias por el recibimiento, ahora debo seguir, me esperan muchas responsabilidades.
—Sí, por supuesto señor.
—Uno de estos días podemos practicar con ese mazo, estoy seguro que puedes realizar golpes sorprendentes.

El guardián se mostró sorprendido por el halago.

—Yo… hago lo mejor que puedo señor.Gracias.
—Ni lo menciones —replicó Sentinel Tau—, soy yo quien te agradece. De verdad.

Mientras hablaban, sobre ellos, a lo lejos, se dibujaba una estela, apenas visible, de un cometa que se desintegraba a poco de llegar cerca del campo energético que rodeaba el planeta. Su luz se disolvió con rapidez.



Próximo capítulo: La última batalla de Soulbreaker


La otra matrix Capítulo 13: Palabras clave



Heavythread y otros dos fueron los que resultaron más dañados durante el ataque del clon de  Shockwave, y aunque la intervención de Filence fue clave para evitar más daños, entre los que resultaron afectados por los disparos de manera directa, los que cayeron de la corte y los que recibieron daño, hubo un total de 15 heridos; sin embargo, ante la muerte de Undertow, nadie se preocupó de esos detalles, e incluso el propio Heavythread exigió que lo ayudaran a asistir a la ceremonia póstuma.
Entre los restos de la plataforma de aterrizaje, que había sido reducida casi a un tercio después del ataque, se instaló la pira funeraria, que consistía en una sencilla base triangular con postes en los extremos, los cuales generaban gravedad de bajo poder y sostenían el cuerpo levitando, mientras desde sus extremos se esparcía una solución química que junto con el fuego de la plataforma base permitiría incinerar los restos del caído robot. Aldren dijo unas breves palabras de despedida, pero viéndose superada por la emoción, guardó un respetuoso silencio, que se extendió a los demás en la corte, mientras con el viento de esa aciaga jornada se dispersaba el polvo de estrellas en el que se había convertido Undertow; después, durante ese mismo día, nada se hizo en la corte de los despreciados, y aunque muchas de las heridas eran de gravedad, nadie quiso interrumpir la ruta de partida del guerrero más valeroso del grupo, y defensor del asteroide.

—Empiecen las reparaciones más urgentes y reparen a los heridos para que podamos partir —dijo Aldren al despuntar el día siguiente—, aún estamos en riesgo en este planeta y debemos alejarnos.

Las labores en la corte se retomaron con una aparente normalidad, pero la líder notaba el temor, cansancio y por sobre todo la tristeza que inundaba a todos: hacía muchísimo tiempo que no perdían a uno de ellos y la experiencia era muy dura de enfrentar, sin embargo en su interior sabía que estaba obligada a animar al resto y empujarlos a seguir adelante, o de lo contrario el sacrificio de Undertow sería en vano.


2


Cybertron. Laboratorios subterráneos en Tarn. Mientras tanto.

Al comenzar la siguiente jornada, Spektre salió de sus aposentos y entró precipitadamente en los de Arciagan.

— ¿Qué sucede? —dijo ella sorprendida de verlo actuar de esa manera— ¿Hay noticias sobre Runflight?


Spektre, por primera vez en mucho tiempo, estaba angustiado por algo; es más, incluso podía reconocerse a sí mismo estar asustado.

—Nuestros planes de ayudar a los Autobots para detener a Runflight van a tener que quedar en el olvido —replicó ásperamente—, hemos cometido un grave error.

Arciagan hizo a un lado el escáner que registrada de manera diaria el funcionamiento de su cuerpo y enfrentó a su compañero.

—El Clon de Shockwave.

Spektre le enseñó una tableta en donde figuraba un mensaje codificado: el remitente era el mismísimo cíclope, y luego de ingresar unos códigos, la información quedó legible para ambos. El texto era breve, sencillo en contenido, pero poderoso por su significado.

“Acabo de recibir la señal remota de la desactivación que ordené tiempo atrás del clon”

Arciagan volvió a leer el mensaje; recordaba a la perfección que cuando sustrajeron el clon, realizaron la desmantelación de este y un escaneo profundo de las partes, con el fin de evitar cualquier tipo de dispositivo de rastreo que delatara su nueva ubicación, y aquella revisión había terminado con éxito.

— ¿Cómo? —dudó un instante antes de continuar hablando— ¿Cómo puede haberlo sabido?
—Lo revisamos antes de realizar todas las mejoras —replicó él—, y siempre estuvimos tan seguros de haberlo hecho bien que no realizamos una revisión posterior, es decir antes de enviarlo a esa misión de prueba.

Es decir, pensó Arciagan, que las noticias eran malas por partida doble. El Clon no sólo había fallado en su misión de destruir a Aldren, sino que ese fracaso los había delatado antes del cíclope; sin embargo la gran pregunta era por qué les enviaba un aviso en vez de llamarlos ante su presencia o enviar a alguien a destruirlos.

—Entonces él siempre supo que el clon no fue destruido —concluyó ella—, sólo dejó que pasara el tiempo hasta descubrir quién se encontraba detrás de todo esto, y cuáles eran sus objetivos.
—Sus cálculos son brillantes como siempre —replicó Spektre en voz baja—, y nos deja a nosotros en una situación difícil y comprometida, ahora él sabe que estamos entre la espada y la pared ¿qué es lo que vamos a hacer? ¿iremos ante él a entregarnos, le diremos que el clon fue usado para una causa que era conveniente para él, jugándonos la vida en que nos crea, quizás nos quedaremos aquí haciendo como que no ocurre nada, quizás intentaremos escapar?

Mientras hablamos, pensó ella, puede haber una escuadra de elite esperando a que salgamos de este sector, las comunicaciones pueden estar intervenidas o simplemente puede haber ordenado que se corte el suministro de energía a esta zona y se bloqueen de manera permanente todos los accesos; siempre nos sentimos seguros en los subterráneos, y ahora es como si hubiéramos cavado en ellos una tumba.

—No podemos quedarnos sin reaccionar, es imperativo que tomemos una decisión.
— ¿Qué sugieres?
—Jugarnos el todo por el todo por el plan original. Si saber qué es lo que pretende Runflight no nos ayuda, entonces nada lo hará.

3

Los siguientes dos días en la corte de los despreciados fueron de bastante trabajo para todos; alejados del ambiente festivo y cómodo que había conocido antes, las acciones de todos estuvieron principalmente definidas por Aldren, quien manejó todo presencialmente y consiguió que, al segundo día, ya estuvieran fuera de la órbita del planeta que tan malos momentos les había traído.

— ¿Dónde está Soulbreaker?
—En el promontorio.

Heavythread había estado muy silencioso durante esos dos días, procurando ayudar en todo lo posible tan pronto estuvo recuperado de las heridas de batalla. Esa jornada, Aldren se había quedado sola en el puente por decisión propia y el tanque entró sin pedir permiso.

— ¿Aún piensas ir por la amatista estelar?

Aldren giró en su asiento y lo miró.

— ¿Por qué me estás preguntando eso?
—Para que alguien hable de algo —replicó él con simpleza—. Me estoy volviendo loco con este silencio; Usleazy aún no se recupera del trauma del ataque, y aunque estuviera bien, el bar seguiría vacío, nadie habla con nadie, parecemos esclavos dentro de este lugar y no porque tú nos des órdenes, sino porque todos están muy afectados.

Aldren sabía que los ánimos estaban mal, pero su propio estado le impedía salir del ensimismamiento.

—No es primera vez que pasamos por esto, cuando murieron Starheil y Mirr también estuvimos bastante mal.
—Lo sé, es sólo que a veces me pregunto si estas cosas no pueden terminar por quebrarnos.

No hablaban muy a menudo de las cosas que tenían relación con las aptitudes especiales de los dos, pero ella supo que se trataba justo de eso, en ese momento.

—No habrías podido hacer nada.
—Mi escudo pudo haber hecho la diferencia.
—O podrías haber muerto junto con él —replicó ella con firmeza—. Escucha, me siento tan mal como tú por la muerte de Undertow, pero a él es a quien le debemos volver a animarnos, ayudar a los más débiles de la corte y recuperar nuestro humor.

Se hizo un largo silencio entre ambos. Al final, Heavythread tomó la decisión de preguntar algo que había estado en su mente desde la jornada del ataque.

— ¿También te sientes frustrada por no haber podido hacer más?

Aldren no respondió de inmediato; se quedó mirando cómo Filence entraba en el puente de mando a paso lento.

—Filence ¿ocurre algo?

El robot asintió, pero en vez de mantenerse en silencio como era su costumbre, alzó la voz, un sonido calmo y medido que contrarrestaba la ansiedad de él y la angustia de ella.

—Todos te necesitan. También él.
—Lo sé.

Heavythread se interpuso entre ambos.

— ¿De qué están hablando, qué no me has dicho?

Desde que descubriera la forma de utilizar su capacidad de ver algo del inmenso mar del futuro, Aldren jamás se había sentido, a la vez, tan segura y tan atemorizada por algo de lo que no tenía certeza ninguna. Pero Filence, el silencioso y al tiempo sabio robot tenía razón.

—Esta falta de certeza es lo que me está matando.
—Pero en este asteroide, tú eres la luz que nos ilumina. Aconseja a tu propia voz interior, de la misma manera que lo has hecho con nosotros durante todo este tiempo.

Heavythread sintió que se quedaba sin soporte; Aldren no podía ver, estaba ciega con respecto a algo, a alguien en particular. No se trataba de lo que no querían decirle, sino de lo que no podían.

—Dime que no es cierto. Dime que no es por el mismo motivo que él…



4

Espacio. Asteroide mecánico. Mientras tanto.

Sentinel Tau siguió la misma ruta que la vez anterior, volando a baja velocidad mientras ubicaba en el asteroide la misma zona donde descendiera la vez anterior, aunque en esta ocasión lo hizo de manera independiente y sin seguir instrucciones. Unos instantes después, cambió a modo robot y se internó en el mismo sitio que antecedía a la construcción en donde alojaba quél al que iba a buscar.

—Runflight.

No escuchó voces ni sonidos, y ante eso, tomó la decisión de entrar en el lugar; estaba desocupado.

—Qué extraño.

Sólo faltaban dos días para que la reunión con Rodimus tuviera lugar, de modo que ya era momento de reunirse con el mercenario retirado y viajar hacia Cybertron, traspasar junto a él LA muralla autobot y entrevistarse con el líder; estaba seguro que, bajo su supervisión y el beneplácito del comandante supremo de los autobots, Runflight se convertiría en un estandarte de la redención, y en un futuro no muy lejano, incluso luchar junto a él en contra del asedio de los decepticons.

—Sentinel Tau.

La voz lo sorprendió, y giró hacia el umbral de la puerta de entrada; Runflight aparecía allí en forma de un lobo, mirándolo con destellantes ojos escarlata.

—Qué tal.

El otro no dijo nada, sólo cambió a robot y se le acercó.

—Me extrañó no verte al llegar.
—Perdí un poco la noción del tiempo —explicó el mercenario saludando—. Me dediqué a recorrer por última vez el asteroide; mal que mal, ha sido mi hogar hasta ahora, y no volveré otra vez.

Dio unos cuantos pasos y regresó hacia la puerta, haciendo un gesto a su interlocutor de que lo acompañara.

—No tienes que ser tan drástico —dijo Sentinel Tau con tacto—, no es necesario que te despidas de todo para siempre.

Juntos caminaron hacia un costado de la construcción, donde una serie de artefactos de fabricación propia lucían amontonados, aparentemente sin uso.

—Sí, es necesario, por completo —explicó Runflight—. A partir de hoy, ya no seré más el que se conoció, comenzaré una nueva etapa y quiero dejar todo atrás, necesito que todo esto —señaló de manera amplia el entorno—, sea parte del pasado.

Sentinel Tau lo observaba en silencio mientras se explayaba, y se convencía cada vez más de que sus decisiones al respecto habían sido las correctas.

—Reconozco que pensé, durante estos días, que podías arrepentirte de ir de cuerpo presente ante el líder autobot.

El otro se detuvo ante el montón de artefactos.

— ¿Arrepentirme? Esa idea jamás pasó por mi mente.

Eso hizo que se sintiera confundido. No era lo mismo que le dijera la vez anterior.

—No entiendo, me dijiste que tenías dudas acerca de revelar tu paradero o enfrentarte a los autobots.
—Desde luego, no sería sensato de mi parte hacer algo como eso, pero dijiste que tenías concertada una cita con el líder. Dijiste que contigo harían una excepción.
—Sí.
—Dijiste que podrías entrevistarte con él, que eras casi su mayor oficial, el más confiable.

Las palabras de Runflight denotaban cierta ansiedad, pero Tau no podía identificar a qué se debía.

—No puedo pasar por la burocracia —contestó sin saber hacia qué punto se dirigía en esa parte de la conversación, que a la vez parecía repetirse, y ser una nueva, con otro sentido—. Por eso es que te ofrecí mi compañía.
—Por eso es que nunca dudé —reflexionó el otro— De alguna manera, siempre supe que salvarte la vida sería útil, pero tengo que reconocer…
— ¿Qué quieres decir con…?
—…que nunca pensé…que tanto…

Mientras hablaban, y Tau trataba de descifrar las confusas palabras de su interlocutor, este se había ubicado, de manera estratégica, entre él y el armatoste. Con un movimiento rápido y muy fuerte, empujó al autobot hacia el amasijo de metales, que tan sólo al contacto con su cuerpo, demostró su verdadera naturaleza.

— ¿Qué significa esto?

Por instinto, Sentinel Tau intentó activar los cañones, pero lo que en apariencia era un montón de chatarra, era un sistema de tentáculos roba energía, que con una tecnología inspirada en la principal característica de los insecticons, funcionaban como sanguijuelas que se adherían y chupaban la energía de cualquier ser robótico, usando ese mismo flujo para hacerse más fuertes.

—Libérame, ¡Runflight!

El mercenario contempló a cierta distancia la macabra escena, donde el amasijo de metales envolvía el cuerpo del centinela, mientras este luchaba infructuosamente por liberarse; de haber reaccionado al momento de recibir el empujón, habría tenido una oportunidad de liberarse, pero la había perdido, por creer.

—No te alarmes, esa cosa no va a matarte.

Sin esperar más, disparó un láser al punto central de la sanguijuela energética, con lo que la desactivó; Sentinel Tau se liberó con un esfuerzo tremendo, pero sólo alcanzó a dar dos pasos antes de caer de espalda, exhausto.

— ¿Qué…qué sucede?
—Sucede —explicó el otro inclinándose sobre él—, que dejar de trabajar me dio mucho tiempo para fabricar esa cosa que consiguió inmovilizarte; debe sentirse terrible volver a caer en un estado como este.
— ¿Por qué…?
—Porque en el bando autobot hay algo que tú, Ultramagnus y un sucio loco encontraron, trasladaron y protegieron sin apreciar su inestimable poder.
— ¿De qué estás hablando?

Runflight soltó el arma; no la necesitaba en ese momento.

De la copia de la matrix de liderazgo autobot. Y ahora que tú has caído ante mí, al fin podré traspasar la Muralla sin interrupciones.

Sentinel Tau comprendió con horror que los planes de Runflight jamás habían contemplado dejar de ser quien era. Pero sí pretendía llegar hasta Rodimus. Tenía que detenerlo.

—Aunque me mates, no podrás llegar sin mí.
—No seré yo quien vaya hasta ese lugar —replicó el mercenario, con voz alegre—. ¿Por qué me pondría en riesgo a mí mismo, cuando puedo ir, disfrazado de ti?

Sentinel Tau levantó un brazo, tratando de llegar al otro que aún lo miraba con atención, inclinado sobre él.

—No los engañarás.

Runflight soltó una risa malévola.

—Claro que van a caer ante el engaño, porque no usaré un simple holograma o un disfraz. Iré hasta el centro mismo del bando autobot, convertido en ti.

El centinela sintió una punzada de terror.

—No…
—Sí —corrigió el mercenario—. Sí, y mil veces sí. Mi objetivo siempre fue el mismo, pasar al siguiente nivel, fusionando tu coraza con la mía, y ahora que he depurado la técnica, solo necesito un ingrediente más: tu chispa.

Sentinel Tau se aferró al otro, intentando extraer de sí mismo una energía que lo había abandonado por causa de la sanguijuela.

—Yo… yo confié en ti…
—Y eso —dijo el mercenario, exultante—, es algo que jamás dejaré de agradecer.
— ¡¡Noooo!!

Con un movimiento certero, Runflight clavó su mano, como una garra, en el pecho del autobot, activando a la vez el comando de conversión múltiple que había modificado durante el último tiempo; la chispa del centinela estalló en mil colores, entre un desgarrador grito de horror del caído, y la risa eufórica del mercenario, que mientras su enemigo caía, adoptaba su apariencia por completo, hasta convertirse en él.




Próximo capítulo: Tres luces, un origen

La otra matrix Capítulo 11: Navegando hacia el hielo



La corte de los despreciados. Tres días  después

La voz se escuchaba clara, y con ese ligero tono metalizado tan característico de él.

—Mañana haré las pruebas finales, tenemos que poner el dispositivo en funcionamiento.
— ¿Ya se lo contaste a Optimus?
—Desde luego —dijo la voz—, él fue quien me autorizó a fabricar la copia de la matrix.
—Pero él no sabe de los inconvenientes que has presentado con los diagramas de flujo.
—Lo sé.
—Hasta ahora te ayudado a mantener a máximo resguardo la copia de la matrix, pero sabes que es peligroso mantenerla en ciudad autobot, podrían atacarnos en cualquier momento.
—Lo sé, ya veremos mañana si encontramos una forma de hacer que funcione.

»Recuperando funciones. Modo operativo»

Soulbreaker recuperó la consciencia después de una noche de recarga; en la corte había tenido que acostumbrarse el sistema lumínico interno para medir los días y las jornadas: en eso habían copiado el sistema de Cybertron, con días de 30 horas, siete de ellas dedicadas a la recarga de energía.
La vida en la corte se había vuelto interesante, entretenida y novedosa desde el primer día; tal como Aldren lo había indicado, no existían normas rígidas ni funciones preestablecidas, aunque eso generaba un orden de todas maneras, una especie de orden libre.
Le fue asignado un aposento en uno de los pasillos intermedios, y en vista de que había ayudado con la reparación del reactor central del asteroide, le obsequiaron un set completo de herramientas para que pudiese utilizarlas. Se levantó de la camilla de recarga donde reposaba en las noches y contempló el espacioso aposento a su alrededor: en un rincón estaba el aparador con sus herramientas, de las cuales varias las había adoptado para poder guardarlas en las placas de sus brazos y tener las más indispensables siempre a la mano; también se encontraban todos los objetos de cuidado personal y era una rutina interesante comenzar realizando el escaneo físico para descubrir cualquier falla. En comparación con Cybertron, en donde este proceso era automático en cada habitación, en este lugar resultaba mucho más agradable hacer algo por su propia cuenta.

¿Acaso era esa la voz de Wheeljack?
En todo ese tiempo no había vuelto a recordar con tanta claridad los hechos sucedidos antes de su supuesta muerte, pero al pensarlo bien se convenció de que sólo se trataba de un recuerdo alojado en el fondo de su memoria, y que volvía a aparecer ahora que se encontraba en una situación de calma.

—Hola cariño
—Hola Usleazy.

Se encontró con Usleazy al salir de su aposento y está lo saludó con su habitual alegría; sin duda lo mejor de estar en la corte era ser parte del mismo panorama que los otros y no llamar la atención en absoluto. Los últimos tres días habían sido totalmente tranquilos mientras el asteroide continuaba la nueva ruta definida por Aldren, rumbo a un planeta rico en recursos naturales y minerales de los cuales nutrirse, mientras pasaba el período en que el arrecife espacial habría terminado el proceso de maduración y sería posible acceder a la amatista estelar que necesitaban.

— ¿Qué es lo que haces ahí tan tranquilo? Ven a ayudarme.

Heavythread apareció por un pasillo lateral y le hizo gestos para que lo acompañara.

— ¿Qué sucede, por qué estás operativo tan temprano?
—Lo que sucede es que Aldren ya está aburrida y comenzó a repartir órdenes por todas partes, llegaremos a nuestro destino en menos de 2 horas y todos los que podamos, tenemos que estar listos para ayudar a recoger energía y recursos.

Entraron en un salón en dónde Soulbreaker vio una serie de contenedores esparcidos.

—Ah, entonces quieres que te ayude a ordenar esto.
—Por supuesto ¿qué esperabas? Por cierto ¿revisaste la cantidad de cableado que hay en la bodega?
—No.
—Eso pensé. ¿no se te ha ocurrido que en el planeta al que nos dirigimos puedes obtener materia prima?

Ambos empezaron a ordenar los contenedores, Soulbreaker más animado ante la perspectiva de obtener algo que necesitaba para poder desarrollar sus labores.

—Pensé que Alfan había dicho que faltaban 6 horas para llegar.
—Al parecer navegamos y ligero, Alfan estuvo recalculando todos sus números y dijo que faltaban dos horas, lo cual al Relámpago azul le pareció perfecto.

No había visto salir a Alfan de su aposento y según Heavythread nunca lo hacía; la suya era una habitación grande llena de pantallas, tabletas y teclados, en donde él estaba haciendo de manera frenética y constante cálculos de todo tipo. Casi no hablaba y parecía entender todo de un modo casi subliminal, pero lo cierto es que sus cálculos eran virtualmente perfectos en la medida que recibiera información concreta: no podía calcular cuál era la distancia hasta el infinito, pero sí le decías cuánto tiempo y a qué velocidad te habías tardado en llegar hasta el extremo de un sistema podría calcular no sólo la distancia, sino también cuál habría sido la ruta más apropiada; sus cálculos eran de vital importancia dentro del funcionamiento de la corte.

— ¿Sabes lo que haré cuando bajemos a la superficie de este planeta…?

Soulbreaker no alcanzó a terminar la frase cuando una sacudida violenta y repentina lo arrojó contra una muralla.

— ¡Rayos, que fue eso! —dijo Heavythread sujetándose de la plataforma donde estaban apilando los .

Una nueva sacudida, más fuerte que la anterior arrojó a ambos al suelo al mismo tiempo que en el techo se encendían las luces color ámbar de alarma.

—No puede, ser parece que estamos bajo ataque.

Ambos dejaron lo que estaban haciendo, se pusieron de pie y corrieron fuera de la bodega en dirección al puente de mando. A los que vieron al pasar estaban saliendo de sus aposentos, confundidos o directamente asustados.
La líder de la corte, como de costumbre más preparada que el resto, llegó unos momentos antes y de un salto se ubicó frente al mesón de mando de la nave.

— ¿Qué es lo que está sucediendo, quién nos ataca?

El Transformer que estaba haciendo la guardia volteó hacia ella indicando la gran pantalla al frente con una mano y la pantalla de su Mesón con la otra.

—Acabo de transferir la captura de las cámaras externas: es una llamarada estelar.

Soulbreaker sintió que se le congelaba la energía en el cuerpo.

—Lo estoy viendo, dime qué es lo que lo provoca.
—Estoy actualizando la información del radar ahora mismo —dijo otro ubicándose en su posición—, todo es muy confuso, pero al parecer un asteroide grande ha chocado con una de las lunas de este planeta.

Un tercer transformer, que llegó tan apresurado como los otros, mostraba un brazo desprovisto de fuselaje, seguramente porque estaba haciendo mantención de rutina cuando se dio la alarma.

—Las lunas de ese planeta son como diminutas estrellas ¡el fuego se propaga!

Planetas como ese tenían satélites cargados de energía residual, lo que ayudaba a la iluminación de la superficie y estimulaba el crecimiento de diversas formas de energía, pero en caso de que un asteroide lo suficientemente grande se estrellara con el satélite, se producía una explosión que arrojaba oleadas de fuego desde la órbita del planeta hacia el exterior. Soulbreaker incluso recordaba que en alguna batalla antigua relatada en La Academia, un general había causado un accidente similar para proteger el planeta en el que se encontraba, de una serie de cruceros espaciales; si los datos de Alfan eran correctos, y Hevythread aseguraba que siempre lo eran, cualquiera podía concluir que estaban tan solo a un tiro de bala de las llamaradas, y además en línea directa con el planeta.

—Dirijan toda la energía hacia los propulsores del asteroide —dijo la líder—, tenemos que aprovechar la distancia para poder alejarnos del planeta y evitar que la ola de fuego nos afecte. Dame imágenes laterales, necesito imágenes superiores e inferiores.

Los aludidos comenzaron a realizar sus labores de manera inmediata, y la gran pantalla central del puente de mando se dividió en varias secciones, llegando al centro el punto de vista del espacio frente a ellos.

—Diablos, era justo eso.

En efecto, a través de las cámaras frontales y a pesar de que la calidad no era la mejor, se podía ver casi en línea recta el planeta, y entre la corte y el cuerpo celeste, una explosión que comenzaba a expandirse; en el espacio las cosas parecían suceder en cámara lenta, hasta que te alcanzaban y todo se volvía un infierno.
Aldren tomó el control del asteroide para desviar su ruta lo más pronto posible, pero una nueva arremetida desde el exterior sacudió a todos.

—Alfan acaba de enviarnos cálculos —dijo Heavythread intentando sonar tranquilo—, según esto la potencia de las llamaradas está aumentando exponencialmente conforme continúan apareciendo.
— ¿Qué?
—Lo más fuerte todavía no viene.

Hasta el momento el asteroide no había sido golpeado por las olas de llamas, sino por los oleajes expansivos previos a ellos, pero a través de las cámaras secundarias ya se podía ver cómo el mar de fuego comenzaba al desplazarse.

—Los motores de órbita están a su máxima potencia —dijo otro—, pero no nos estamos desviando de la órbita original.
— ¿Qué pasa con la energía del centro de entrenamiento y las auxiliares? —gritó Aldren mientras luchaba con los timones.
—Ya la redireccionamos, pero no está funcionando.

Una nueva onda expansiva, mucho más fuerte que las anteriores, los golpeó en medio del pánico que comenzaba a reinar en los pasillos fuera del puente de mando; Aldren salió despedida desde su ubicación y fue a estrellarse contra una de las murallas, mientras otros caían de sus asientos y Soulbreaker luchaba por sostenerse del umbral de la entrada.
Uno de los navegantes alcanzó los controles del asteroide e intentó seguir la dirección que estaba manteniendo la líder, pero el instante en el que estuvieron sin conducción los dejó a merced de la fuerza gravitatoria secundaria existente entre una oleada y otra.

—La primera llamarada espacial está demasiado cerca —gritó el navegante con terror—, después de la siguiente onda expansiva nos alcanzará ese poder de fuego ¡Va a destruir la corte!

Aldren se puso de pie y corrió a toda velocidad a recuperar su puesto.

—Sobre mi cadáver. Comando de emergencia ¡Transformación!

Cada uno de los tres navegantes ubicados a cada costado, entre ellos Heavythread, activó un dispositivo oculto debajo de la consola; durante un eterno milisegundo pareció no ocurrir nada, pero entonces, el asteroide mecánico se transformó.

—En nombre de todas las estrellas…

Soulbreaker observó anonadado cómo aparecía una nueva pantalla frente a la consola de la capitana, en donde se mostraba el flujo de energía y el diagrama representando al asteroide mientras cambiaba de forma; toda la sección correspondiente al puente de mando se alargó y quedó ubicada al frente del gran armatoste, mientras cientos de pequeños paneles deflectores se desplegaban a fin de formar a su alrededor un escudo translúcido protector. Las demás secciones se mantuvieron en una posición similar a la que tenía originalmente, excepto por la sección ocupada por el reactor central, que descendió hasta el vientre del crucero; manteniendo de esta forma la fuente de poder lista para ser descartada en caso de sobrecarga. En ese momento Soulbreaker comprendió por qué los habitáculos de los habitantes se encontraban debajo de los salones técnicos y de armas, porque en esta conformación nueva quedaban protegidos ante eventualidades.

—Activa los mandos manuales.
—Pero es demasiado arriesgado.
—Haz lo que te digo, no tenemos tiempo.

Soulbreaker se quedó de una pieza al contemplar cómo la consola de mando de Aldren se dividía en dos, para permitir que desde el suelo surgieran dos postes paralelos, de la mitad de la altura de ella, coronados por manijas plateadas que jaló con sus manos. ¡Era tecnología obsoleta! Este tipo de conducción había sido implementada miles de años atrás en algunos cruceros de tamaño reducido, y el uso de las manijas permitía controlar la cadencia y el movimiento de los motores y propulsores dependiendo de la presión que se aplicaba sobre ellos, de modo que si quién lo realizaba era un avezado conductor podía realizar giros con precisión milimétrica, y redirigir la energía de un punto a otro en microsegundos; ese tipo de tecnología fue descartada porque era extremadamente peligrosa, y cualquier error, aunque fuese mínimo, provocaría que el crucero tomara una dirección inesperada, y en circunstancias cómo esas el peligro era extremo.

— ¡Vamos no pienso dejar que caigamos aquí!

Haciendo gala de fuerza y precisión, Aldren jaló de las manijas conectadas a cables de fuerte aleación, y junto con un grito para darse fuerza consiguió desviar hacia arriba el curso del crucero, y sortear por unos cuantos metros la primera oleada de llamas; todo el lugar se sacudía como si cada tornillo estuviese en el límite de su resistencia. Soulbreaker miró por el pasillo fuera del puente de mando oyó  cómo algunos trataban de controlar y calmar a otros que habían caído presa del miedo.
No estaba siendo de ninguna utilidad en ese momento, tenía que hacer algo; observó una de las pantallas laterales desde donde aún podía visualizarse la explosión espacial, y sus ópticos se centraron en pequeños remolinos de fuego que parecían intensificarse: el crucero aún no estaba a salvo, la fuerza gravitacional de la onda expansiva aún provocaba un flujo irregular que impedía que la nave pudiera alejarse.

—Aldren —dijo Soulbreaker a la desesperada—, la siguiente oleada de fuego está desplegando remolinos, si pudiéramos usar los cañones de pulso electromagnético al mismo tiempo que pasamos por el centro de uno de ellos, eso podría darnos la fuerza para salir.
—Para eso —replicó uno de los navegantes—, el remolino tendría que ser de una proporción específica para que no nos envuelva.
— ¡Y qué es lo que estás esperando! —gritó Aldren directo a Soulbreaker— Ve a pedirle sus cálculos a Alfan.

El aludido corrió a toda velocidad fuera del puente de mando; por suerte la habitación de Alfan no estaba muy lejos del puente, y para el momento en que llegó, la puerta se abrió y el experto en cifras le entregó una tableta con una serie de en ella.

— ¡Gracias, eres el mejor!

Con la información en su poder y mientras el lugar continuaba remeciéndose, regresó al puente de mando a tiempo para entregar los datos a uno de los navegantes, mientras la siguiente marea de fuego estaba casi sobre ellos.

—Aldren, envié los datos a tu consola principal, sólo vas a disponer de 5.7 segundos con un margen de uno punto siete por ciento de error proyectado. ¡Será como pasar un filamento por un canal conductor!
—Entonces no perdamos más tiempo.

Con decisión total, Aldren redirigió el control manual, de modo que por un instante la nave pareció dirigirse a una zambullida directa hacia la siguiente oleada de fuego; sin embargo en el último instante volvió a cambiar el curso y se enfiló hacia un aro de fuego. A un tiempo los navegantes dirigieron los pulsos electromagnéticos, formando un aro alrededor del crucero; lo siguiente fue un impulso mucho mayor a la velocidad de la nave, que los alejó a toda máquina del peligro. Entre gritos y vítores por el éxito conseguido, Aldren desactivó el control manual y se quedó un momento quieta, mirando la pantalla a través de la cual se veía el planeta más allá de la explosión que casi arrasa con ellos todos.

—Lo hicieron muy bien, los felicito.

Soulbreaker notó que el brazo izquierdo de la líder mostraba una serie de grietas y fisuras, seguramente provocadas por el esfuerzo supremo de manejar sola el crucero; sin embargo ella no lo notaba, o hizo un esfuerzo perfecto para disimularlo.

—Los niveles de energía en la corte están muy bajos —dijo uno de los navegantes—, además me informan que el reactor está bajando su nivel de producción.

La líder no contestó, parecía estar perdida en el espacio y en la visión del planeta al que se dirigían. Heavythread reaccionó a tiempo antes que volvieran a hacerle la misma pregunta.

—Escuchen, creo que tenemos que devolver la corte a su modo anterior, ya saben que Aldren dice que en modo crucero gastamos muchísima energía ¡no es así Aldren?
Ella volteó y lo miró un momento sin responder, para luego recuperar su actitud habitual.

—Desactiva el modo crucero, manténganse atentos a cualquier fluctuación de energía, conserven el curso que acabo de ingresar en el sistema; descenderemos en la superficie del planeta en una hora.

Mientras la corte recuperaba su apariencia habitual y todo volvía a la calma, Soulbreaker fue hacia la zona de entretención y se encontró con la mayor parte de los miembros de la corte reunidos en torno a Undertow; por lo que le contó su hermano al momento de entrar, tan pronto como se desató el pánico, el escudero de los Caballeros de cybertron fue recorriendo cada uno de los aposentos, y reunió a los que estaban más asustados o fuera de sí, y los distrajo de los constantes embates energéticos relatando algunos hechos ocurridos mucho tiempo atrás. Su voz fuerte y profunda y la tranquilidad que transmitía impidió que las cosas se salieran de control.
Fuera de la corte, Undertow sería tratado como un demente por contar cosas que supuestamente no había experimentado, pero allí nadie cuestionaba su origen, lo importante a su respecto era de quién se trataba y lo que pudiera aportar a los demás; Soulbreaker había visto en los dos días y fracción que llevaba ahí, que algunos de los miembros de la corte no realizaban labor alguna, incluso algunos eran muy antisociales y se refugiaban en la seguridad de su aposento hablando consigo mismos de hechos pasados, pero no por eso eran considerados dementes, se respetaba su vida y su forma de ser y no resultaban peligrosos para el resto.
Aldren odiaba a utilizar los altavoces porque consideraba que invadían el espacio personal de cada uno, pero en esos momentos se sentía muy nerviosa e hizo caso omiso de su propia advertencia y los activó.

—Escuchen todos, vamos a descender dentro de muy poco en la superficie del planeta; no nos quedaremos mucho tiempo, sólo recolectaremos lo que sea estrictamente necesario para poder volver  a emprender el viaje, el curso de desplazamiento de la corte será cambiado de nuevo. Les informare pronto de nuestro nuevo destino.

En el salón de entretenimiento todos habían quedado en silencio mientras se dictaban las instrucciones; Undertow, que había hecho una pausa respetuosa, continuó con su mismo tono afable, con el objetivo de no perder el hilo de normalidad que había logrado tejer entre todos.

— ¿Qué le sucede a Aldren? —preguntó Soulbreaker a Underslow—. Se escuchaba muy nerviosa a pesar de haber conseguido salvarnos a todos.

El otro se mostró desconfiado, como era su actitud habitual.

—Mira, no sé qué es lo que le sucede, pero las decisiones de Aldren siempre son por algo, aunque la mayoría de las veces no sepamos por qué las toma.

El cambio de decisión de Aldren podía deberse a que pensaba que podía volver a ocurrir algún accidente como el de la luna, pero era absurdo considerando que un planeta de esas dimensiones sólo podría estar en riesgo si se estrellaba contra él un asteroide gigantesco, al menos 20 veces más grande que la corte, y sería imposible no ver eso en el radar. Volvió al puente de mando y se encontró con que ella no estaba allí, de modo que fue a buscarla a su aposento.

— ¿Puedo pasar?
—Entra.

Aldren estaba sentada frente a una pantalla dividida, donde se mostraba una versión resumida de lo que se estaba viendo en el puente de mando; su brazo izquierdo reposaba sobre el costado del asiento, mientras el pequeño dron de cuidado personal hacía todo cuanto estaba a su alcance para atenderlo. Sin embargo, él se dio cuenta de que las lesiones que tenía, debían ser reparadas por alguno de los médicos de la corte.

—Disculpa por entrometerme, sé que no tengo mucho tiempo aquí… pero no entendí por qué tomaste la decisión de reducir al máximo el tiempo de estadía sobre el planeta.
—Tenemos que descender sobre el planeta por obligación —respondió ella—, nuestros niveles de energía son muy bajos.

Se escuchaba y se veía cansada además de nerviosa. Soulbreaker se preguntó qué lo había llevado hasta ese lugar.

—Escucha, no sé si estoy pensando más de la cuenta o mi nivel de perspicacia ha aumentado desde que comencé a vivir aquí, pero tengo la sensación de que hay algo que te preocupa y que no se trata de esas llamaradas espaciales.

Aldren giró y lo miró directamente a los ojos; en ese momento Soulbreaker la vio al fin, sin la apariencia de capitana ruda o la líder de grupo, sino simplemente como una Transformer que quería lo mejor para sus amigos, igual a cómo la había visto en el promontorio durante el atardecer en su primera jornada en la corte. Por un momento fue como si a través de sus ojos pudiera ver el infinito.

—No es la perspicacia lo que te trajo hasta aquí —dijo con un tono de voz enigmático.
— ¿Qué quieres decir?
—No lo sé, en ocasiones como ésta no sé qué decir o qué pensar; a veces pienso que esto sólo es…

Sus palabras quedaron vagando en el vacío; él no entendía de qué estaba hablando, pero comprendió su tono reflexivo e inquieto ¿por qué le daba la sensación de que ella lo estaba esperando?

— ¿Qué sentiste cuando despertaste?
— ¿Qué?
—Me refiero a cuando despertaste en las ruinas de ciudad autobot —dijo ella sin dejar de mirarlo—. No puedes engañarme, tú omitiste deliberadamente tus sentimientos con respecto a ese instante en particular.

De hecho, cuando relató sus vivencias antes de llegar a la corte, Soulbreaker omitió a propósito  lo que había experimentado en su interior al momento de despertar.

—Fue una extraña mezcla —explicó hablando con lentitud—, al mismo tiempo me sentí perdido como si no supiera quién era, y de manera simultánea sabía que estaba vivo aunque mi propio sistema me había indicado antes el momento de mi muerte.

Ella continuó observándolo fijamente ¿Acaso estaba tratando de descifrar algún significado oculto en sus palabras?

—Ya veo —concluyó al fin—. Escucha, hay algo que voy a contarte, y es necesario que esto no se lo digas a nadie.

Soulbreaker solo asintió.

—Tengo la capacidad —dijo ella— de ver cosas que van a suceder. No, no puedo ver el futuro —se apresuró a decir antes que él la interrumpiera—, no soy ninguna clase de oráculo o algo parecido.
Hace mucho tiempo en Cybertron, comencé a tener estas visiones, como las calificaría alguien más, y cometí el error de hablar de esto con mis superiores en la refinería en la que trabajaba; nadie me tomó en cuenta, y de pronto las visiones cesaron, hasta que estas imágenes sobre lo que iba a suceder después regresaron, mientras me encontraba a bordo de un crucero. Intenté advertir al Capitán de la nave sobre lo que iba a suceder, pero él era despiadado y megalómano, y no hizo caso de mis palabras, arguyendo que yo estaba tramando algún tipo de insubordinación en su contra; no tuve el valor para hacer nada más, y el crucero espacial terminó destruido; decenas de transformers murieron en una horrible agonía, sólo sobrevivieron unos pocos
Me alejé de allí cuando logré salvarme, aterrada por lo que había sucedido y temerosa de lo que pudiera suceder, como si de alguna forma pensara que era mi culpa no haber podido evitar aquella desgracia; después de un tiempo de vagar por el espacio llegué hasta la corte que en ese tiempo no era más que unos cuantos pedazos de chatarra espacial adheridos al dorso de una nave en desuso, y conocí al capitán que me antecedió. Ese transformer estaba loco, es cierto, pero era justo, y me enseñó a valorar aquello que tenía en mi poder; le dije que la mayor parte del tiempo las cosas que veía eran sólo diminutas fracciones acerca de un acontecimiento que no necesariamente conocía, y que de seguro a bordo del crucero espacial no pude explicarme de manera correcta porque no podía decirle de manera específica al Capitán cuál era la mala decisión que él iba a tomar o, cuáles serían en concreto las consecuencias de sus actos. Me dijo que tenía que aprender en primer lugar, que en el universo hay muchas cosas que no podemos controlar, y en segundo, que a partir del primer punto debía hacer lo posible por ayudar a quienes sí pudiera identificar dentro de mis visiones. Desde entonces aprendí a trazar una línea imaginaria en mi mente, con la que separo hechos desconocidos de cosas respecto a las cuales puedo hacer algo; el futuro no es un texto escrito por adelantado, ya que está en constante cambio debido a las decisiones de cada individuo, pero si puedo hacer algo, aunque sea la más mínima cosa por ayudar a alguien, lo haré.

Entonces por eso es que ya sabía por adelantado que Heavythread lo había llevado a él a la corte. De pronto todas sus actitudes tomaron un cariz distinto por lo que ella estaba explicando; no podía anticipar que el satélite del planeta iba a estar cerca de una explosión, pero sí pudo dirigirse al puente de mando antes que todos, para poder enfrentar el conflicto de la mejor manera posible. Eso significaba que la líder de la corte estaba constantemente sometida a la presión de tomar las decisiones correctas, de acuerdo a esas fotografías que pasaban frente a sus sensores ópticos.

—Hay algo que no entiendo. ¿Por qué no acudiste a los sabios de Cybertron, a Prime mismo? Ellos podrían haberte ayudado a enfocar tus visiones cuando recién las tuviste, o podrías haber ayudado a otros desde aquí.

Ella le dedicó una mirada que era casi compasiva.

—Ir con ellos. ¿Para decirles qué? ¿Que había visto que en un salón de armas se iba a disparar un fusil por estar mal asegurado? ¿Que sabía que en un viaje interespacial, alguien iba a abrir una escotilla en una superficie con atmósfera? Ninguna de esas microscópicas fotografías tienen utilidad si no sé de qué se trata en realidad, es como estar ciego en medio de una ciénaga. Los cybertronianos piensan siempre en el bien o beneficio de la comunidad, y una habilidad como la mía habría sido utilizada para predecir eventos futuros, acaso para crear miedo o control, y ni siquiera así sería seguro poder poner a salvo a todos, porque descubrí que cuánto más individuos haya a mi alrededor, el número de imágenes aumenta cada vez más. Volverme loca con eso no sería de ayuda para nadie.

Entonces era su misma historia. Se sintió profundamente conectado con Aldren al entender que, de todos, la capitana no estaba exenta de ese tipo de situaciones, y de hecho entendía a la perfección su situación, porque la había experimentado ella misma. La verdad, manipulada de cierta manera, podía ser más letal que cualquier rayo destructor.

—El peligro del satélite no es el más grande —concluyó el en voz baja—, hay algo más que nos está amenazando ¿no es así?
—Me gustaría poder hacerte esa pregunta en vez de escucharla —dijo ella con voz sin inflexión—, pero lo cierto es que tenemos que darnos prisa.
— ¿Por qué me estás contando esto a mí, por qué ahora?

Durante varios segundos ninguno de los dos habló.

—Porque es importante que lo sepas.
— ¿Importante por qué? No lo comprendo.

Ella se puso de pie y lo enfrentó más de cerca.

—Eres listo e inteligente, y demuestraa un afán de ayudar al resto que es importante para todos nosotros. Lo siento si estoy dejando mucho peso sobre tus hombros, pero como puedes ver, en la corte hay muchos habitantes que casi no pueden valerse por sí mismos, y en tal caso, los que sí podemos hacerlo tenemos que ayudarles a compartir la carga.

Soulbreaker estaba seguro de que ella nunca diría algo como esto último ante los otros, porque sería una forma de menospreciar a los más débiles. Entonces se le ocurrió que podría estar contándole eso por otra razón.

—Aldren, no es necesario que me trates de convencer de tus buenas decisiones, porque confío en ti desde el primer momento en que te vi, y estoy dispuesto a ayudarte a ti y a los demás de la mejor manera posible, principalmente porque lo que siento que he recibido de la corte es más de lo que siento que puedo dar.
—Gracias por confiar en mí.
—Soy yo quién te lo agradece. Aldren, yo…

Durante un momento no supo qué decir.

—Creo que después de estas experiencias vamos a tener que ver unos cuantos atardeceres.
—Sí —dijo ella—, te tomaré la palabra. Tendremos que reservar el promontorio para ver juntos un par de esos atardeceres.

Mientras esto sucedía dentro del asteroide, en el espacio, a cierta distancia, una sombra observaba fijo lo que estaba sucediendo. Una sombra grande y poderosa, un rostro con un solo ojo púrpura, observando.

2

Sentinel Tau volaba por el espacio a gran velocidad en su modo alterno de nave; en los últimos días había estado muy ocupado poniendo a prueba todos sus conocimientos en batalla, y entrenando a los distintos soldados a su cargo, los que acataban sus órdenes y estaban ávidos de sus conocimientos como de costumbre; sin embargo, ya era hora de concretar algunas decisiones que estaban en su mente desde su reintegración a las filas del mando autobot.

— ¿Puedes escucharme?
—Fuerte y claro.

Al principio se había sentido un poco intimidado por el nombramiento como Sentinel Tau, pero concluyó que se trataba no sólo de algo lógico, sino que podía ser de utilidad en varios sentidos; los autobots parte de La muralla eran experimentados y fuertes, de modo que su presencia ayudaría para mejor ante una guerra que se veía venir sea como fuere, y, por otro lado, ese cargo le había sido ofrecido con anterioridad. Mucho tiempo antes del mandato de Optimus prime, se le había ofrecido el cargo, a lo que él se negó indicando que aún no estaba preparado para tal nivel de responsabilidad, y que or lo tanto resultaba mucho más útil en el campo de batalla. Ahora, por causa de su historial, desenmascarar a un par de amenazas ocultas para los autobots y haber regresado de una muerte segura, accedía a llevar a gran responsabilidad, remarcada por Rodimus prime en su gran confianza hacia él por su enorme experiencia y sabiduría.

—Ya estoy en la zona que me indicaste.
—Excelente, sólo debes descender en el asteroide metálico que está debajo de ti.

Descendió según las instrucciones, a un asteroide formado principalmente por piedra y metal; adoptó la forma robótica y empezó a caminar por el lugar, que era una especie de páramo desolado. ¿por qué se le habrá ocurrido venir hasta aquí? Se preguntó mientras exploraba el lugar.

—No te escondas.

Nadie contestó a sus palabras. Las formaciones rocosas del lugar no dejaban mucho a la imaginación, de modo que siguió caminando esperando encontrar algo que llamara su atención. Poco después se encontró con una construcción que se asemejaba a un edificio, desde donde salió su interlocutor.

—Hola viejo amigo.
—Runflight.

Estrecharon las manos en señal de saludo; el interior del lugar era sencillo y había sido moldeado con rayos, pero a pesar de la simplicidad se notaba que había instrumentos de carga electrónica e intercomunicadores.

— ¿Por qué estás recluido en este lugar?
—Me ha ayudado a pensar —explicó Runflight de manera sencilla—. Durante mucho tiempo estuve concentrado en obtener riquezas y hacer daño, creo que es un cambio para mejor.

Sentinel Tau meditó unos momentos, mientras el otro le alcanzaba un vaso lleno de una mezcla de energon; probó el contenido, encontrándolo dulce y sólo un poco embriagador.

— ¿Lo destilaste? —al instante se arrepintió de la pregunta; el lugar estaba desierto salvo por esa pequeña porción de civilización, era obvio que sí—. Lo siento.
—No te disculpes.
—Runflight, estoy seguro de que ya ha llegado el momento que hemos estado esperando.

El otro lo interrumpió con una pregunta muy acertada.

— ¿Hemos?
—Por favor. Te he dicho que quiero ayudarte a recuperar la paz para ti, y sé que de alguna manera también lo quieres, incluso lo dijiste.
—Tau, es decir, Sentinel Tau —replicó el otro en voz baja, soltando cada palabra con sumo cuidado—. Te he dicho que estar en este sitio me ha permitido pensar; me he enfrentado a desafíos básicos de supervivencia, pero no se me ha olvidado lo que sucede allá afuera.
—Escucha, yo…
—Sé que tienes buenas intenciones y lo aprecio, pero la verdad es que sigo teniendo mis dudas acerca de ir a enfrentarme con el bando autobot. Soy un traidor para ambos bandos, los autobots no me despedazarán sólo porque su sistema de justicia no se los permite, pero yo… sólo quiero que sepas que abandoné la vida criminal porque tu fe en mí me hizo cambiar, pero no sé si quiero arriesgarme a lo que revelar mi paradero implica.

Sentinel Tau asintió, comprendiendo.

—Yo creo en ti, pero con mi palabra no basta, al menos no aquí, en la mitad de la nada. Tengo algo que decirte: dentro de una semana, Rodimus prime estará desocupado de sus arduas labores como líder autobot, y para entonces tengo concertada una cita con él. Quiero que vengas conmigo y te entrevistes de manera directa con nuestro líder.
—Estás loco, jamás te lo permitirán.
—Soy casi el oficial de mayor confianza de él, y salvé de la muerte por tu ayuda, te aseguro que conmigo harán una excepción. Sólo te pido que vayas conmigo a esa reunión y te entrevistes con él; si Rodimus no te da las garantías o no te sientes en confianza, lo dejaremos, y podrás irte en paz.

Runflight meditó unos segundos, antes de contestar.

—Si tú vas a estar presente, entonces estaré seguro. Iré contigo.



Próximo capítulo: El descanso del héroe