Las divas no van al infierno Capítulo 16: Jueves




El programa del miércoles 05 comenzó con una sensación de ansiedad generalizada, gracias a que el programa se convirtió en tendencia en las redes sociales desde la mañana, cuando un reportaje sobre el concurso en un programa misceláneo a las cuatro de la tarde ahondó en la competencia y los perfiles de las competidoras.

—Las cosas están funcionando como lo esperabas.

En la oficina de Kevin, Sandra estaba analizando los datos entregados por la consultora de redes; del otro lado del escritorio, el productor jugaba con un abrecartas.

—Lo que anunciaste que sucedería está pasando —comentó en voz baja—, la gente en las redes está empezando discutir acerca de las chicas y tomando partido por ellas.
—Pero no te veo satisfecho —observó ella.
—Sí, lo que ocurre es que necesito algo más —apuntó él—, hay algunos anunciantes en espera para hacer contratos con el programa, pero no han firmado.

Ella aún no estaba por completo segura de que la chica que suponía era la elegida por el para ser la ganadora, pero no podía seguir presionando; su carta bajo la manga aún estaba en camino, y si era de lo que se imaginaba, podría usarla para manipular a las competidoras de una forma mucho más eficiente. Para calmar a Kevin y no llamar la atención tendría que jugar una sorpresa.

—Podemos revolver un poco los medidores si así lo quieres; puedo hacer una llamada tendremos una sorpresa en las votaciones.

Kevin había ordenado que un equipo cuidadosamente camuflado mantuviera perfiles falsos en las redes sociales; estos funcionaban como personas comunes que participaban de ellas, pero lo cierto es que era una farsa: un grupo de expertos en redes conectados, con acceso a decenas de cuentas cada uno, preparados para votar por quién él quisiera elegir como inmune, listos para dejar en lo más bajo a quien él decidiera poner en peligro de eliminación. Y al tratarse de perfiles sociales aparentemente reales, estas personas ganaban seguidores de forma paulatina, a diferencia de los perfiles automáticos.
Una palabra, y él decidía todo.

—¿Cómo va eso de hacer explotar a una de las chicas?
—Oh, eso está en su punto —replicó ella.
—Perfecto, en ese caso une ambos asuntos, que los temas estén relacionados.

2


Equilibrio era la palabra del día y Márgara sabía exactamente qué hacer; buscó entre las cosas que había traído al canal unos stilettos de color rojo encendido y los calzó, sintiendo cómo los pies se acostumbraban a la forma de los zapatos. Su prueba era con banderas, de modo que podría desplazarse con comodidad por el escenario, pero como tenía la idea de resultar muy llamativa, pidió a los tramoyas que fabricaran una pasarela angosta y alta. Lo suficientemente alta cono para parecer arriesgada, pero con las medidas perfectas para desplazarse con toda tranquilidad y sin riesgo de caerse.

—Con esas medidas es perfecta —indicó con una sonrisa—, y no olviden que en el extremo debe tener una rosa roja, es muy importante. Ahora voy a maquillaje.

Dejó a los tramoyas trabajando según sus indicaciones, y fue de inmediato a maquillaje.

—Buenas tardes, necesito un poco de espacio por favor.

El cuarto de maquillaje estaba lleno en ese momento, y varias de las chicas miraron con escepticismo a través de los reflejos.

—¿No ves que estamos ocupadas? —preguntó Jazmín.

Márgara desplazó la mirada de unas a otras, como si no comprendiese lo que estaba sucediendo.

—Pero yo necesito maquillarme, es una parte fundamental de mi presentación.
—Y yo necesito que no se me caigan las extensiones de cabello —comentó Lucine desde un costado, con un falso tono divertido—, pero ya sabes lo que dicen: no se puede tener todo en esta vida.
—Márgara —intervino una de las maquilladoras—, si quieres, puedes esperar en el cuarto pequeño que está al lado, y cuando alguien se desocupe irá a ayudarte.
—¿Ayudarme? —exclamó ella, descolocada—. Tengo que hacer una presentación muy importante, el maquillaje es vital y tiene que estar listo lo más pronto posible, porque debo ensayar con él ¿Cómo puedo estar esperando? ¿Tendré que hacer esperar al público en su casa, en el estudio?

Valeria fingía estar revisando sus uñas mientras la maquilladora aplicaba el corrector con un aplicador especial, pero lo cierto es que estaba escuchando todo con lujo de detalles; había sospechado que Márgara era una chica un tanto extraña, pero hasta el momento le resultaba difícil saber cuál era su defecto. En principio parecía amable, simpática, pero a medida que la escuchaba hablar en distintas situaciones notó que era lista y manipuladora, algo que a su juicio quedó claro cuando puso de manifiesto que Charlene había usado un concepto para presentación antes que Lisandra; pero aún con eso sentía que había algo más, que su principal defecto no era tratar de parecer un ángel cuando en realidad era una víbora, sino algo más.
Y al verla en la sala de maquillaje, de pie mientras todos trabajaban de Forma ardua sin poder entender que simplemente tenía que esperar, comprendió cual era su problema: Márgara no soportaba no tener la razón; entonces era el momento perfecto para atacar y hacer daño.

—Chicas, sean un poco más comprensivas con Márgara — comentó con tono de absoluta bondad —, ella está un poco ofuscada por lo que pasó en las redes sociales, es natural que se sienta un poco insegura.

La aludida reaccionó como si la hubieran pinchado.

—¿Qué pasó en las redes sociales? No podemos usar redes sociales los días de programa, nos advirtieron eso.
—No, no, lo decía por lo que está pasando ahora, porque no lo sé — levantó la vista y la miró a través del espejo — Perdona ¿No lo sabías? Hoy en el matinal hablaron un poco sobre el programa y mostraron algunos comentarios en las redes sociales, creo que era en Verter y como no hablaban muy bien de ti, creí que eso te tenía un poco nerviosa.

Había puesto Una expresión perfecta de inocencia con un toque de confusión; llegada a ese momento, las cámaras serían sus mejores aliadas, porque en vez de mostrarla molesta, les dirían a todos que ella intentaba ayudar y cometió un error sin darse cuenta. Márgara no pudo evitar que su expresión mostrara que estaba confundida.

—¿Qué? ¿Por qué alguien iba a hablar mal de mí? ¿Por qué nadie me dijo?

Charlene se hizo la desentendida, aprovechando que en ese momento le estaban aplicando una sombra de ojos con glitler que la obligaba a mantener los párpados inmóviles, pero por dentro se moría por ver esa escena. ¿Así que la máscara de bondad de la princesita se estaba cayendo y estaba quedando al descubierto? Pues muy bien, eso era sólo lo primero que le iba a pasar si no la echaban del programa esa misma semana; incapaces de guardar chismes, algunas chicas eran muy útiles a sus objetivos, y en particular lo fue cuando una de ellas terminó por contarle que la doble de Lana había estado diciendo que ella robó la presentación de Lisandra.
Lo había hecho, en parte; se había asegurado de humillarla cambiando en el último momento la canción escogida por la que sabía que iba a usar, pero estaba convencida de que nadie iba a notarlo. No había cámaras en el pequeño cuarto de maquillaje donde el bailarín había soltado la información, y para cubrir todas las apariencias, hizo todo un teatro hablando con personas de vestuario y Su equipo de baile, diciendo que estaba insegura con su elección; hasta se disculpó con los bailarines por cambiar la canción a última hora, pero de algún modo ella lo había descubierto.
O tal vez no la descubrió, sino que hizo Una asociación de ideas; de cualquier modo, no se había dado por aludida, pero ya era hora de hacerla pagar.

—No, Márgara — dijo Valeria con un toque de alarma en la voz —, no estaban hablando mal de ti, eran comentarios de algunos usuarios, eso es Todo.

La chica volvió a mirar en todas direcciones, como si de alguna forma esperara que alguien desmintiera lo que Valentina había dicho; pero el resto de las personas en esa sala de maquillaje habían optado por el silencio o seguir trabajando sin prestarle atención.

—Entonces era eso — aseguró con voz que contradecía la seguridad que intentaba demostrar —. Siendo así, no hay nada de qué preocuparse ¿No es así? Iré a preparar algunas cosas mientras se desocupa un lugar.

Salió rápido de la sala de maquillaje, casi chocando con uno de los camarógrafos que pasaba siguiendo los pasos de otra de las chicas a quien no pudo identificar; desde algunos días atrás había olvidado las cámaras, y sentía que eso era bueno porque significaba que ya estaba cómoda, en su ambiente. Pero, al estar en esa situación, donde alguien acusaba que había ocurrido algo como eso, nada menos que una queja o un mal comentario en su contra, sintió que la habían tomado por sorpresa, y que todas esas cámaras eran intrusos en una situación que no entendían de forma correcta. ¿Por qué alguien hablaría mal de ella? Había sido escogida como la favorita del publico y sus estadísticas iban en ascenso, no tenia sentido algo como eso.

En Tanto, Lisandra estaba trabajando en lo que esperaba fuera la mejor presentación que había hecho hasta el momento: su concepto para trabajar el equilibrio en ese día era Telas, y eso de inmediato la transportó a espectáculos de circo que había visto en televisión.
Su conversación con Jaime la había ayudado a replantear algunas cosas sobre su permanencia en ese concurso; era cierto, no podía estar esperando a que los demás valoraran su esfuerzo, tenía que ser ella quien les demostrara con hechos de lo que era capaz. Que podía producir y presentar un espectáculo que los sorprendiera a todos por estar bien desarrollado, por una puesta en escena inteligente y con significado, no solo algo efectista. Pidió a los asistentes que hicieran una escalera en semi circulo y fue de inmediato a vestuario a conseguir telas en color blanco, celeste, azul y verde, las que se dedicó a entrelazar como una Trenza en un inicio, para luego dejar caer con libertad; haría una cascada que cayera sobre la escalera y bailaría una melodía clásica sobre ella, demostrando que no solo la música bailable daba buenos resultados.

Una vez comenzó el programa, Aaron Love fue hacia la sala acondicionada en donde estaba Sarki, la estrella invitada del programa. Acompañado de cámaras, el hombre lucía perfecto para la cámara, y la saludó con una gran sonrisa.

—Sarki al fin nos vemos cara a cara en este programa ¡Hemos estado tan ocupados!
—Te he visto con las manos llenas —comentó ella, con una mirada cargada de picardía —, no lo tomes a mal, me refería a que tienes un ramillete ahí en el escenario ¿No es así?

El hombre mantuvo la sonrisa ante la cámara, aunque internamente se recordó redoblar los esfuerzos por evitar que ella usara cualquier cosa en su contra, como esa sutil broma; pero con el programa al aire no era momento para esas cosas.

—A veces creo que soy demasiado afortunado por estar en este programa y tener la oportunidad de ver a estas chicas Tan Talentosas ¿Piensas que la lucha por ser Tu sucesora será muy ardua ¿
—Oh, realmente no espero que ninguna de ellas sea mi Sucesora — replicó ella con una amable sonrisa.

El conductor del programa hizo el acostumbrado asentimiento que hacía cuando todo iba bien en la conversación, sin demostrar que en el oído el director le estaba gritando que cambiara el tema porque ella lo estaba arruinando. Sarki no usaba soro, pero como si hubiera adivinado el efecto de sus palabras, siguió tras una pausa casi imperceptible.

—No me gustaría que ellas siguieran mis errores o desaciertos ¿Sabes a lo que me refiero? Estos son tiempos de ir por eso que tanto quieres de una forma nueva, tomar ese lugar que está esperando y hacer lo que corresponde. Y sé que ellas se están haciendo poderosas, que están tomando este desafío y harán todo lo que puedan para llegar tan alto como se lo merezcan.

Hacia el final había añadido un toque de emoción en sus palabras; nuevamente, sin decir algo concreto, se quedaba con la razón en todo.

—Siempre eres tan certera, estoy seguro de que esto es algo que nuestro público y las chicas valoran ¿Sabes que tu sección fue lo más comentado el programa anterior? La gente no para de elogiarte, y tienen razón en hacerlo.
—Oh, son unos aduladores tan irresistibles — comentó ella, con una risilla —, todos mis seguidores saben que mi corazón es de ellos.
—Así es. Y hoy el desafío de las chicas es sobre equilibrio, tendrán que mantenerse firmes sobre algún tipo de escenario que será algo difícil ¿Qué consejo podrías dar?
—Bueno, eso realmente es un desafío grande — comentó ella, reflexionando —, así que lo que podría decir es que recuerden en todo momento que el futuro está hacia adelante y que nunca dejen de mirar en esa dirección.

Terminó la oración apuntando a la cámara con un gesto elegante con una de sus cuidadas manos, en ese momento adornada por uñas color rubí. Aron Love se despidió de ella y regresó al estudio para avanzar con el programa.
La jornada fue intensa y no exenta de accidentes; con un público enardecido, el conductor del programa se mantuvo todo el tiempo en el tope Máximo de la emoción, felicitando a cada una de las chicas por su dedicación y esfuerzo en la presentación, e ignorando por completo cualquier falla que hubiesen cometido. Por otro lado, la participación del público en las redes sociales se mantuvo alta desde la etapa en que se captaban los movimientos de las participantes antes del programa, por lo que Love no escatimó en agradecimientos para las personas en su casa y estuvo mostrando diversas reacciones entre las presentaciones y antes de las pausas publicitarias.
Cuando finalizó la ronda de espectáculos de las veintitrés competidoras, el llamativo conductor del programa se ubicó al centro del escenario y sonrió ante las cámaras, que estaban por completo en él.

—Gracias por seguir con nosotros, y quiero también agradecer a cada uno de ustedes por hacer de siempre divas el programa número uno en redes sociales el día de hoy; nos encanta que nos vean, que disfruten de las espectaculares presentaciones de nuestras participantes y las apoyen con sus comentarios. Ustedes son la razón por la que ellas están aquí, así que no dejen de animarlas y aconsejar en lo que creen que pueden mejorar.
Y hablando de eso, Tenemos a la primera ganadora de esta modalidad de concurso: En este momento en pantalla pueden ver el nombre de la afortunada ganadora de dos entradas para la función de premieres de “Conquista en la ciudad” la película que explora las aventuras de Mandy, la sensual reportera que siempre está a la moda. En seguita veremos su comentario y cómo una de nuestras chicas lo siguió al pie de la letra en nuestra emisión pasada.

Tan pronto terminó de hacer ese anuncio, las luces cambiaron un poco hacia más oscuro y la cámara central se acercaba a él; esto ayudado por la música dramática daba luces del inicio de la etapa más esperada del día.

—Bien, pediremos a nuestras fabulosas chicas que entren y saluden a Todos. ¡Un Fuerte aplauso para ellas, que lo han dado todo en el escenario! Ahora es momento de dar a conocer las votaciones de hoy, y están muy reñidas, sabemos que ustedes no quieren que ninguna se vaya a casa. Comenzaremos por la votación en el estudio, que ha elegido como la presentación más divertida a nuestra querida Valentina.

Valeria había disimulado a la perfección que durante su tiempo en escena se había torcido un tobillo; su idea había sido apostar por la comedia, simulando estar a punto de perder el equilibrio sobre un armado que aparentaba ser un velero. Pero para que todo resultara, nadie podía saber que había fallado su equilibrio, y escuchar su nombre fue como un analgésico para el dolor; cuando la cámara enfocó, Sonrió con auténtica sorpresa y agradecimiento, haciendo un gesto hacia el público a través de la pantalla.

—Como saben, nuestra ganadora tendrá una presentación adicional el viernes para su beneficio, y eso le permitirá acumular más votos para ella. felicitaciones Valentina. Ahora, usando el hashtag de su favorita, nuestro público ha determinado que las ganadoras de premios de nuestros auspiciadores son Marina, Karin y Analie; ellas se llevan a casa un set completo de productos para el cuidado del cabello, cortesía de nuestro auspiciador Potente, porque tu cabello eres tú.

Lisandra había sentido pánico al ver a Alma caerse en el escenario y se esforzó mucho más por no cometer el mismo error; se sentía confiada, quizás no para ganar el día, pero sí para superar a otras. Su presentación estuvo libre de fallas y ese era su momento.

—Ahora diré las tres votaciones más bajas del día de hoy, que quedan en zona de eliminación para el viernes —anunció el conductor con seriedad—. Y las nominadas son Lisandra, Carol y Rebecca.

Lisandra sintió que se le iban los colores del rostro. ¿De nuevo? ¿Otra vez entre las menos votadas? Pero dos de las otras chicas se habían caído, mientras que ella lo había hecho muy bien. ¿Por qué otra vez la nominaban?

—Y ahora —seguía el conductor—, el momento más esperado por todas, conocer a la elegida del público, que será inmune en la votación del viernes y además asegura de inmediato otra semana en competencia. La elegida por ustedes es Charlene.

Mientras la rubia ahogaba un grito de sorpresa ante la mención, Lisandra no pudo sostener la sonrisa; esa elección era la peor posible, un ejemplo demasiado claro sobre una Forma de votación que ella no compendia.

—Charlene, acércate por favor —siguió el conductor con la emoción plasmada en la voz—, te veo muy contenta con el resultado de la votación del público.

En esa ocasión no necesitaba fingir algún tipo de emoción porque de verdad estaba sorprendida y feliz; estaba preocupada de las consecuencias de las malas palabras de Márgara, pero nada la había afectado, y aún más, se había destacado como la favorita de todos. Eso significaba que tendría que preparar algo memorable para que el viernes su presentación fuera la más comentada y acumulara votos desde ya.

—Estoy tan sorprendida —dijo al acercarse a Aaron—, esto no lo esperaba, y es tan maravilloso.
—¿Tienes alguna idea sobre qué harás el viernes?
—¡Ninguna! —Replicó ella con una risilla un tanto aguda—. Estoy tan asombrada, pero les prometo que no van a olvidar lo que haré, en serio.

Aaron Love le dio las gracias a Charlene y se dirigió de nuevo al público.

—Eso es alegría y entusiasmo, y sé que muchos están acompañándote desde sus casas en este momento tan importante; recuerden amigas y amigos que no todo está dicho: Charlene es inmune a la eliminación el viernes próximo, pero nadie puede descuidarse porque todo puede cambiar en cualquier momento.
Recuerden que nuestras tres votaciones más bajas tendrán que hacer una presentación con el doble de pasión para poder remontar, pero además las restantes participantes no pueden descuidarse un solo segundo. Sigan comentando en nuestras redes con el hashtag de su favorita, descubran más contenido especial y las repeticiones de los mejores momentos del programa, y nos veremos nuevamente en dos días. Gracias a nuestro ferviente público, a los maestros, a nuestra maravillosa Sarki, y nos despedimos por hoy en Siempre divas.

El público aplaudió mientras las luces se apagaban, y Lisandra aprovechó la momentánea oscuridad para apurar el paso y llegar a la zona de trabajo antes que el resto.
Otra vez nominada, otra vez dentro de las menos votadas, y lo peor era que de todas era la única que se repetía, mientras que las demás habían rotado. No era grosera, no discutía, se esforzaba al máximo y tenía una actitud positiva, pero de todos modos seguía siendo invisible para el público ¿Acaso alguien no notaría que ella se encontraba de nuevo en riesgo de eliminación y por segunda semana seguida? ¿Estaría sirviendo eso para que en ese preciso momento se burlaran de ella en las redes sociales? ¿O era tan invisible que hasta eso resultaba improbable?

Se ató el cabello a la altura de la nuca, tomó un cambio de ropa y corrió al vestuario para cambiarse con rapidez; se dio el lujo de vestirse a la rápida, de disfrutar las zapatillas en vez de los tacones, salió y guardó rápido.

—Tan apurada, Lisandra.
—Es que tengo mucho que ensayar, no me puedo quedar de brazos cruzados.

Hizo una despedida rápida y salió; bien, había logrado disimular lo suficiente para que no se viera su frustración, y al mismo tiempo darse prisa para no toparse con Charlene. Sólo escuchó su aguda voz a cierta distancia, pero se dijo que no era tan importante, que era recompensa suficiente poder salir de ahí y no tener que soportar sus gritos y la forma en que haría patente que había sido la elegida por el público; salió del canal con una fuerte sensación de frustración, porque hasta el momento sentía que una y otra vez las cosas salían mal, como si de alguna forma todo conspirara en su contra para que, pese a lo que intentara, siguiera en la misma situación.
Otro viernes de eliminación, otro viernes de sentir que estaban a punto de terminar con su sueño.

3


Charlene llegó tan contenta a su departamento que llamó a Harry por el trayecto y le dijo que llegara de forma disimulada al edificio.

—Pasa —le dijo tan pronto como él tocó el timbre—, estoy feliz, tan feliz que casi podría abrazarte. Pero no lo haré.

Soltó una risa alegre y sincera tras cerrar la puerta; el hombre fue hasta el refrigerador y se quedó contemplando el contenido.

—Dónde dejaste mis cervezas? ¿Por qué hay tantas cosas verdes?
—Las escondí al fondo porque no quiero que alguna visita piense que me gusta beber de esa manera —replicó ella haciendo una pose de modelo—, y no son “cosas” verdes, son ensaladas y productos saludables para mantener esta silueta de diosa con la que me gané mi primera inmunidad.

Harry, que ese día iba de celeste, se sentó en el sofá y abrió una lata de cerveza.

—Estoy sorprendido.
—Gracias —su expresión cambió por una de sorpresa—. ¿Cómo que sorprendido? ¿Por qué no me estás felicitando?
—Porque estoy más sorprendido que contento —explicó él mostrando una gran sonrisa—. No entiendo por qué ganaste.
—Porque fui la mejor, obviamente —pronunció ella—, no entiendo qué clase de asistente dices ser.

Harry hizo un gesto simbólico de brindis hacia ella.

—Tenemos algo en común, los dos no entendemos algo — se encogió de hombros —, pero tienes razón en que soy tu asistente, así que ¡Te felicito por tu triunfo! Eres la mejor por un día y la inmune por otro, enhorabuena por tener este éxito.
—Solo era cuestión de tiempo —dijo ella con tono académico—, la gente sabe lo que es bueno.
—Y haber estado dando lástima en pantalla puede haberte empujado un poquito hacia arriba —observó el hombre haciendo comillas con los dedos—, pero no nos distraigamos en esa clase de tonterías en este momento. Mejor dime qué es lo que piensas hacer en esa presentación que tienes el viernes.

Charlene fue hasta el refrigerador y sacó una fruta; su mente estaba en muchos sitios en el instante, menos en pensar en una presentación.

—No sé, algo se me va a ocurrir. Pero estaba pensando en otra cosa, en lo que me dijiste más temprano.
—Se te está abriendo el apetito, chica con suerte —observó él, divertido—, puedo hacer muchas sugerencias ahora mismo, pero algo me dice que esa retorcida mente tuya ya pensó en algo.
—Es bueno que sepas que soy yo la que toma las decisiones —la chica se sentó frente a él como si el sofá fuera un trono—, escucha, estuve viendo a algunas chicas famosas, y sé que muchas de ellas promocionan mallas de maquillaje o esas cosas, es algo obvio. Pero yo quiero marcar la diferencia ¿Entiendes? Así que lo que quiero hacer es ayudar a alguna fundación o algo parecido donde trabajen con niñas y enseñarles a ser estrellas, jugar con maquillajes y eso ¿De qué te ríes?

El hombre había dejado la cerveza en la mesa de centro y se sujetaba el estómago mientras luchaba por no ahogarse con el trago por causa de la risa.

—¿De qué? Charlene, tú odias los niños.
—¿Cómo sabes eso?
—Porque basta con verte —explicó él, muy divertido—, es obvio que no te gustan los niños, y no es una crítica, yo lo entiendo porque los críos generalmente son ruidosos, sucios y molestos.
—Bueno, eso no importa, no te pongas melodramático —replicó ella, quitando toda la importancia al tema—, lo que importa es que es una idea muy buena, solo tienes que encontrar un lugar que sea discreto y pequeño, esto tiene que ser como esas famosas que apoyan a una fundación y nadie lo sabe ¿Cómo era ese dicho que usaste?

Harry recuperó la compostura y volvió a tomar la lata de cerveza.

—Invierte y pronto recibirás. Bien, entonces si esas son las órdenes de la reina ¿Quién soy yo para oponerme? Vamos hacia adelante, el triunfo nos espera.


Próximo capítulo: Once de marzo

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