Por ti, eternamente Capítulo 20: Pistas ciegas




Aún sabiendo que podía ser un error hacer una declaración tan pronto, Ignacio Armendáriz decidió presentarse ante los medios de prensa que ya estaban alrededor de la carretera. Antes de hacer lo que sería una declaración preliminar, los primeros segundos fueron una lluvia de preguntas, en donde prácticamente no se entendía nada pero podía extraer palabras como muerte, secuestro y desaparición; no podía dejarse afectar por esa clase de preguntas, debía mantenerse sereno.

—Silencio. Escuchen, en este momento no puedo dar una declaración oficial detallada, pero de acuerdo a la importancia de los hechos y a la connotación nacional de la noticia quiero entregar la siguiente información.

Se hizo silencio.

—En el lugar en donde nos encontramos, en la carretera a la entrada del pueblo de Santa Marta ocurrieron dos hechos de relevancia, el primero de ellos, un choque entre dos vehículos particulares, resultando tres personas heridas de diversa consideración, las que ahora se encuentran en observación y fuera de peligro. Paralelamente, el hombre identificado como Víctor Segovia fue encontrado en las cercanías, provocándose una persecución por parte de los oficiales encargados de su captura; durante ésta persecución un grupo de hombres interceptaron a Segovia, generándose entre ellos un enfrentamiento, tras lo cual el imputado por sustracción de un menor fue acorralado por el grupo de oficiales encargado, sucediéndose la desaparición del sujeto y el menor que tenía en su poder con respecto a la intervención de civiles. Quiero recalcar que se trata de una actitud que como cuerpo de policía rechazamos, porque expone tanto a la policía como a los civiles involucrados a peligros inesperados, y que pueden exceder a los controles de las autoridades. En este caso, de manera personal  y como cuerpo de policía lamentamos los hechos ocurridos en lo relativo a civiles, ya que debemos consignar que en el enfrentamiento entre Segovia y el grupo de hombres que lo interceptaron tuvo lugar mientras la policía cerraba el cerco, ocurriendo por desgracia la muerte de uno de estos civiles en circunstancias que aún deben ser investigadas, para determinar los detalles y las responsabilidades. Respecto a Segovia, el sujeto fue cercado en su huida de la policía, pero no obedeció las instrucciones del personal especializado y continuó intentando proseguir con su escape, lo que expuso a su persona al peligro de un lugar inexplorado y de geografía adversa. Lamento informar que Víctor Segovia cayó por una especie de foso o pendiente de varios metros de profundidad, no habiendo resultados de su búsqueda en los noventa minutos que han pasado desde ese momento. Por último, resaltar que la zona en donde se dio esta situación es una zona no habitada, lugar en que comienza un bosque muy tupido, en donde el terreno y la vegetación hacen sumamente difícil el desplazamiento y por ende la búsqueda. Muchas gracias.

Mientras los periodistas estallaban en más preguntas con respecto a los hechos ocurridos y a las declaraciones de Armendáriz, el oficial dio media vuelta y se internó de nuevo en el cerco de seguridad. Bárbara estaba mirándolo muy fijamente.

— ¿Cómo estás?
—Tratando de asimilar lo que ha pasado ¿hay alguna novedad?
—Ninguna hasta ahora —replicó ella—, pero no vamos a descansar hasta que los encontremos.

2

Álvaro continuaba recostado en la camilla escuchando incrédulo el extra informativo donde Armendáriz reconocía su fracaso.

—No puedo creerlo.

Por el trabajo que él y Romina hacían, habían tenido una serie de enfrentamientos con ese policía, lo que se intensificaba por el rechazo natural que el demostraba hacia los periodistas en general, pero en esa ocasión se esperaba todo, menos verlo fracasando, porque fracasar significaba e forma directa una tragedia, por mucho que su lado periodista lo llamara a salir de esa urgencia y terminar la nota. En ese momento entró Romina con una fea bata larga sobre el cuerpo, demacrada y con unos parches en una mejilla y el un antebrazo.

—Romina.
—Me dijeron que estabas aquí —dijo ella saltándose cualquier saludo— ¿cómo te sientes?
—Golpeado —replicó él en voz baja—, pero no es tan grave; quería saber de ti desde que desperté hace como una hora pero todavía no puedo levantarme.

La mujer se sentó junto a su camilla.

— La enfermera va a regañarme cuando sepa que salí del cuarto, me amenazó. Oye —siguió más seria—, escuchaste ¿verdad?

Se miraron un momento sin decir nada. ¿hasta dónde estaba la separación entre los periodistas, los amigos y las personas, en qué punto uno de ellos debía detenerse para dar paso al otro?

—Sí, escuché, pero no entiendo nada.
—No digas eso, tienes una idea bastante clara.

Un nuevo silencio. Sí, ambos estaban volviendo al modo periodista.

—Está bien, lo primero que pensé es que esos "hombres" que interceptaron a Segovia fueran los mismos que vimos antes, pero eso no concuerda con que uno de ellos haya muerto después de ese supuesto enfrentamiento en el bosque. Romina, Segovia no podría pelear con esos tipos, nosotros los vimos.

Romina recordó el momento en que los vio, la actitud amenazante, el arma, la mirada agresiva.

—No, no podría, pero igual hay un muerto en ese lugar. Y además lo más importante sigue siendo lo de Segovia. ¿Acaso está muerto y no lo quieren decir?
—Si no lo quieren decir —comentó ella lúgubremente— la única razón que se me ocurre es que el niño también murió en la caída, y estarían esperando el informe o que la familia estuviera informada de manera oficial. Escucha, hay algo más, la policía se quedó con nuestras cosas, tienen tu libreta, la cámara y los celulares, así que es cuestión de tiempo que lleguen a la entrevista.
—Diablos, eso quiere decir que no tenemos nada con qué trabajar. No puedo creer nada de esto, ni que Segovia se haya matado ni que tengamos las manos vacías, éste caso solo nos ha traído desgracias.

Romina no habló por un momento; necesitaba más, no podía simplemente quedarse ahí, ese caso, ese reportaje aún no terminaba.

—No puede ser Álvaro, no puede ser que nos quedemos sin nada, recordamos perfectamente lo que nos dijo, podemos hacer el reportaje.

Álvaro la miró lentamente. Él también se sentía frustrado por las consecuencias de todo lo que habían hecho, pero por otro lado, una parte de él también sentía como irradiaba en su interior un sentimiento de culpa, una pregunta simple ¿Podrían haber retenido a Segovia con cualquier excusa y evitar lo siguiente, o al bajarse, él solo había salvado del choque para caer después?

—Tienes razón, pero después de lo que pasó, estamos involucrados, ya no somos imparciales, Armendáriz podría incluso exigir que guardemos toda la información.
—Es verdad, pero para eso tendríamos que apurarnos, tenemos que terminar el reportaje, darle un enfoque humano y hablar con los medios que ya teníamos contactados. A éstas alturas lograremos un golpe en una edición con portada incluso.
—Sí, entiendo, lo más lógico es que hagamos eso, además será un buen golpe en el momento preciso, solo que tenemos que esperar hasta saber qué fue exactamente lo que pasó con él, una vez que eso se sepa, el reportaje valdrá oro.

4

El oficial Armendáriz seguía muy de cerca las investigaciones que se estaban realizando en la zona donde había desaparecido Ariel de la Torre en manos de Víctor Segovia, pero los minutos pasaban cada vez de manera más tortuosa. En un momento vio que se acercaba Benjamín Pereira, uno de los rastreadores.

—Señor.
— ¿Encontraste algo?
—Sí señor, pero no son buenas noticias.

Por un momento no supo qué decir, pero la imagen que apareció en su mente fue devastadora.

— ¿Qué pasó?
—Las condiciones del terreno son un poco distintas de lo que habíamos visto al principio señor. La zona en donde desapareció Segovia es escarpada, pero también es muy tupida, en varias zonas los árboles y la maleza cubren la tierra, y por eso es que se produjo el accidente.
—Pero eso ya lo sabemos.
—Sí, pero la zona del accidente es mucho más compleja de lo que nos esperábamos; señor, la pendiente por la que cayó Segovia tiene alrededor de cuarenta metros de profundidad, pero no termina ahí.
— ¿Qué quieres decir?
—Esa zona está hacia la ladera del cauce del río Alyari. Lo que implica que la pendiente no termina ahí, los colchones de hojas son sumamente intrincados, pero calculando por la altura de ésta zona y la del cauce del río, creemos que en total puede haber una diferencia de doscientos metros.

Armendáriz sintió que se contraían todos los músculos de su cuerpo. Ya no había nada más que esperar.

—Llamen a Fernando de la Torre; hay que informarles que pueden estar preparados para lo peor.

5

— ¡Claudio!

Fernando de la Torre se obligó a guardar silencio, a pesar de que su estado mental le indicaba completamente lo contrario. Acababa de colgar el teléfono, y la información que le habían entregado era mucho peor de lo que había visto en las noticias; pero Claudio no estaba, había salido supuestamente a resolver el tema de Segovia para evitar que la policía lo encontrara.

—Maldita sea, esto no puede ser verdad.

Deseaba la muerte de Segovia con toda su fuerza, pero su nieto no podía estar en la misma situación, no podía ser que su nieto terminara de esa manera. Volvió a marcar el número de su asistente, pero seguía estando fuera de área; sabía que Segovia había estado escapando de la policía con una suerte increíble, extendiendo esa huida por los últimos días, pero se suponía que Claudio tenía que solucionar ese asunto ¿Qué había pasado en realidad, por qué la policía le anunciaba que debía prepararse para lo peor pero aun así no le hablaban de algo concreto? No podía esperar más, tendría que comunicarse con la policía para tener toda la información.



 Próximo capítulo: Condena y sangre

La otra matrix Capítulo 19: Alarmas de guerra



Cybertron

Rodimus Prime regresó al puente de mando en Kalis y ordenó que las fuerzas autobot se dispusieran atacar de inmediato a Unicron.

— ¿Te encuentras bien?
—Mejor que nunca —respondió rodimus—, ahora todo está en su lugar y me siento completo de nuevo; amigo mío, tenemos que ir a luchar contra Unicron, es de vital importancia el kilo de que lo derrotemos antes que se encuentre en perímetro del planeta.

Ultra magnus estaba sorprendido con el cambio que evidenciaba el líder autobot.

—Sucedió algo ¿verdad? Durante tu ausencia.
—Es cierto, pero no tengo tiempo para explicártelo ahora.

Todo eso había sucedido en realidad; mientras luchaba por legar hasta el laboratorio en donde se encontraba la copia de la matrix, la energía sufrió una gran convulsión. Sintió que perdía el control no sólo de la matrix sino también de sus propios movimientos, y luchó por mantenerse en sus cabales y evitar al costo que fuese que el malvado Runflight consiguiera quedarse con ese poder. En esos momentos ya no le importaba cómo es que habían caído en los planes del mercenario al igual que Tau, sólo importaba detenerlo. Y fue en ese momento crucial, cuando elevó la matrix por sobre su cabeza, cuando invocó su energía  y la capacidad para continuar, que supo que al mismo tiempo, en otro sitio de Cybertron, bajo ellos, la batalla se estaba librando. Al final, el vencedor había sido el misterioso guerrero del que nunca había visto su rostro, tan sólo la forma en que empuñaba un hacha en contra del adversario.

—De acuerdo, nos concentraremos entonces en los movimientos de Unicron, y en contener a Galvatron y sus seguidores.
—En este momento Galvatron es secundario —replicó Rodimus con seguridad, mientras ambos salían del puente de mando siendo seguidos por un destacamento—, vamos, es un momento crucial y no podemos perder el tiempo.

Mientras avanzaban, Rodimus recordó las imágenes que había visto dentro de su cabeza; tenía una noción de quién había sido el responsable de que el recuperara toda su energía y el control de la Matrix, pero al mismo tiempo estaba convencido de que era alguien a quien no podría encontrar, alguien que se había ido para siempre, como un precio a pagar por la restauración de la energía.

2
La corte de los despreciados

Filence se encontraba al mando del asteroide mientras Aldren se encontraba en misión en Cybertron; las últimas horas habían sido tranquilas en cuanto a navegación, pero inquietas en el ambiente dentro del lugar.

—Aún no tenemos comunicación por parte de Aldren —dijo Warcrux—, vamos a seguir desplazándonos como hasta ahora ¿verdad?

Filence tenía órdenes claras de Aldren, pero al mismo tiempo sabía que no podía seguir de manera permanente con un curso indefinido, si es que ella no regresaba.

—Así es —respondió con calma— es necesario que ella nos encuentre en este cuadrante cuando regrese; el equipo médico está listo ¿correcto?
—Sí —replicó el otro—, estamos listos para lo que sea que pueda pasar.

No pudo evitar titubear al final de la frase; lo que no se atrevía a decir era que estaban listos para asistir heridos, pero no para enfrentar la posibilidad de que Aldren no regresase.

—Filence.

La voz de Usleazys se escuchó en el puente de mando; el aludido giró en su posición y de inmediato se puso de pie al reconocer de quién se trataba. Prefería evitar que la conversación que iba a suceder después fuera escuchada por los demás.

—Vuelvo en un momento.

Salió al pasillo y acompañó a Usleazy a una sala contigua.

—No deberías estar levantada, Scratlens dijo que aún debes guardar reposo.

Ella lo miró sin alterarse.

—Escucha, está sucediendo algo extraño, todos están muy nerviosos.
—Es natural después de las cosas que han sucedido.
—No se trata de eso y lo sabes. Aldren, Soulbreaker, Heavythread, Underslow y Chainrack salieron en una extraña misión, escuché que alguien lo comentaba.
—Pronto estarán de regreso.
— ¿Por qué se marcharon?
—Usleazy, por favor vuelve a tu aposento para que descanses.

Eso fue suficiente para que a ella se le acabara la paciencia.

—No me hables de esa manera. Escucha, sufrí una conmoción cuando este monstruo nos atacó, pero no estoy loca; algo sucede con Soulbreaker y por eso Aldren salió junto con él de este asteroide, dime qué es lo que está sucediendo, dime qué va a pasar con ellos.

Filence hizo una pausa meditando antes de contestar.

—Me gustaría poder responder esa pregunta Usleazy, pero en este momento no tengo seguridad de lo que va a pasar; Aldren está ayudando a Soulbreaker a cumplir una misión muy importante, él debe ir hasta Cybertron para poder ayudar a los Autobots y a toda nuestra raza a superar un grave peligro.

Usleazy quedó sin palabras durante unos momentos.

— ¿Pero por qué él?
—Sólo sé que su destino.
—Pobre muchacho —reflexionó ella—, después de lo que le tocó vivir con anterioridad… qué injusto es que ahora tenga que enfrentarse a este destino.



3

Cybertron.
Mientras tanto en los laboratorios subterráneos de Tarn, Shockwave estaba dando las instrucciones a distancia para que el destacamento de drones abandonara la misión que originalmente se les había encomendado; Arciagan y Spektre habían logrado escapar, pero por suerte su misión estaba cumplida y los Autobots ya tenían en su poder el archivo de audio en donde quedada demostrada la culpabilidad de Runflight. Verificó que Galvatron había tomado la decisión de cambiar el curso de su ejército y enfocarlo en Unicron. Eso significaba que, después de tanto tiempo de inactividad, las cosas retomarían el curos que quedara suspendido desde la aparición de esa segunda fuente de energía autobot. Ingresó algunos datos en la computadora.

—Preparen  a los oficiales armados, es una orden de Galvatron.

En efecto, El líder decepticon quería guerra, y tomada ya la decisión, movilizaría a todo su ejército en contra de los autobots y de Unicron ¿Qué papel jugarían ellos en medio de esa guerra a tres bandos? Ante la aparición del gigante, el liderazgo de Galvatron se había visto amenazado, pero con la quietud reciente, todos habían tenido tiempo de reorganizarse. Su líder entonces, lo que quería era aprovechar el poder de la matrix en su favor, para destruir a Unicron y ser el nuevo dominador. Faltaba ver si es que las cosas se decidirían en un único enfrentamiento, o las alertas de guerra eran sólo el principio.

4

Cybertron. 12 días después.

Luego de intensas batallas y una encarnizada pelea, Galvatron y Rodimus prime habían confluido en un mismo punto, y se enfrentaron en las cercanías de Unicron; el gigante destructor intentó poner fin a la Matrix de Liderazgo, sin embargo la luz de ésta fue más poderosa y se opuso a su inmenso poder, extinguiendo la existencia del poderoso enemigo. Galvatron por su parte, tomó distancia, y luego de ser derrotado por Rodimus ordenó a sus fuerzas que lo siguieran para reorganizarse y volver a la carga.
La cabeza de Unicron quedó entonces flotando alrededor de la órbita del planeta, como un mudo recuerdo de la amenaza que se había cernido sobre ellos; sin embargo de lo cual se trataba de algo superado, si bien la paz no había vuelto en todo su esplendor al planeta, el hecho de que los decepticons se hubieran alejado de manera momentánea sirvió para que los autobots pudiesen reparar las instalaciones dañadas y además reparar las heridas de aquellos que se encontraban más lastimados después de numerosas batallas.

— Has hecho un gran trabajo, Rodimus. Al fin tenemos días en donde no tenemos alarmas de ataque.
—No Ultra magnus, ha sido un trabajo de todos.

Las actividades habían sido muchas en los últimos días; la batalla en contra de Unicron había concentrado toda la atención en Kalis, en donde los autobots aún mantenían su base central, y su posterior derrota significó alegría y esperanza para un pueblo que se encontraba desde hace tiempo sumido en la angustia.

— ¿Crees que fue él?
—No tengo dudas —respondió Rodimus—, se trataba de él, puedo sentirlo en mi interior.

Habían hablado mucho al respecto luego de la derrota de Unicron, cuando el repliegue de los decepticons les dejaba algo más de tiempo disponible; hasta el momento nada de eso figuraba en los registros de Cybertron.

—Las cosas tomaron un curso muy difícil durante los últimos meses.
—Desde la muerte de Optimus todo ha sido complejo —replicó el líder—, y te aseguro que por lo que sucedió con la matrix y la aparición de la copia, en muchas ocasiones me sentí perdido.
—Lo sé, no fue un periodo fácil.

Se acercaron a uno de los balcones del edificio en el que estaban, donde dentro de unos minutos tendrían una reunión con distintos líderes de grupo, tanto trabajadores como personal médico, constructores y guardianes. Apenas un par de días antes estaban enfrentando a distintos grupos disgregados de decepticons, y ahora la paz parecía algo mucho más real sobre las calles de Cybertron, custodiadas, pero sin explosiones ni cazas disparando.

—Él es un guerrero que luchó por todos nosotros —reflexionó Magnus en voz baja— ¿Qué piensas hacer al respecto?

Rodimus había estado dando vueltas durante días al asunto ¿de qué manera podía llegar a un punto en que la información no se volviera confusa?

—Lo sé. Por alguna razón, parte de la energía de la matrix quedó dentro de él, y la utilizó para enfrentar a Runflight cuando él se apropió de la copia de la matrix; pude verlo, como si por momentos su punto de vista fuera el mío.

Ultramagnus no le había dicho, ni aún luego de que el líder autobot le relatara los sorprendentes hechoa acaecidos durante la jornada en que Unicron volvió a atacar, que él estaba detrás del escape de Soulbreaker del asteroide médico Helios 4 meses atrás; no sabía por qué, sólo tenía claro que esa historia debía quedar sepultada ¿acaso sería uno de los caminos escogidos por la matrix para que se autobot, al final, terminara regresando para salvarlos?

— ¿No crees que su participación debería quedar registrada en los libros de Cybertron?
—Honestamente, no lo sé. Pienso que sí, que luego del enorme sacrificio que hizo, incluso más allá de lo que no supimos entender de él cuando vino a tratar de ayudarnos, lo mínimo que podemos hacer es dejar constancia de sus actos para las futuras generaciones. Sin embargo, no sólo no tengo pruebas de lo que sucedió, sino que además, he utilizado un escáner de memoria e mí mismo, y todo lo que tiene que ver con él en esa jornada, me refiero a lo que vi a través de él, no está.
—No entiendo.
—No puedo probar que eso de verdad pasó —explicó en voz baja—. Está en mi mente, pero no como un recuerdo registrado.

Ultramagnus pensó en lo que le había pasado a el mismo cuando conoció a Soulbreaker, cuando se acercó a ofrecerle un trago y cuando, muy poco después, se embarcaron juntos en una aventura por entregar a Rodimus la copia de la matrix. Todo eso tenía un elemento en común.

—Fe.
— ¿Disculpa?
—Eso es —explicó Ultramagnus—. Disculpa si esto suena descortés, pero siempre creí en Soulbreaker. No estoy hablando de la fe ciega en que piensas que algo va a suceder sólo porque sí, sino de algo…distinto. Él no era ninguna clase de héroe, pero la forma en que se acercó a mí, su capacidad era algo que trasciende a las habilidades o el poder que alguien pueda tener. Estar en su compañía me hizo creer en él, y no estoy hablando sólo de ayudarlo porque estaba en peligro o por cumplir una misión, sino porque era alguien en quien podía confiar; cuando Tau lo acusó de usar implantes sensoriales, y todos esos exámenes decían que era lo más probable, me sentí defraudado, pero no de él, sino de mí, es como si de alguna forma mi falta de fe en Soulbreaker hubiese causado su caída. Muchas veces me pregunté si estaban haciendo lo correcto al internarlo, y traté de justificar esos actos con que estábamos bajo asedio por parte de los decepticons, pero eso nunca fue suficiente.

Rodimus escuchaba atentamente las palabras del guerrero; entonces supo qué era lo que debía hacer.

—Eres una luz de entendimiento para mí, Viejo amigo.
— ¿A qué te refieres?
—Lo que has dicho me ha hecho entender lo que debo hacer en su nombre.

Lo que le había faltado a él, lo tenía alguien que no era más que un técnico, desaparecido y solitario.

—En memoria del guerrero que derrotó a Runflight, no es necesario construir una estatua ni escribir grandes registros; eso no se condice con la personalidad de ese autobot ni con lo que sus actos demuestran. Ahora entiendo que él nunca quiso la gloria, sus objetivos siempre fueron mucho menos egoístas, y a la vez muchísimo más nítidos y transparentes. La historia, los registros históricos serán modificados, es mi obligación que se cuente todo como sucedió, al menos hasta donde puedo comprobarlo.
La meticulosa planeación que hizo Rubnflight para envolver con sus argucias  a Tau, el horrible crimen que cometió con él y la forma en que este se dejó engañar, convirtieron a Soulbreaker en una víctima, quizás una de las más perjudicadas por él. Quiso ayudar desde su lugar, pero por causa de una mal entendida jerarquía de credibilidades, su versión de los hechos fue teñida de desconfianza, y eso a la larga significó que tomara la decisión de alejarse de Cybertron para siempre.

Ultramagnus intervino, preocupado.

—Pero Rodimus, esa última parte no es así, al menos no del todo.
—Lo sé, pero si ya una vez permití que se ensuciara su nombre con acusaciones de ingesta de estupefacientes, no puedo permitir que tan sólo la más mínima duda empañe su recuerdo. El guerrero misterioso, el transformer sin nombre será un alma, una chispa que vino hacia nosotros para evitar el triunfo de Runflight por sobre la matrix de liderazgo, y esa luz que nos salvó, también nos dio claridad sobre lo que sucedió con otras víctimas de él. Sé que, en el fondo, en donde se encuentre —Primus quiera que descanse en la matrix—, a él no le importaría, que no necesita su nombre en una placa para satisfacer su ego.

Su interlocutor asintió, satisfecho.

—Tienes razón, a él no le hace falta eso.

Un guardia avisó que los convocados a la reunión ya se encontraban en la sala; Rodimus asintió.

—Por favor amigo, ve en primer lugar, iré a los archivos a dar las instrucciones correctas para los registros históricos. Estamos empezando una nueva etapa después de la destrucción de Unicron, y no quiero que esto quede pendiente.
—De acuerdo.

Rodimus se alejó mientras el otro autobot dirigía sus pasos hacia la sala de reuniones. Se sintió satisfecho de que, al menos al final, se le hubiera hecho justicia a Soulbreaker.

5

La corte de los despreciados. Un mes después.

Underslow salió de su habitación y se encontró con Chainrack.

—Qué tal.
—Hola.

Continuaron avanzando por el pasillo en silencio durante unos momentos; se trataba de un día importante para la corte, ya que al fin su viaje les había permitido encontrar algo que necesitaban mucho, y todos estaban dispuestos a ayudar en lo que fuera necesario.

—Va a ser una jornada larga ¿nos ayudarás no es así?
—Por supuesto.

Chainrack no pudo seguir disimulando su curiosidad.

—Escucha, sé que no te gusta mucho hablar de este tema, pero has estado muy silencioso últimamente ¿aún piensas irte de la corte?

Underslow había hecho un proceso interior largo y difícil; la muerte de su hermano lo sumió en la tristeza y la desesperación, pero al mismo tiempo lo obligó a replantearse muchas cosas, como su permanencia en la corte. El posterior ataque a Cybertron dentro de la misión de Aldren también tenía que ver.

—No. Tomé la decisión de quedarme; reconozco que no es sencillo a veces, ya sabes que Undertow y yo éramos muy unidos, y volver a perderlo luego de lo que pasó es difícil pero… es lo que él habría querido.
—Me alegra que te quedes.
—A mí también. ¿Sabes algo? Creo que en este tiempo, nunca aprecié de verdad la vida en la corte, fue mi hermano el que lo valoró de verdad, me refiero a lo que tenemos aquí, lo que la capitana hace por nosotros y cómo nos protege y nos ayuda.
—Entonces es una buena noticia.

Llegaron hasta una de las plataformas auxiliares; el asteroide, en esos momentos, estaba detenido, flotando a algunos cientos de metros de un risco, en la desértica superficie de un planeta rocoso. Se podía ver desde ahí los restos de un crucero espacial, abandonado en ese sitio quizás muchas décadas atrás.

—Casi tan buena como esta —agregó Chainrack con alegría—. Al fin encontramos una nave que tenga un reactor en buenas condiciones, y no tuvimos que robarlo.
—Como dice Heavythread, no lo tuvimos antes porque nunca pudo robar uno.

Aldren apareció volando rápidamente y pasó de jet a robot en un instante.

—Me alegra que ustedes dos estén aquí —dijo a modo de saludo—, ya está todo preparado.
— ¿Todo está listo allá abajo?
—Listo no es la palabra correcta, pero hay avances. Artwire ya dio su veredicto y el reactor de esa cosa no sólo está en buenas condiciones, sino que su estructura es casi de las mismas dimensiones que el que tenemos en la corte.
—Increíble.
—Bueno, en realidad es uno de los secundarios, con el tamaño de esa cosa sería imposible de otro modo; lo importante es que Artwire y los demás ya tienen casi terminado el trabajo de separar el cableado y las conexiones, para poder hacer el traspaso. Ustedes dos bajen a ayudar en lo que puedan, necesito muchas manos ahí y tengo que ocuparme de otras cosas.
—Como digas.

Aldren ingresó a la corte y se dirigió de inmediato al puente de mando; en el interior la actividad era intensa, los seis navegantes estaban ocupados gestionando todos los datos proporcionados minutos atrás por Alfan, quien desde luego comenzó a calcular la cantidad de energía necesaria para sostener la corte sobre el desierto planeta y las mejores vías de trabajo cuando aún no terminaban de llegar.

— ¿Cómo van esos cálculos?
—Alfan nos acaba de enviar el informe corregido —dijo Owlstar—, y de hecho, tenemos que estacionar el asteroide, o tenemos suficiente energía auxiliar para sostenerlo sin el reactor central.
—Rayos.
—Midsaw dice que el tubo gravitacional está desgastado —comentó otro de los navegantes—, y que necesita reparación.

Aldren no era partidaria de estacionar el asteroide; la última vez una tormenta eléctrica les voló varios pedazos, pero por otro lado, no podían perder ni un segundo más en tener el nuevo reactor. Si hasta ese momento volaban era gracias a las reparaciones, pero de todos modos un nuevo artefacto era de vital importancia; además, todos los componentes del anterior serían muy útiles para refacciones.

—Está bien, ya lo escucharon, vamos a estacionarnos dentro de cinco, los quiero a todos ocupados en eso. Filence.

Su oficial de mayor confianza apareció a los pocos momentos; ella hizo un gesto vago con las manos.

—Me estaría haciendo vieja si temiera estacionar la corte ¿verdad?
—No es ese tu estilo.
—Lo sé. Pero me preocupa un poco que haya tanto transformer dando vueltas por aquí cuando vamos a hacer este procedimiento ¿Qué tal si te ocupas?
—Me llevaré a la superficie del planeta a los que no estén en condiciones de trabajar, les servirá cambiar de ambiente por un instante; pero tendrás que prescindir de Ofiuft, ya sabes que lo siguen más a él que a mí.

Aldren soltó una risa en voz baja.

—Y a ti te encanta ser siempre diferente a todos; llámalo, vamos a descender en cuatro y medio.

Filence se retiró con su habitual calma y movimientos silenciosos. Aldren activó los controles manuales, y se sentó frente a la consola de mando para tomar el control total del asteroide. El futuro que veía en su mente, de manera constante, no incluía imágenes de la corte, y eso la tranquilizaba, casi lo suficiente para creer que todo iba a salir sin contratiempos. Dio el aviso por altavoz con su tono más cordial y calmo, decidida a no permitir que su propia desconfianza manchara un momento como ese, y esperó algunos momentos hasta que las voces y los pasos en los pasillos anunciaron que Ofiuft estaba llevando consigo a los más desvalidos a algo que, de seguro, era una excursión o alguna terapia, es decir algo típico en él para llamar la atención y entretener a todos; si bien podía ser cansador escucharlo hablar, más que al propio Chainrack, su aporte se veía en momentos como ese, ya que por su carisma tenía el don de arrastrar consigo a muchos de la corte. A través de las cámaras exteriores lo vio descender con un grupo de nueve, que era su cálculo acerca de los que era mejor mantener alejados de las situaciones de estrés en caso de ser posible; otros, como Alfan, no salían de sus habitaciones, por lo que no era necesario preocuparse por ellos.

— ¿Qué acaso crees que no sé que estás perdiendo el tiempo Heavythread? —dijo con falsa autoridad por el altavoz—. Haznos un favor a todos y deja de dar vueltas, no puedes escapar de esta misión.

A algunos pasillos de distancia, dentro de una bodega, el aludido miró hacia una de las escasas cámaras que había en la corte, e hizo un gesto de burla.

—Ya voy, ya voy, sólo espera un momento.

Aldren estaba muy cordial, eso sólo podía significar que estaba preocupada por el descenso que avisó poco antes; claro, el desastre de Arminio 9, cuando la tormenta eléctrica casi los despedazó, ese había sido e último evento en que habían estacionado el asteroide. Cómo pasaba el tiempo.
Heavythread salió de la bodega en donde estaba ordenando baúles de materiales, y se dirigió a uno de los pasillos inferiores, donde estaba el sector del reactor central; Artwire debía estar feliz de poder concretar al fin el cambio de reactor, después de tener en su poder los planos de acción durante semanas sin que tuvieran utilidad; por otro lado, a él también le venía bien que lo encontraran, ya que eso haría de sus excursiones al exterior un trabajo más meticuloso y menos arriesgado, antes se trataba de conseguir de todo, incluso repuestos que necesitaban porque el anterior estaba cayéndose a pedazos, ahora podría ser más cuidadoso, y también divertirse más si se escapaba a algún sitio en el universo.

—Oye, ¿piensas quedarte ahí de por vida? Por si no lo escuchaste, Aldren ya está dando la cuenta regresiva, vamos a descender y hay que hacer tiempo récord o jamás nos dejará en paz.

Soulbreaker estaba programando las consolas laterales al cuarto del reactor.

—Lo sé, ya terminé aquí.

Se miraron un momento sin decir nada, y un instante después, ambos reaccionaron a la vez, Heavythread lanzando una tuerca al aire, Soulbreaker atajándola con un movimiento limpio, con una de sus herramientas que había sacado de la placa en el costado; era un desafío de habilidad que tenían entre ambos, parte de los múltiples juegos que existían en la corte para mantener la entretención y un ambiente distendido.

—Pues creo que voy ganando por siete a cuatro —repuso Soulbreaker alegremente—, soy un maestro en estas cosas.
—No te las des de tan experto, novato.

Salieron al pasillo empujándose mientras charlaban.

—No me digas novato, voy ganando y lo sabes.
—Sólo porque tengas una buena racha no es señal de nada, ya verás que mi experiencia es superior en todo; además puedo hacerme invisible cuando quiera.
— ¡Eso sería trampa! —acusó el otro— No sería justo, sabes que si usas el escudo no podré verte.
—Sólo te advierto, no me provoques amigo.

Caminaron en silencio unos momentos más; Soulbreaker habló más seriamente.

—Escucha, yo…
— ¿Qué ocurre?
—No te lo había dicho pero, quería darte las gracias.
—Ni lo menciones —repuso Heavythread alzando las manos—, no hay de qué estar agradecido.
—Es que quiero agradecerte —insistió—, porque fue importante para mí. Me sorprendió mucho que hubieras recuperado la cápsula de Slimdeam en la que viajé, y sólo cuando la volví a ver me di cuenta de que era lo único que me quedaba de mi vida anterior.

La salida de Cybertron a bordo de La daga, que es como Aldren había bautizado después a la nave ligera en la que realizaron esa misión, había sido penosa y muy silenciosa para todos; Aldren dijo que ya no podían hacer nada más, pero dio a entender que el fin de Unicron estaba muy cerca, lo que significaba, de manera indirecta, que la tarea de Soulbreaker había llegado a su fin, con todo lo que eso significaba. Si bien era cierto que tenían que regresar a la corte, y que no podían perder mucho tiempo en el regreso porque el asteroide los esperaba en un determinado vector espacial, Heavythread insistió en que viajaran a buscar la cápsula perdida en la que Soulbreaker se había transportado tiempo antes; Luna Solire estaba en las mismas condiciones que siempre, excepto que el bar ahora era propiedad de un sujeto llamado Eoscil, quien se lo quedó luego de que Ricochet decidiera unirse al bando autobot como guerrero activo por algún motivo que nadie supo identificar. Tan pronto como encontraron la cápsula, irada a un costado de la plataforma de aterrizaje y juntando polvo estelar, a engancharon a La daga y emprendieron viaje de regreso a la corte, pero en ese momento, las cosas cambiaron; Aldren les dijo que tenían que volver a Cybertron, pero no anunció nada más. Para sorpresa de todos, encontraron a Soulbreaker, vivo y en pésimo estado, pero funcionando por un milagro del destino, a la deriva en el espacio, alejándose de la órbita del planeta mecánico.
“Pude verlo” dijo Aldren exultante, y sin más tiempo para perder, se dedicaron a recogerlo, y conectarlo de manera rudimentaria al reactor de la nave ligera, con lo que le proporcionaron la energía y estabilidad suficiente para el viaje de regreso. Artwire, Mudskin y Darion prepararon la sala de reparaciones y se dedicaron a reparar las incontables heridas que Sulbreaker tenía en el cuerpo, pero para sorpresa de ellos, los daños, si bien existían, parecían haber sido reparados por sí solos para permitirle resistir hasta ser encontrado por ellos. Poco después, cuando estaba en proceso de recuperación y mucho más estable, Soulbreaker le contó a Aldren y a Hevythread que después de derrotar a Runflight creyó que iba a morir, pero una energía misteriosa le dijo que podía descansar en la matrix, en el núcleo mismo de Cybertron,  pero que él había pedido algo mucho más sencillo, es decir, volver a su hogar. Aldren tenía la capacidad de ver el futuro, excepto el de los primes, ya que la energía de la matrix de liderazgo era tan poderosa que nublaba su visión, de modo que concluyó que, después de la batalla, en vez de morir, Soulbreaker había recuperado su vida.
“Pensé que había muerto en la batalla de ciudad autobot”
“La energía nunca se destruye —dijo ella sabiamente—, sólo cambia de estado, o se complementa. Nunca dejaste de ser tú mismo, y es por eso que pudiste volver a ser quien eras, por eso se te concedió esta nueva oportunidad”
La noticia del regreso de Soulbreaker fue recibida con alegría por todos, pero por suerte, quedó en segundo plano y él se reintegró a la vida cotidiana casi de inmediato.

—Mejor que la trajera yo a que después quisieras salir al espacio a buscarla tú solo, en alguna misión arriesgada.
—Sí, tienes razón, no tengo metal para eso. Gracias amigo.
— ¿Así que cambiaste la gloria de Cybertron por este asteroide?

Soulbreaker asintió, satisfecho.

—No podía elegir otra cosa amigo. Como dijiste, este es el mejor lugar del universo.


Fin.

La otra matrix Capítulo 18: La frecuencia correcta



Subterráneos de Kalis. Durante los primeros minutos del inicio del ataque de Unicron.

Runflight había tenido que tomar un tiempo para analizar algunas características del dispositivo que llevaba en su pecho; si bien, en un principio se sintió invadido de una gran sensación de poder y seguridad, al cabo de unos minutos se vio obligado a detenerse y revisar todo lo que estaba pasando en su cuerpo. Por una parte era imposible realizar un análisis de la copia de la matrix usando las computadoras internas, pero por otra, una vez que la copia lo reconoció, tuvo la capacidad de entenderla de alguna forma.
Era como si el dispositivo tuviera alguna forma de vida en su interior.
El poder de la copia de la matrix irradiaba sus circuitos, había modificado y fortalecido la coraza de su cuerpo y le permitía tener conciencia, como nunca, de las cosas que sería capaz de hacer, y desde un principio decidió que su siguiente paso sería eliminar a Rodimus prime, para poder quedarse con la matrix original y con la copia ¿Acaso podría fusionar ambas en una? La sola idea lo hizo deleitarse con un poder aún mayor, pero al mismo tiempo pensó que eso podría ser perjudicial, o de lo contrario los propios autobots la habrían utilizado. La mejor manera de enfrentar la situación sería destruir a Rodimus, y mantener en su poder ambas matrix, para poder controlar todo.
Entonces, algo dentro de su sistema le dijo que las cosas no tenían que ser necesariamente así.
En esos momentos sintió que la copia de la matrix de liderazgo de los autobots no era algo tan simple como una réplica; no habían hecho un dispositivo igual ni copiado la frecuencia de energía en un laboratorio.

—Es la misma energía…

A él mismo le costó convencerse en los primeros momentos. ¿Era tan sencillo entonces? No tenía necesidad de ir a matar a Rodimus para conseguir la matrix original, porque lo que importaba no era el objeto, sino la energía contenida en su interior.

—Sólo tengo que dar la orden, para que la energía de la matrix venga hasta aquí…

¿No lo habían descubierto los autobots, el mismo Rodimus? Quizás el hecho de tener la matrix desde más tiempo había nublado su juicio, pero el de Runflight estaba muy claro: tenía que encontrar la forma de ordenar a la matrix en el pecho de Rodimus prime, que enviara toda esa energ´mia a la copia que tenía él.

2

Subterráneos de Cybertron, mientras tanto.

Soulbreaker aún mantenía absurdamente sujeta la vara de metal de la que se había aferrado, y que usara como ineficaz arma, pero no tenía fuerzas ni siquiera para liberarla del agarre de sus dedos; en su interior rogó poder disponer aún de la energía que necesitaba.
Recordaba a la perfección la batalla con el mercenario, los golpes que habían destruido terminales nerviosas válvulas, conexiones y circuitos, reduciendo su cuerpo a un amasijo de metales que no podía controlar o dirigir. Movió la cabeza a un ritmo excepcionalmente lento, y vio partes del fuselaje del torso esparcidas por el suelo, entre los escombros del suelo que su enemigo había atravesado junto con él; el torso estaba completamente arruinado, enseñando las conexiones y el cableado interno, los ocasionales chispazos que evidenciaban que el castigo al que había sido sometido superaba con creces lo que era capaz de soportar.
Pero no se rindió, había visto en su mente, de una forma que no podía explicar, cómo las acciones de Runflight iban a causar un daño mucho mayor de lo que él mismo podía imaginar, y se dijo otra vez que no era el momento, que no podía rendirse ni quedarse quieto esperando a que el sistema se desactivara de manera definitiva.

—Necesito levantarme —suplicó en voz alta—. Necesito ponerme de pie, una vez más.

Durante lo que le pareció mucho tiempo no sucedió nada; el silencio se extendía a su alrededor como una señal de que en el exterior se desataba una batalla a cuatro bandas, donde una de ellas era la que tenía la mayor posibilidad de ganar.

—Por favor —rogó con todas sus fuerzas—, no puedo dejar que Runflight gane…

En ese momento, en el silencio y el abandono de ese lugar, una energía invisible lo levantó del suelo y lo mantuvo flotando; sin comprender lo que ocurría dirigió sus sensores ópticos en todas direcciones, pero no vio cuál era el origen de esa misteriosa fuerza.
De pronto, vio cómo desde el interior de su pecho brotaba una luz muy brillante, que iluminó todo alrededor; se preguntó si sería su chispa extinguiéndose, pero al mismo tiempo supo que no se trataba de eso: de alguna manera, la energía que fluía de su interior lo hizo sentir mejor, y detuvo las miles de señales de destrucción o paralización de sistemas internos que hasta ese momento lo habían atormentado. La luz se hizo más potente y, mientras él aún flotaba de una manera inexplicable, la luz emergió por completo de su cuerpo y se materializó frente a sus sensores ópticos; se volvió sólida, adquiriendo la apariencia de un cristal de hielo, traslúcido y con miles de facetas que se movían por sí solas en nuevos juegos de destellos que iluminaron hasta el último rincón del subterráneo en el que se encontraba. Suspendido frente a esa energía flotante, Soulbreaker se olvidó por un momento de todo lo que estaba sucediendo, y sólo pudo observar el interminable destello, sin siquiera preguntarse de qué se trataba; momentos después, la forma cristaloide de luz comenzó a moverse, acercándose a él. Un instante después, la luz tocó su pecho y se fusionó con él.

— ¿Qué es este poder?

De pronto, toda la estructura de su cuerpo se transformó. El amasijo de metales en que la más reciente batalla lo había convertido se revirtió, y con una rapidez sorprendente el sistema de cableado, las conexiones y válvulas internas, antes destruidas, se regeneraron como si de metal líquido hubiesen sido recubiertas. La energía también invadió el interior del cuerpo del robot, y su mente, antes ofuscada por el castigo, se despejó y vio con claridad lo que estaba sucediendo.
¡La energía de la matrix de liderazgo estaba en él!
Sin poder explicárselo a sí mismo, supo que la energía que estaba en él provenía de la matrix, y esta fue la que estaba restaurando hasta el último circuito de su cuerpo; de alguna manera tuvo una visión de su propio cuerpo, y entendió cómo su estructura se transformaba en el cuerpo que había sido antes de la batalla, pero el proceso no terminó ahí. Con el poder irradiando por todos los rincones de su restituido cuerpo, el fuselaje evolucionó, reforzando cada una de las placas acorazadas externas, agregando más articulación y capacidad de adaptación a los movimientos, equilibrando los niveles de transmisión de energía y adaptando el reactor interno para un rendimiento máximo. La vara de metal de la que se había sujetado durante la batalla contra Runflight, y que mantuvo en su poder casi por inercia, también fue afectada por el poder de la matrix, y su sencilla estructura se transformó, hasta convertirse en un hacha de asa reforzada de la misma altura que Soulbreaker y hoja con filo de energon puro, que resplandeció con poder propio.
“Runflight ha descubierto el secreto de la copia de la matrix” se dijo, en un atisbo de lo que estaba pasando más allá de él, y al mismo tiempo entendió que el portador de la matrix original, Rodimus prime, estaba a punto de perder para siempre esa energía y con ella, quizás también, su vida.

—Esto no ha terminado.

Una vez terminó el proceso que lo había devuelto a su estado anterior, y más aún, convertido en una versión mejorada de sí mismo, empuñó el hacha con la diestra, e impulsándose con los propulsores incorporados en la espalda, salió disparado a toda velocidad hacia la superficie; las paredes, antes sólidas divisiones entre distintos sectores se transformaron también, dejando el paso libre el robot que cargaba dentro de sí el poder que era necesario para detener a la amenaza. Soul prime voló más rápido de lo que jamás habría creído posible, sólo con un objetivo en mente: detener a Runflight.

3

Rodimus sabía que en esos momentos se estaba jugando el destino de la matrix de liderazgo, y junto con él el de toda la raza, y a pesar de estar siendo acosado por una incesante sensación de agotamiento y destrucción interna, no se rindió.

—La matrix…la matrix tiene que iluminar nuestros momentos de mayor oscuridad…

Abrió el compartimiento en el pecho y extrajo de su interior la matrix de liderazgo que tiempo antes había recibido de manos de Optimus prime. Con horror, confirmó que uno de sus peores temores estaba a punto de hacerse realidad, al ver que la luz en el centro del dispositivo perdía su intensa y apabullante luz; aun así no se dio por vencido, y aunque con dificultad, la elevó por sobre su cabeza, esperando que el destello que provenía de su interior fuese aún suficiente para alejar o mantener alejado el peligro, y para que pudiese también ayudarlo a él a encontrar la forma de revertir el angustioso momento que estaba pasando. Ante su petición, la matrix emitió un poderoso destello que iluminó todo el amplio y extenso túnel que estaba recorriendo, y como un faro apuntó hacia abajo, hacia el interior del planeta que según las historias más arraigadas dentro de la raza, albergaba el espíritu original de Primus.

—Por favor, no permitas que se apodere de la copia de la matrix…debo detenerlo…debe ser detenido a cualquier precio…

La luz que emitió la matrix se extinguió, y Rodimus volvió a depositarla en su pecho, sintiéndose por momentos un poco más aliviado y dispuesto a continuar el viaje hacia el destino que se había planteado.

4

Runflight al fin entendió que para poder manipular la matrix de liderazgo, sólo tenía que pedirle que hiciera su voluntad, de modo que se concentró al máximo en el poder que tenía dentro de él, y después de mucho pensar, comprendió que era en realidad mucho más sencillo de lo que pudiese haber pensado antes; sólo tenía que decirle a la copia de la matrix que tenía en su poder, que reuniera toda la energía en su interior, lo cual sería obedecido por el sistema de ambas ¡Ya podía saborear el poder!

—Ilumina nuestras tinieblas —dijo con la voz de Seentinel tau—, otórgame el poder residual de la otra matrix, y permíteme usarla para terminar con esta cruel batalla.

Su pecho destelló lleno de poder, pero cuando pensó que iba a suceder aquello por lo que ansiaba tanto en esos momentos, algo inexplicable ocurrió en su interior.

— ¿Qué está sucediendo?

De pronto no pudo controlar sus movimientos, como si una fuerza invisible estuviese sujetándolo. Intentó cambiar de forma, hablar o tan siquiera moverse, pero fue como si su cuerpo hubiera sido solidificado de repente por alguna misteriosa sustancia ¿qué podía estar provocando eso? Sea como fuere, la energía y la copia de la matrix seguían en su interior, de modo que no se rindió ante el pánico y luchó por liberarse de las invisibles ataduras que lo inmovilizaban, controlar sus emociones y volver a ser dueño de su cuerpo y mente.

—Esto no puede pasar…

Logró murmurar unas palabras, y con esto se convenció de que nada podría hacer mella en sus actos; sin perder el control de sí mismo, Runflight consiguió hacer que su cuerpo se moviera, dio un paso, luego otro, y poco a poco recuperó las fuerzas para moverse ¡Rodimus! Por supuesto, el, hasta ese momento líder de los autobots debía estar ofreciendo resistencia a ser despojado d ela matrix, pero el mercenario sabía que podía ser no sólo más fuerte, sino que también mucho más poderoso.

—Matrix de liderazgo, yo, Tau prime, invoco tu poder —exclamó con la voz de Sentinel tau, haciendo acopio de su máxima fortaleza—, reúne aquí la energía que necesito, yo te lo ordeno.

Un intenso brillo emergió de su pecho, pero se apagó de manera inmediata; la pared a uno de sus costados se transformó y dio paso a una compuerta, a través de la cual apareció Soul prime.

— ¡Tú!

Al ver al enemigo al que creyó destruido minutos antes, Runflight comprendió qué era lo que había estado faltando dentro de toda esa historia hasta ese momento; de alguna manera, él se había enlazado a la copia de la matrix que tenía en su poder, de ahí que luchara con tanto ahínco por protegerla.

—No vas a quedarte con la matrix.
—Ya lo hice, y te mataré a ti, cuantas veces sea necesario.

Soul prime no esperó un segundo más, y aferrando con fuerza el hacha, se lanzó con todo contra su adversario; este, embriagado de poder y de furia, extrajo la espada cuyo filo había sido aumentado y reforzado al apropiarse del dispositivo, y se arrojó también, dispuesto a la batalla. Al chocar, las armas provocaron un sonido metálico ensordecedor, y lanzaron cientos de haces de luz como pequeñas cuchillas en todos los sentidos, las que se incrustaron en las paredes dejando marcas humeantes; la energía desplegada por ambos los envolvió como una burbuja de poder puro, que hundió el suelo y abolló techo y paredes: ambos estaban peleando a muerte. Convertidos ambos en verdaderos titanes, desplegaron aún más poder, y con movimientos asesinos se enfrascaron en un enfrentamiento donde cada gesto podía definir la batalla. Runflight usaba todo el poder de su gran tamaño y los certeros movimientos de su espada, pero Soul prime hacía gala de técnicas de combate refinadas, e impregnaba cada golpe de un movimiento sorpresivo, combinando el poder del hacha con ataques más próximos como barras de energía sólidas y láser de corto alcance. Runflight puso distancia entre ambos y atacó con lásers de alta potencia, pero su adversario repelió cada uno de ellos usando sus placas protectoras y se dispuso a atacar de nuevo.
“Estoy perdiendo demasiado tiempo. Tengo que destruirlo”
El mercenario se elevó y voló a gran velocidad, ascendiendo por un túnel de gran diámetro; no podía concentrarse en la matrix si tenía que usar su poder para derrotar a su rival, pero tampoco le estaba siendo sencillo derrotarlo ¿cuánto de ese poder residiría en él? No, él no tenía la copia de la matrix y tampoco la original, podía haber obtenido una fracción y estarla usando como un aumento de poder, pero era imposible que tuviera más poder que ese. Repuesto de la sorpresa inicial, empuñó la espada y regresó por el camino que estaba trazando, a enorme velocidad, mientras su perseguidor volaba hacia él con el hacha en la diestra, dispuesto a derrotarlo. Una vez más, el choque entre los rivales provocó una ola de energía desplegada a máxima potencia, la que arrojó otra vez chispas que quemaron el metal aún a varios metros de distancia. Soul prime utilizó la cercanía de ambos para mantener el hacha sostenida con la izquierda, mientras con el brazo derecho lanzó un puñetazo; Runflight alcanzó a reaccionar e imitó el gesto, sin anticipar que el golpe de su enemigo iba acompañado de una carga energética que detonó una enorme explosión: ambos fueron arrojados a los costados, pero el mercenario decidió que se trataba de una buena técnica de combate y la imitó, lanzándose otra vez con toda su fuerza. En esa ocasión el choque de poderes fue idéntico en fuerza, y los dos guerreros quedaron enfrentados, arma y arma, puño y puño, sin querer ceder un solo centímetro.

—Tus intentos son inútiles ¡Yo tengo el poder de la matrix!
— ¡Nunca será tuyo! —Gritó Soul prime— No te quedarás con este poder ¡No lo permitiré!

Ambos dieron un salto atrás, y por unos momentos quedaron inmóviles, estudiando al rival y planeando la siguiente parte de la estrategia. Entonces Runflight soltó una risa malévola.

— ¡Ya entiendo! Tú eres lo que se interpone entre la matrix y yo; fuiste lo que se interpuso con Rodimus, por eso él no usó la copia, y ahora es por ese mismo motivo que la transferencia entre un dispositivo y otro no es completa. Pero lo solucionaré, y cuando te mate, la energía fluirá de ti hacia mí en un instante.

La batalla los había llevado por los túneles hacia un gran ducto que conducía al centro del planeta; a su paso habían dejado miles de marcas de la batalla mortal que los enfrentaba. Runflight se transformó rápidamente a la apariencia de Sentinel Tau, y utilizó de él las placas reforzadas de los brazos para lanzar artillería pesada en contra de su rival; Soul prime no se intimidó por el ataque, volvió a elevarse y, esquivando los misiles y destruyendo los misiles dirigidos, se acercó a su enemigo blandiendo el hacha con fuerza.

— ¡Muere!

Runflight permitió que el hacha golpeara en la placa protectora del brazo izquierdo, mientras con el derecho asestó un golpe directo al pecho de su enemigo, pero este dio una voltereta y asestó un puñetazo que lo hizo retroceder para, acto seguido, realizar una sucesión de golpes con el filo de su arma; el mercenario cayó ante la superioridad de los ataques de su enemigo, pero no se dio por vencido y retrocedió, convirtiéndose otra vez a su forma original y disparó los lásers de más alta potencia.
Soul prime se quedó de pie, no hizo ningún movimiento y recibió el ataque directo. Cuando la explosión a su alrededor se disipó, el mercenario pudo ver que su oponente no tenía daño alguno.

— ¡No puedes ganar! —gritó con furia— ¡Yo tengo la matrix!

Soul prime lo miró con determinación.

—Pero no tienes su poder.

El guerrero volvió a elevarse y emprendió un nuevo ataque; Runflight combinó técnicas de disparos de corta distancia con el poder de su espada, pero el filo de esta fue partido en dos por un corte preciso del hacha de Soul prime. Acto seguido, el transformer asestó un puñetazo directo al pecho, el que atravesó el fuselaje y continuó, hasta tomar entre sus dedos la copia de la matrix.

—No…

Sin esperar más, Soul prime apretó el dispositivo con todas sus fuerzas, consiguiendo quebrar el soporte; arrancó el objeto de su enemigo y con un movimiento más, destruyó la copia de la matrix en mil pedazos, que cayeron sobre el suelo del derruido e improvisado escenario de batalla. Runflight, sin poder creer todavía lo que estaba pasando, soltó la destrozada espada y retrocedió, con las manos llevadas al pecho; su cuerpo se convulsionó, y tras un eterno instante, el mercenario cayó de bruces, su chispa extinta por el ataque recibido.
El transformer contempló por un momento los trozos de la copia de la matrix, que desperdigados por el suelo lucían grisáceos y desprovistos de todo tipo de energía, puesto que la que contenía se había trasladado hacia él. Después de ser absorbida por Runflight, la copia de la matrix había resultado corrompida, y la única forma de salvar la energía contenida era devolverla a su poseedor original, cosa que terminaría de suceder cuando cualquier otro receptor dejara de existir.
Cuando el hacha cayó de su mano, perdió todas las características que antes tenía, y volvió a ser solo una vara de metal sobre el suelo de uno de los pasillos de Cybertron. Soul prime volteó, incapaz de seguir viendo el cruel espectáculo que se había visto obligado a causar, y observó por un momento el gran túnel, silencioso y vacío, que conducía más y más abajo; un momento después, su cuerpo se transformó, regresando a la apariencia que había mantenido Soulbreaker, y la luz que antes se depositara en su pecho emergió, adoptando otra vez la forma de un cristal traslúcido con miles de formas y facetas.

—Rodimus debe detener a Unicron y a Galvatron; la energía no puede ser dominada, debe ser utilizada para su propósito inicial, y esta fuerza debe estar en poder de un único líder autobot. Ya no hay nada que se interponga en ese objetivo.

La forma lumínica hizo un destello muy fuerte, tras lo cual esapareció, iniciando un viaje a velocidad luz de regreso a la matrix original. Soulbreaker perdió la fuerza en las extremidades y cayó, de bruces, por el gran ducto, ya sin fuerzas para evitarlo y sin propulsores para poder volar. Su cuerpo cayó por el ducto, hundiéndose en las profundidades.

5

Rodimus sintió cómo, de pronto, la energía en su cuerpo volvía a fluir, y siguiendo un presentimiento, extrajo desde su pecho otra vez la matrix, la elevó por sobre su cabeza, y la luz que emergió de ella con todo el poder que siempre debió haber tenido.

—Al fin está completa —exclamó asombrado—, pero no entiendo cómo…

El entendimiento llegó hasta él a través de una serie de imágenes que fueron transmitidas desde el centro mismo de la matrix que mantenía en sus manos; vio la batalla en contra de Runflight desde el punto de vista de quien lo enfrentaba, vio cómo el mercenario se transformaba en Sentinel Tau, y comprendió que este había muerto bajo su arma, y también vio la caída de Runflight y cómo una mano destruía su pecho y con él, la copia de la matrix que él mismo pretendía ir a poner bajo resguardo ante el peligro inminente. Entonces el enemigo había sido derrotado, y la energía antes dividida estaba de regreso en su poder. Por eso es que antes se sentía tan extraño en presencia de la copia, porque sentía a la vez que se trataba de algo confiable y que su energía no contenía trampa alguna, pero a la vez faltaba algo en ella, es decir, una tercera porción contenida dentro del misterioso guerrero que había causado la caída del mercenario.

—Gracias —dijo dirigiendo sus palabras al anónimo luchador—, gracias por permitirme ver esto, te debo la fuerza que tengo ahora, y la usaré para detener al maligno Unicron y los planes de Galvatron.


6

Soulbreaker cayó sobre el suelo metálico ya sin poder moverse; ignoraba en dónde estaba, pero después de lo sucedido, podía imaginar que se encontraba en alguno de los subterráneos más profundos de Cybertron. Tendido de espalda, contempló el techo desnudo y las minúsculas luces iluminando débiles el entorno, ignorando las señales de su sistema que reiteraban el daño extremo.
En su interior sabía que, después del esfuerzo supremo de la batalla con Runflight, había tenido la fuerza suficiente para eliminarlo, con lo que sólo bastaba un paso más para restituir la energía de la matrix de liderazgo a su ubicación original y única. Ya nada importaba, la misión estaba cumplida y, aunque lamentaba no poder verificar por sí mismo el hecho, en el interior de su chispa supo que estaba a punto de suceder. Que Rodimus había recuperado el control total de la matrix y que con él podría encabezar a las fuerzas autobot a la victoria sobre Unicron.
Supo que todo el poder que lo había restaurado era temporal, de modo que, lo que quedaba de él, era apenas un cuerpo completo, más íntegro que antes, pero de todas maneras resultado de las batallas; destrozado, inmóvil, no sintió amargura, sino tranquilidad por haber conseguido poner a salvo la matrix y con ello, cumplido. El resto sobrevendría dentro de muy poco.

—Has luchado mucho, hijo.

La voz parecía no proceder de ningún lugar, y sin  embargo era como estar escuchando a alguien que estaba justo frente a él. El techo frente a sus ojos se transformó en una puerta, tras cuyo umbral apareció un campo de luz infinito, tan rico en matices y tonalidades que, su sola visión, le hizo olvidar todo lo ocurrido.

— ¿Es el núcleo de Cybertron?

Sus propias palabras sonaban ajenas, con un eco lejano, como si estuviera en un sitio de paredes gruesas y bajas; permaneció ante el umbral, incapaz de moverse.

—He visto tus movimientos —dijo la voz—, me he condolido con tu congoja, y he celebrado tus avances; las heridas que tienes son más de las debidas, porque tu sacrificio ha sido más que el esperado por cualquier ser vivo de tu raza, y hago mío tu dolor en este momento y en este lugar.

Durante largos momentos,  Soulbreaker no pudo hablar ¡era la voz de Primus! Ese tono sereno, a la vez lleno de autoridad, sabiduría y aprecio, mezclados en una combinación imposible más allá de cualquier entendimiento, estaba hablando con él, un simple transformer, podía escucharlo dentro de su ser, haciendo que remitiera la consciencia de sus críticas heridas, logrando que los sistemas internos callaran las antes constantes alertas de apagado definitivo, y consiguiendo que el miedo, la furia y la angustia se disiparan. Ante ese umbral, fue como si de pronto, por un arte que no comprendía, los conflictos del pasado fueran desplazados a un segundo plano. Y sin embargo, ante tan grande presencia, se sintió horrendo y bajo, culpable de mil hechos que no lo hacían digno de ese instante de revelación.

—Lo lamento, nunca quise asesinar a nadie.

La voz sin embargo, se llenó de una infinita compasión, que lo hizo sentir aún más pequeño e insignificante.

—No eres un asesino, Soulbreaker. En aquella hora oscura, fuiste un faro de luz donde nadie más pudo, y ese es tu mayor logro. Porque tu visión no estaba cegada por la auto complacencia, el egoísmo ni la vanidad, y desde tu ingenuidad, fuiste capaz de ver más allá y, con valor, enfrentar la adversidad.
Blandiste tu arma con amor por la vida, procurando no destruir al que estaba equivocado, y con precisión contra el que quería arrasar con la existencia de otros, pero aun lamentando tener que tomar entre tus manos la suya. Porque fuiste un heraldo de rectitud y compasión, es que tus heridas superaron tu resistencia, pero no dimitiste y abrazaste el destino con sabiduría y valor.
Sé que has sufrido, y que la paz de una vida entendida como normal jamás volvió a ti desde el aciago día en que tu chispa se extinguió. Sin saberlo a ciencia cierta, has viajado buscando consuelo y un hogar, sintiendo que estás en un plano distinto al que te corresponde. No para autobots, no para decepticons, tú has sido, para todos, una esperanza, y por eso tienes mi gratitud.

Soulbreaker exclamó, escandalizado.

— ¡No la merezco! Sólo...sólo soy un transformer.

La infinita sabiduría de la voz llegó hasta él otra vez, más amable que antes y a la vez, orgullosa.

—Soulbreaker, eres mucho más de lo que tú mismo ves en ti, y ha sido por esa transparencia y virtud que tienes mi crédito absoluto; tú eres la muestra de cómo se debe vivir, de que es posible abrazar la paz y el entendimiento con todos sin querer destruir, y que la compasión por otros y el respeto por la vida puede sobreponerse a todo. Ahora tienes la opción de estar en la matrix, de perpetuar tu legado como un auténtico líder y salvador, para siempre.

La luz en el umbral se extendió hacia él y lo cubrió por completo.

                                     

Próximo capítulo: Alarmas de guerra

Por ti, eternamente Capítulo 19: En las manos de la muerte




A pesar de que la noticia de la desaparición de un menor a manos de un hombre ya era de conocimiento público,  los acontecimientos ocurridos esa mañana en la cercanía del pueblo de Santa Marta cambiaron todo el panorama. Alguien filtró la noticia, y todos los medios de prensa se volcaron a terreno para conseguir cualquier clase de imagen o dato que les sirviera para profundizar la noticia.
Aun sabiendo que era inútil tratar de esconder la realidad, el oficial Ignacio Armendáriz ordenó a todo su equipo acordonar el sector, cortar la única vía de acceso y solicitó inmediatamente más oficiales para poder comenzar con el rastreo y las entrevistas a todo aquel que hubiera estado involucrado o fuese testigo de cualquiera de los tres hechos que tuvieran lugar de manera casi simultánea; sin embargo y a pesar de estas rápidas precauciones, para cuando todo el sector estaba cerrado las radios emitían sendos informes sobre el escándalo de la carretera y los canales de televisión ponían al aire segmentos extra de noticias comunicando los hechos,  informando a medida que sus periodistas en terreno trataban de conseguir más datos.

—Marianne ¿Dónde están los periodistas y ese otro hombre del accidente?
—Los llevaron al centro de urgencias, al parecer todos están fuera de peligro señor. Envié oficiales junto con ellos para evitar que los periodistas los acosen y además para que estén pendientes cuando podamos interrogarlos; también tomamos la grabadora, la cámara y el bloc de notas que encontramos en el lugar del accidente  y conservamos los teléfonos celulares de los 3.

Armendáriz respiraba dolor.

— ¿Y los otros dos?
—Están en la unidad médica del pueblo, tan pronto llegue el transporte los llevarán a la capital, no están tan grave pero su estado es de cuidado, sobre todo por lo que ocurrió ahí.
—Muchas gracias Marianne.

Ignacio estaba desolado, no podía entender cómo era posible que después de todos los esfuerzos que él y su equipo habían realizado, las cosas al final habían terminado tan mal; tenía en sus manos la investigación más desastrosa de toda su carrera y no sólo eso, ni siquiera tenía claro cuál había sido específicamente el trágico final, pero sí sabía que ya lo había manchado a él, a la familia De la Torre y a la policía.

—Señor.

Se acercó Andrade, uno de los oficiales que estuvo cerca del lugar donde desapareció Segovia.

—Tenemos la mochila, al parecer era lo único que cargaba consigo en esos momentos, por lo visto la dejó antes del momento en que...

El oficial era muy eficiente, pero era joven y lo que había visto, aunque tal vez no lo traumatizaría, si lo había afectado, por lo tanto era difícil para él enfrentar la parte más cruda de toda la trayectoria que como equipo habían realizado hasta ese terrible punto final.

—Revisen la mochila —replicó Armendáriz en voz baja—, y continúen rastreando la zona, si dejó la mochila puede haber dejado algo más.

Se alejó del grupo de vuelta al incipiente bosque donde había visto por segunda vez a Segovia. No podía creer aún que había estado tan cerca, a sólo unos metros de él, y que una serie de circunstancias los había separado de esa manera. Sabía también que no podía culpar a su equipo de lo que había pasado finalmente, a fin de cuentas él mismo los había llamado temiendo lo peor,  sospechando que los últimos hechos habían desencadenado en Segovia el tipo de carácter que lo haría reaccionar de manera violenta y desatada como en un principio había esperado alcanzar a evitar. Cuando se encontró cara a cara con Segovia la primera vez, vio en él, al mismo tiempo dos tipos de personas distintas, por un lado había visto lo que le dijera de él su superior, lo que presagiaba lo que había hecho y la denuncia de la familia de la fallecida madre, con aquellas veladas segundas intenciones, lo que al mismo tiempo pudiera interpretarse como miedo a decir algo de lo que no se tienen pruebas, como también intención de causar un efecto más rápido. Pero también vio un hombre joven, más joven que él, con aspecto de muchacho, nada más un muchacho asustado, temeroso de lo que pudiera pasarle. Sabía por experiencia y por estudios que en muchos casos los sujetos con algún tipo de trastorno mental pueden adquirir comportamientos distintos a sus objetivos, y que por lo general son personas atractivas ante los demás o que provocan simpatía a través de una actitud amable o lastimera, pero independientemente de lo que pudiese haber visto en Segovia, tenía muy claro que lo principal en el caso que tenía entre manos era recuperar al bebé y ponerlo a resguardo para que no siguiera expuesto a cualquier tipo de peligro. En lo personal,  creía que Segovia era más un trastornado que un criminal, pero lo que ocurriera con él, como en todos los casos que había tomado antes era algo que no dependía de él sino de las autoridades; siendo honesto consigo mismo había cometido un error al subestimar lo que ese individuo pudiera hacer, con lo que había arriesgado la integridad del menor. En esa ocasión el resultado había sido perder momentáneamente la pista del niño, su automóvil y el respeto de oficiales a cargo, pero lo que más le preocupaba no era su integridad física o lo que los demás pudieran pensar de él, lo preocupante era visualizar a través de los resultados una cara de Segovia que le era desconocida. ¿O tal vez sólo era instinto de supervivencia? Sacó una lección de esa ineficiencia, aprendió de su error y se propuso corregirlo capturando a Segovia, y  devolviendo al niño con su familia, que era el lugar de donde nunca debió haber salido. Sin embargo y a pesar de las precauciones que como policía habían tomado, otros factores se vieron involucrados, el más preocupante de ellos era la presencia de esos dos periodistas, por un lado porque eran lo bastante astutos como para estar adelante incluso de Segovia, y por otro porque eso mismo podía significar que lo hubieran ayudado desde el principio; el choque, por irónico que suene, había puesto al descubierto esta nueva faceta oculta, pero el siguiente paso había definido sus actos. La escena en la que se encontró superaba todo lo que había esperado que pasara, pero aun así el objetivo principal seguía siendo el mismo, recuperar al bebé, aunque desde luego la tarea se tornaba desesperada considerando el último hecho de violencia.
Lo último que vio de Segovia no había sido ni una fiera ni un hombre trastornado, había visto a un hombre herido, a punto de estallar, y cuando todo parecía llegar a su fin el azar había conjugado varios elementos en un horrible panorama. La reacción instintiva de Segovia, de huir y protegerse era esperable al ver en su trayectoria a oficiales armados, pero lo que ni él ni los oficiales ni el propio Armendáriz podrían predecir era el traicionero barranco, que como una trampa tragó entre sus ramas tanto al hombre fugitivo como al pequeño que llevaba entre sus brazos.

En ese momento sonó su teléfono celular.

—Señor —dijo en voz baja.
— ¿Qué es lo que está pasando Armendáriz por Dios? Necesito una explicación de esto ahora mismo, toda la prensa está lanzando información de manera irresponsable, las cosas que dicen son atemorizantes.
—Lo sé señor.
—Entonces dime qué es lo que pasa.
—Se trata de Segovia y el niño señor.
— ¿Qué ocurrió?
—Sufrieron un accidente.

Por un momento no pudo hablar.

— ¿Qué pasó? No te quedes callado.
—Cayeron por un barranco señor. Aún no sabemos cuál es la profundidad pero mi gente está trabajando en el sitio del suceso para definir la distancia y encontrarlos.
—Encontrar los cuerpos —lo corrigió fríamente su superior del otro lado de la línea—, eso es lo que me quieres decir; nuestra gente ahora va a buscar dos cadáveres.
—Señor no tenemos la seguridad de que ellos...
—Armendáriz —lo interrumpió su superior con tono autoritario—, están en medio de un bosque en una zona prácticamente  inhabitada, me dices que el hombre cayó a un precipicio y un segundo después insinúas que no tienes seguridad de que esté muerto ¿Cuál es la profundidad del precipicio?
—Lo estamos investigando.
—Que lo estén investigando indica que es lo suficientemente profundo como para que alguien muera si cae en él, y aunque el hombre estuviera vivo, las posibilidades de que el niño también lo esté son ínfimas, y sólo estoy haciendo el cálculo basándome en lo que acabas de decirme; pero tú estás ahí, lo debes tener más claro que yo. Escucha Armendáriz, no te niegues a los hechos. Debo tener un informe completo en una hora.

Su superior cortó el teléfono y Armendáriz volvió a guardar el celular en su bolsillo. Era cierto, tenía que hacer frente a la realidad y reconocer que las posibilidades de encontrar con vida a Segovia y el pequeño Ariel de la Torre eran ínfimas, pero al mismo tiempo sabía con total claridad que su trabajo ahí no estaría completo hasta que tuviera una respuesta absoluta a esa interrogante. Y para eso necesitaba encontrar sea como fuere a Víctor Segovia.



2

Arturo estaba en su habitación viendo las noticias de última hora y sentía que no soportaba continuar enterándose de lo que sucedía en el exterior.

—Esto no puede estar pasando por Dios.

La información era confusa, pero en lo que los medios no se equivocaban era en decir que algo muy malo había pasado durante la persecución de la policía sobre Víctor.

El mismo se sentía muy confuso desde la última vez que había hablado con Víctor. Las cosas se había sucedido una tras otra, y él había seguido ávidamente cada detalle, cada nuevo rumor, como si en cierto modo estuviera corriendo tras la policía y los periodistas, esperando ver una luz de esperanza en un camino que a cada momento se veía más turbio y oscuro; luego sólo algunos momentos de silencio, ninguna información nueva que fuera relevante al respecto, y de pronto todo se había sucedido. Entre las muchas noticias que no le importaban había dado con el caso del choque en la carretera, muy cerca del pueblo de Santa Marta, y luego estaba lo de las redes sociales, ésta noticia no oficial tan cerca, y toda la policía movilizada porque al parecer habían encontrado una pista. Su primera impresión fue sospechar, pero luego un nuevo rumor más estremecedor que los anteriores se filtró con rapidez, la clase de noticia en donde nadie se atreve a desmentir ni confirmar nada, pero queda claro de qué se trata. En su mente el temor surgió de inmediato, creyendo que la policía finalmente había encontrado a Víctor, pero amenazando con develar algo horrible que había pasado. Los más arriesgados decían que la policía había tenido que abatir a Víctor a balazos, mientras otros decían que lo habían capturado y se encontraba retenido bajo reserva máxima, mientras el niño era devuelto a las autoridades pertinentes. Había pasado más de una hora y aún no había ninguna información oficial, solo una policía de apellido Carrizo había declarado de forma muy escueta que la investigación había enfrentado algunos contratiempos y que se estaba analizando un sector cercano al sitio del accidente en la carretera porque habían pistas más relevantes, pero no dijo nada más y eso a fin de cuentas era lo mismo que los rumores que estaban haciendo por internet.
A cada segundo parecía haber alguna nueva interrogante o cuestión que preguntarse, porque no sólo no sabía en donde estaba Víctor, tampoco por qué la cosas pasaban de esa manera,  qué estaba investigando la policía en ese lugar, porqué alguien filtraría la noticia de un accidente trágico, porqué motivo la policía había cercado el sector cerca del accidente en la carretera, qué más había ocurrido, qué era lo que estaban ocultando, y lo más importante de todo, por qué los policías no decían nada, por qué en la única captura de pantalla que había, de la entrevista a Carrizo, los oficiales se veían tan afligidos. Arturo sentía que estaba volviéndose loco, necesitaba una respuesta y sabía que en algún momento los efectivos tendrían que decir lo que estaban ocultando. A la vez quería saber la información y tenía un miedo absoluto de escucharla.

3

Armendáriz estaba aún en el sitio acordonado cuándo Bárbara Carrizo se acercó a él.

—Ignacio.
— ¿Qué pasa?
—Esos malditos carroñeros de los periodistas no se van a mover de aquí, pero lo que no me explico es quién pudo filtrar la noticia; estoy segura que ninguno de ellos lo haría.

El policía miró hacia los árboles donde esos hombres y mujeres a su cargo continuaban el rastreo minucioso que él mismo les había encargado. No, él tampoco creía que uno de ellos pudiera hacerlo.

—No lo sé, pero me preocupa que están filtrando información, sobre todo cuando no tiene nada que ver con la realidad. Ni siquiera nosotros sabemos exactamente qué es lo que pasó.

Se quedó unos momentos en silencio, recordando las palabras de su superior; realmente, en el fondo, estaba negándose a la posibilidad de que Segovia hubiera muerto, y mucho más a que el pequeño Ariel estuviera muerto. ¿Cómo podía ser, cómo podía haber terminado todo en esa horrible tragedia? Tenía que buscar la respuesta, y no estaría tranquilo hasta que lo viera con sus propios ojos.

4

Gladys estaba en su casa escuchando con atención las noticias que iban saliendo una tras otra en la radio. No podía creer lo que oía, había un estremecimiento en lo profundo de su alma tan sólo de imaginar que las cosas que estaban diciendo de Víctor hubieran provocado una desgracia. La prensa hablaba tanto de una desgracia ¿Por qué hablaban de un accidente? ¿que acaso ese policía y Víctor habían tenido un nuevo enfrentamiento?  No podía imaginar que a ese pobre muchacho le hubiera sucedido algo grave, pero lo cierto es que ese policía grandote estaba persiguiéndolo y aparentemente en la policía tenían algún tipo de prueba, en su contra. ¿Por qué no simplemente escuchaban? Era tan sencillo como verlo, conversar con él y ver la relación que tenía el pequeño con Víctor para entender que entre ellos dos no había nada malo; había demasiada gente confundida, equivocada, y de seguro también habían muchas personas tratando de hacerles daño, aunque no se imaginaba porqué.

—Por Dios —dijo en voz alta con la garganta apretada, temblando ante las posibilidades que se dibujaban en su mente—, por Dios, que ese muchacho y su hijo  estén bien.

5

Álvaro despertó recostado en una camilla en un centro de urgencias; cuando abrió los ojos lo primero que vio fue la cara de la enfermera que estaba revisando su estado de salud.

— ¿Cómo se siente?
— ¿Dónde estoy?

La enfermera lo miró con la comprensión clásica de quien ha visto ya de todo.

—En el centro de urgencias, tuvo un accidente.
— ¿Dónde… dónde está Romina? ella estaba conmigo.
—Su esposa se encuentra bien, ustedes dos tuvieron mucha suerte. Sufrieron traumatismos y algunos cortes pero por lo que dijeron del choque pudo haber sido mucho peor.

En ese momento recordó lo que había sucedido; Víctor Segovia estaba junto con ellos en la camioneta, le habían hecho una serie de preguntas, él descendió del vehículo para continuar su viaje y ellos habían tomado la decisión de decirle a la policía en donde estaba él, pero el otro vehículo se estrelló con ellos; sintió el golpe, su cabeza se estrelló contra el parabrisas y perdió el conocimiento.

—Necesito verla —dijo tratando de incorporarse,  pero en ese momento los golpes de los que hablaba la enfermera lo detuvieron, dejándolo recostado.
—Le dije que habían tenido suerte —lo reprendió ella—, pero de todas maneras debe guardar reposo.
—Necesito ver a Romina.
—Podrá verla después; ahora, tiene que descansar.

La enfermera iba a retirarse de la habitación, pero una nueva pregunta surgió en la mente de Álvaro.

—Señorita, en el lugar...en el lugar en donde fue el accidente... usted sabe si ocurrió algo más ¿qué pasó con la policía?

La mujer se quedó detenida y lo miró lentamente, decidiendo qué era lo que tenía que decir, pero al final consideró justo hablarle de algo que él de todos modos sabría.

—Mire, las cosas por aquí están muy complicadas, la policía no quiere decir nada, todos están muy nerviosos,   tienen cortado el tránsito, nadie puede ir hacia el otro pueblo ni de allá para acá, pero lo que sí está claro es que pasó algo grave.

Segovia, se dijo Álvaro mentalmente.

—Usted... usted sabe si en las noticias han dicho algo... del caso del niño desaparecido.

La enfermera frunció el ceño.

— ¿Quién es usted?
—Soy periodista.
—Ah, claro, es periodista, eso significa que usted debería ser más que yo.

Por lo visto la noticia de su trabajo la había violentado, pero él estaba acostumbrado a esa reacción en las personas.

—Dígame si sabe algo, si hicieron algo mientras nosotros estábamos aquí.
—Nadie sabe nada —replicó ella en voz baja—, pero escuché... la gente comenta, dicen por ahí que estaba cerca en el otro pueblo, y dicen que el lugar en donde los encontraron a ustedes hubo otro accidente, y parece que hay un muerto.

                                           


Próximo capítulo: Pistas ciegas

Broken spark Capítulo 2: Una nueva apariencia. Segunda parte



La conversación que se había estado desarrollando entre los maximales quedó interrumpida ante las palabras de Optimus.

—Esos eran gritos de alguien a quien estaban torturando, y estaba gritando mi nombre.

Rattrap se encogió de hombros quitándole importancia al asunto.

—Por favor, todos los maximales estamos aquí, es obvio que se trata de una trampa para atraerte.
—No lo creo —replicó Optimus—. Hay algo en esa voz… no puedo creer que sea fingida; vamos a ir a investigar.
— ¿Vamos?
—Sí, vamos; somos un equipo y no nos vamos a separar.

Cheetah se mostró entusiasmado con la idea de salir de los alrededores de la nave

—Excelente, qué bueno que vamos a hacer algo, sería una buena oportunidad para estirar los miembros y probar cuál es mi verdadera velocidad.
—Ni lo pienses —lo interrumpió el líder—, mientras no sepamos con exactitud qué es lo que causó esos gritos nadie va a moverse solo; concuerdo en que puede tratarse de una trampa, pero también puede ser algo mucho peor. Avanzaremos en formación cerrada, con cuidado.

2

Dinobot se sentía bastante contento con el resultado de su trabajo; contempló la forma en que las cadenas que había robado desde la nave mantenían el cuerpo de Scorponok fuertemente sujeto, asegurando tanto el aguijón como las tenazas, para evitar que pudiera liberarse o atacar.

—Eres un maldito demente.

Scorponok apenas pudo balbucear estas palabras, acosado por el dolor que sus terminales nerviosas revelaban segundo a segundo luego de la tortura a la que había sido sometido.

—Parece que tus emisores de audio aún no están dañados —dijo Dinobot, susurrante, con un tono divertido.

Desvió la mirada hacia un costado en donde, sobre el suelo del prado, se encontraban las ocho patas del escorpión desperdigadas, inertes, excepto la última que había arrancado, que todavía hacía algunos movimientos estentóreos, producto de la energía residual.

—Me alegra que aún puedes gritar —continuó con tono divertido—, vamos a ver qué tanto podemos llamar la atención de Optimus.

En sus manos tenía una cuchilla de energía, y se acercó con ella para volver al realizar el trabajo.

—No —exclamó el otro con terror—, no te me acerques.

Dinobot soltó una risa macabra.

—Como si fuera hacerte caso, sólo porque lo dices.

3

Rinox avanzaba en modo bestia, con Optimus en su espalda y Rattrap y Cheetah escoltándolos. El Prado ante los ojos de ellos se extendía sin mucho movimiento.

—Esto es extraño —comentó Cheetah—, estamos en un lugar donde abundan las formas de vida animales, pero en este lugar no hay movimiento alguno.
—Eso confirma que esto es una mala idea.
—No Rattrap —replicó el líder—, lo que confirma es que los gritos que escuchamos no son fingidos; ya falta poco dense prisa.

Unos cuantos minutos después se internaron en una zona boscosa de plantas frondosas y árboles altos con Optimus al frente; caminaron entre los árboles, en silencio, analizando cada característica del paisaje y considerando las fluctuaciones que percibían alrededor.

—Debe ser por aquí cerca —comentó Cheetah—, da la impresión que todos los animales de este bosque se escondieron entre lo más profundo.

Nadie dijo nada durante unos momentos; el silencio era espectral.

—No es normal que en medio de un ambiente de flora y fauna haya tanto silencio. Parece…
—Una tumba.

La voz de Dinobot sorprendió a todos, al mismo tiempo que el grupo entraba en un claro del bosque. Atado con cadenas a los troncos de gruesos árboles, el cuerpo de Scorponok permanecía suspendido como un grotesco trofeo, la cabeza pendiendo apenas de unos cuantos cables, el torso cortado a lo largo por la mitad, las patas del escorpión y el extremo del aguijón esparcidos por el suelo.

—Esto es… no puedo creer lo que estoy viendo.

Los cuatro se quedaron mudos de asombro ante el dantesco espectáculo que se extendía ante sus visores ópticos; un momento después apareció ante ellos el velocirraptor caminando con toda tranquilidad.

—Veo que te has presentado, líder de los maximales. Mi nombre es Dinobot y he abandonado el grupo liderado por Megatron. Necesitamos hablar.

4

Waspinator había visto cuál era el destino del avance de Scorponok y decidió seguirlo desde cierta distancia; no pretendía esforzarse mucho en su labor, de modo que resultaba más sencillo seguir al otro y aprovechar su capacidad de vuelo para adelantarse en caso de tener buenos resultados. Tan pronto como vio que Scorponok caía en la trampa de Dinobot se mantuvo en las alturas y atento a lo que pudiese suceder; en un principio pensó que el velocirraptor sería derrotado, sin embargo no sólo hacía gala de una gran fuerza, sino que además la utilizaba con gran inteligencia, por lo que luego de algunos instantes de encarnizada batalla consiguió golpear de manera efectiva a su rival y atarlo a unos árboles con poderosas cadenas.

—Waspinator le avisará a Megatron.

Cuando se escuchó el primer grito de dolor y el llamado al líder de los maximales, Waspinator ya se encontraba a cierta distancia de ese lugar volando a toda prisa.

—Está sucediendo algo muy malo —se dijo mientras superaba unos roqueríos y elevaba el vuelo para pasar por sobre una elevación del terreno—, Waspinator no se enfrentará a ese lunático.
—Waspinator ¿A dónde vas?

La voz de Megatron lo sorprendió; suspendido en el aire miró en ambas direcciones hasta que encontró al Tiranosaurio, en la parte más alta de un risco cercano. Voló hacia él y se mantuvo flotando nerviosamente frente a su objetivo.

—Waspinator iba a buscarte poderoso líder.
—Les dije con toda claridad que debían ir a buscar a los maximales.

Su interlocutor continuaba aleteando mientras hablaba con un sentimiento de angustia.

—Sucedió algo Megatron y se trata de algo muy grave.
—De que podría tratarse…
—Dinobot se adelantó a los predacons y fue en dirección al lugar en donde se estrellaron los maximales.

Megatron guardó silencio durante unos momentos, sin tratar de seguir con la mirada Waspinator.

—Eso cambiaría un poco mi percepción acerca de él pero no me parece que sea algo malo para nosotros.
—Lo es poderoso líder, porque Dinobot capturó a Scorponok y comenzó a torturarlo, escuché que lo obligaba a gritar pidiendo ayuda a los maximales.

Megatron se convirtió a robot y guardó silencio durante unos momentos, sonriendo mientras Waspinator seguía el movimiento constante y hablaba sin parar.

—Los predacons estamos en peligro, estamos en peligro.

Megatron le hizo un gesto para que guardara silencio.

—Escucha Waspinator, sólo escúchame: según lo que sé, la especie nativa de la cual copiaste tu apariencia actual es muy rápida de movimientos; según los informes de la computadora tus aleteos son muy rápidos.

Waspinator lo miró sin comprender.

—No sé a qué te refieres.
—Nada en especial —murmuró Megatron—, es solo que resulta divertido que alguien que se mueve tan rápido no demuestre la misma habilidad para otras tareas.

Haciendo gala de una agilidad sorprendente, el líder de los predacons capturó Waspinator con el brazo de la mandíbula, y antes que éste pudiera reaccionar, utilizó el brazo que tenía libre para arrancarle las alas.

— ¡Qué estás haciendo! —aulló de dolor y terror su subalterno— ¡porque me haces esto!

Megatron no respondió, y con un nuevo movimiento muy veloz del brazo libre tomó la cabeza y la retorció hasta que escuchó cómo se cortaban las terminales nerviosas y se destrozaban los conductos de energía que iban desde el cuello; el cuerpo de Waspinator quedó colgando, inerte en la mandíbula del Tiranosaurio, la cabeza pendiendo como una fruta seca de la rama de un árbol. El líder de los predacons lo observó durante un momento, divertido.

—Es una lástima que hayas tenido que convertirte en un daño colateral —comentó como si el otro aún pudiera escucharlo—, pero lo cierto es que ahora todo va de acuerdo al plan, y para el momento en que los demás lleguen hasta los maximales, se habrá producido un cambio que me va a permitir cumplir con mis objetivos.

Sonrió y arrojó el cuerpo de Waspinator, el que dio algunos tumbos sobre las rocas para luego rodar el risco hasta perderse de vista; de inmediato se transformó a tiranosaurio y re emprendió la marcha.

5

—Eres un monstruo Dinobot —exclamó Rattrap con furia extrayendo de su coraza una de sus armas.

Dinobot no reaccionó ante la amenaza armada, y continuó mirando al líder del grupo, ignorando a los demás.

—Lo asesinaste —sentenció Optimus con voz templada—, lo torturaste y luego acabaste con su vida sin contemplaciones.
—Eso es lo que pretendía hacer él con alguno de ustedes —respondió el velocirraptor—, y es también lo que Megatron pretende hacer con quien sea, por eso es que te llamé.

Optimus había entendido que tanto Rattrap como Cheetah estaban muy alterados por la situación, pero no quería provocar un enfrentamiento armado sin saber cuáles eran los verdaderos planes del reptil; presintió que se escondía algo detrás de ese cruel espectáculo.

— ¿Qué es lo que te propones?
—Como te dije, he abandonado a los predacons y pienso que podemos hacer un trato que nos sea conveniente a todos.
—Nadie quiere hacer tratos contigo asquerosos saurio.
—Cállate Rattrap. Dime a qué trato te refieres.
—Es bueno que hablemos las cosas tal como son. Megatron tiene en su poder el disco dorado con información muy importante que va a permitirle iniciar una nueva era de guerra entre los cybertronianos;  tu nave siguió a la nuestra para detenerlo y nadie conoce a los predacons tan bien como yo.

Optimus procesaba cada palabra que escuchaba; sabía muy bien lo que iba a escuchar.

—Después de montar este espectáculo resulta difícil pensar que quieres aliarte con nosotros.
—Sin embargo el espectáculo del cual tú y tus compañeros reniegan es necesario a la hora de planear algo en contra de Megatron te estoy demostrando que estoy dispuesto a todo con tal de detenerlo.
— ¿Y qué es lo que ganas tú?
—La gloria de cybertron —respondió el velocirraptor—, te ayudo a detener los planes de Megatron, y me convierto en un héroe.


6

Megatron y sus subordinados se reunieron a cierta distancia del barranco que se interponía entre la nave y ellos
—Y no hay rastro de los maximales —dijo Terrorsaur—, tenemos una oportunidad perfecta para destruir su nave.
—No —replicó Tarántula—, estuve analizando el sector y los maximales instalaron un campo de energía alrededor de la nave, tengo la impresión de que se trata de un campo energético que refleja los ataques que recibe. Tardaría mucho en desactivarlo.
—Quiero las cabezas de los maximales encima de una bandeja —dijo Megatron—, pero al parecer ellos se nos han adelantado.
— ¿Lo dices por Scorponok y Waspinator?
—Por supuesto, es extraño que no hayan aparecido. Sin embargo, no haremos algo tan inútil como intentar destruir su nave mientras ellos nos exterminan uno por uno, haremos esto de otra manera… los esperaremos aquí.



Próximo capítulo: Frecuencia óptima

Acerca de La otra matrix

Antes de publicar el episodio correspondiente a este fin de semana, quiero hablarles sobre este fanfic, algo así como hacer una pequeña sección sobre su origen, algo que no he contado; aquí no hay spoilers ni información adicional de la historia así que si no te interesa, no te perderás nada esencial. Pero si quieres saber sobre su concepción, te puede interesar.

Soy fan de Transformers desde toda la vida, y escritor desde hace quince años; si voy a ser sincero, tengo una novela completa escrita sobre un universo en donde la raza predominante son robots, o transformers pero sí robots con inteligencia, vida y sentimientos. Esa novela está esperando a que pueda hacer algún tipo de gráficas para su publicación.
Un día me pregunté por qué hay tanto fanfic dando vuelta por el mundo, realizado por supuestos fans que empiezan a escribir sin ningún tipo de contemplación y publican como si fuera lo más normal empezar y luego dejar el proyecto vagando en internet; es algo que me molesta porque siento que hace que los escritores (de lo que sea, vamos que es lo mismo) seamos vistos como personas inmaduras y sin disciplina. Sé que en muchos casos los fanfic son iniciados por personas que están enloquecidas por su cantante/libro/película/loquesea y que por lo mismo no son escritores, pasa que si el resto del mundo no lo sabe, los que sí lo somos salimos perjudicados.
Empecé a leer algunos fanfic de género fantástico, incluyendo de transformers, y me encontré con historias que copiaban sin misericordia escenas completas de una serie, con faltas de ortografía, y más encima abandonados para siempre. Me parece una falta de respeto con los lectores, y por eso me dije "oye, soy escritor y voy a demostrarles cómo se escribe un fanfic" y me propuse hacer un texto breve y con todas las características de mis textos como revisión de ortografía, secuencias lógicas, desarrollo sensato y final. Lo que pasó después es que, cuando empecé a armar el fanfic La otra matrix, me sentí tan bien con la historia, y tan interesado en adentrarme en un universo del que soy parte pero nunca creador, que le di una vuelta de tuerca, y me comprometí de verdad con este proyecto. Ahí fue que nació La otra matrix. Sé que muchos fanfickers (porque hay expertos en todo) critican o menosprecian la existencia de personajes originales dentro de un fic, pero mi historia se trataba precisamente de eso, de no utilizar los mismos personajes que llevamos viendo veinte o treinta años, e insertarlos dentro de la historia ya conocida, como si en verdad estuvieran ahí, pero nadie los hubiera visto. Algo así como enfocar a los personajes del reparto o a los extra y mostrar qué es lo que pasa con ellos.
Después del título, que es lo primero que siempre hago, diseñé a Soulbreaker, mi entrañable protagonista y que decidí estaría justo en medio del conflicto de Ciudad autobot antes de la muerte de Optimus en la película de 1986; decidí cómo sería y me emocioné tanto con su existencia, que a poco andar de la construcción de la historia construí también al personaje, haciendo un custom propio, pero que sería la representación física del personaje que protagonizaba la historia ¡Fue un gran logro para mí!
Después decidí que La otra matrix no sería una serie de cuatro números como lo había ideado, y la convertí en una novela de 20 episodios que empecé a publicar casi de inmediato. Debo reconocer que me enamoré de la historia. El trabajo de creación de la personalidad de Soulbreaker, y ver cómo ha evolucionado, las cosas que ha vivido y el ser en quien se ha convertido ha sido un viaje emocionante, pero también conmovedor, duro y por momentos, difícil. Luego vino La corte de los despreciados, Aldren y los navegantes, y la historia se fue poblando de nuevos personajes que convivían con los ya conocidos, pero en sus propios microcosmos, y su creación también me hizo emocionar y sentir agradecido por el don que tengo, de poder escribir.
Ahora, cuando el final está tan cerca, quiero agradecer a todos, todas y cada uno de quienes se han tomado el tiempo de leer La otra matrix, y decirles que este trabajo lo he hecho por amor a Transformers y por lealtad a ustedes, que episodio a episodio, a través de las distintas plataformas en las que publico, me han seguido; espero haber llegado a ustedes, haberlos entretenido, conmovido o divertido de distintas maneras, porque cada capítulo ha sido una gran experiencia para mí y me he reído, he llorado y me he enfadado con los avatares que ha enfrentado Soulbreaker, y si he podido provocar en ustedes aunque sea algo de eso, entonces mi trabajo va por buen camino.

Como palabras al cierre de este post, quiero comentarles que sólo quedan tres episodios de La otra matrix, pero el camino no termina ahí, ya que dedicaré un episodio extra a contarles detalles nunca antes mencionados de la creación de la historia y datos anecdóticos sobre los personajes. También quiero invitarlos a leer un nuevo fanfic que ha empezado recientemente, me refiero a Broken spark, una nueva historia sobre transformers, pero esta vez ambientado en el universo Beast wars y con el mismo casting original.

Gracias por leerme.