Broken spark Capítulo 2: Una nueva apariencia. Segunda parte



La conversación que se había estado desarrollando entre los maximales quedó interrumpida ante las palabras de Optimus.

—Esos eran gritos de alguien a quien estaban torturando, y estaba gritando mi nombre.

Rattrap se encogió de hombros quitándole importancia al asunto.

—Por favor, todos los maximales estamos aquí, es obvio que se trata de una trampa para atraerte.
—No lo creo —replicó Optimus—. Hay algo en esa voz… no puedo creer que sea fingida; vamos a ir a investigar.
— ¿Vamos?
—Sí, vamos; somos un equipo y no nos vamos a separar.

Cheetah se mostró entusiasmado con la idea de salir de los alrededores de la nave

—Excelente, qué bueno que vamos a hacer algo, sería una buena oportunidad para estirar los miembros y probar cuál es mi verdadera velocidad.
—Ni lo pienses —lo interrumpió el líder—, mientras no sepamos con exactitud qué es lo que causó esos gritos nadie va a moverse solo; concuerdo en que puede tratarse de una trampa, pero también puede ser algo mucho peor. Avanzaremos en formación cerrada, con cuidado.

2

Dinobot se sentía bastante contento con el resultado de su trabajo; contempló la forma en que las cadenas que había robado desde la nave mantenían el cuerpo de Scorponok fuertemente sujeto, asegurando tanto el aguijón como las tenazas, para evitar que pudiera liberarse o atacar.

—Eres un maldito demente.

Scorponok apenas pudo balbucear estas palabras, acosado por el dolor que sus terminales nerviosas revelaban segundo a segundo luego de la tortura a la que había sido sometido.

—Parece que tus emisores de audio aún no están dañados —dijo Dinobot, susurrante, con un tono divertido.

Desvió la mirada hacia un costado en donde, sobre el suelo del prado, se encontraban las ocho patas del escorpión desperdigadas, inertes, excepto la última que había arrancado, que todavía hacía algunos movimientos estentóreos, producto de la energía residual.

—Me alegra que aún puedes gritar —continuó con tono divertido—, vamos a ver qué tanto podemos llamar la atención de Optimus.

En sus manos tenía una cuchilla de energía, y se acercó con ella para volver al realizar el trabajo.

—No —exclamó el otro con terror—, no te me acerques.

Dinobot soltó una risa macabra.

—Como si fuera hacerte caso, sólo porque lo dices.

3

Rinox avanzaba en modo bestia, con Optimus en su espalda y Rattrap y Cheetah escoltándolos. El Prado ante los ojos de ellos se extendía sin mucho movimiento.

—Esto es extraño —comentó Cheetah—, estamos en un lugar donde abundan las formas de vida animales, pero en este lugar no hay movimiento alguno.
—Eso confirma que esto es una mala idea.
—No Rattrap —replicó el líder—, lo que confirma es que los gritos que escuchamos no son fingidos; ya falta poco dense prisa.

Unos cuantos minutos después se internaron en una zona boscosa de plantas frondosas y árboles altos con Optimus al frente; caminaron entre los árboles, en silencio, analizando cada característica del paisaje y considerando las fluctuaciones que percibían alrededor.

—Debe ser por aquí cerca —comentó Cheetah—, da la impresión que todos los animales de este bosque se escondieron entre lo más profundo.

Nadie dijo nada durante unos momentos; el silencio era espectral.

—No es normal que en medio de un ambiente de flora y fauna haya tanto silencio. Parece…
—Una tumba.

La voz de Dinobot sorprendió a todos, al mismo tiempo que el grupo entraba en un claro del bosque. Atado con cadenas a los troncos de gruesos árboles, el cuerpo de Scorponok permanecía suspendido como un grotesco trofeo, la cabeza pendiendo apenas de unos cuantos cables, el torso cortado a lo largo por la mitad, las patas del escorpión y el extremo del aguijón esparcidos por el suelo.

—Esto es… no puedo creer lo que estoy viendo.

Los cuatro se quedaron mudos de asombro ante el dantesco espectáculo que se extendía ante sus visores ópticos; un momento después apareció ante ellos el velocirraptor caminando con toda tranquilidad.

—Veo que te has presentado, líder de los maximales. Mi nombre es Dinobot y he abandonado el grupo liderado por Megatron. Necesitamos hablar.

4

Waspinator había visto cuál era el destino del avance de Scorponok y decidió seguirlo desde cierta distancia; no pretendía esforzarse mucho en su labor, de modo que resultaba más sencillo seguir al otro y aprovechar su capacidad de vuelo para adelantarse en caso de tener buenos resultados. Tan pronto como vio que Scorponok caía en la trampa de Dinobot se mantuvo en las alturas y atento a lo que pudiese suceder; en un principio pensó que el velocirraptor sería derrotado, sin embargo no sólo hacía gala de una gran fuerza, sino que además la utilizaba con gran inteligencia, por lo que luego de algunos instantes de encarnizada batalla consiguió golpear de manera efectiva a su rival y atarlo a unos árboles con poderosas cadenas.

—Waspinator le avisará a Megatron.

Cuando se escuchó el primer grito de dolor y el llamado al líder de los maximales, Waspinator ya se encontraba a cierta distancia de ese lugar volando a toda prisa.

—Está sucediendo algo muy malo —se dijo mientras superaba unos roqueríos y elevaba el vuelo para pasar por sobre una elevación del terreno—, Waspinator no se enfrentará a ese lunático.
—Waspinator ¿A dónde vas?

La voz de Megatron lo sorprendió; suspendido en el aire miró en ambas direcciones hasta que encontró al Tiranosaurio, en la parte más alta de un risco cercano. Voló hacia él y se mantuvo flotando nerviosamente frente a su objetivo.

—Waspinator iba a buscarte poderoso líder.
—Les dije con toda claridad que debían ir a buscar a los maximales.

Su interlocutor continuaba aleteando mientras hablaba con un sentimiento de angustia.

—Sucedió algo Megatron y se trata de algo muy grave.
—De que podría tratarse…
—Dinobot se adelantó a los predacons y fue en dirección al lugar en donde se estrellaron los maximales.

Megatron guardó silencio durante unos momentos, sin tratar de seguir con la mirada Waspinator.

—Eso cambiaría un poco mi percepción acerca de él pero no me parece que sea algo malo para nosotros.
—Lo es poderoso líder, porque Dinobot capturó a Scorponok y comenzó a torturarlo, escuché que lo obligaba a gritar pidiendo ayuda a los maximales.

Megatron se convirtió a robot y guardó silencio durante unos momentos, sonriendo mientras Waspinator seguía el movimiento constante y hablaba sin parar.

—Los predacons estamos en peligro, estamos en peligro.

Megatron le hizo un gesto para que guardara silencio.

—Escucha Waspinator, sólo escúchame: según lo que sé, la especie nativa de la cual copiaste tu apariencia actual es muy rápida de movimientos; según los informes de la computadora tus aleteos son muy rápidos.

Waspinator lo miró sin comprender.

—No sé a qué te refieres.
—Nada en especial —murmuró Megatron—, es solo que resulta divertido que alguien que se mueve tan rápido no demuestre la misma habilidad para otras tareas.

Haciendo gala de una agilidad sorprendente, el líder de los predacons capturó Waspinator con el brazo de la mandíbula, y antes que éste pudiera reaccionar, utilizó el brazo que tenía libre para arrancarle las alas.

— ¡Qué estás haciendo! —aulló de dolor y terror su subalterno— ¡porque me haces esto!

Megatron no respondió, y con un nuevo movimiento muy veloz del brazo libre tomó la cabeza y la retorció hasta que escuchó cómo se cortaban las terminales nerviosas y se destrozaban los conductos de energía que iban desde el cuello; el cuerpo de Waspinator quedó colgando, inerte en la mandíbula del Tiranosaurio, la cabeza pendiendo como una fruta seca de la rama de un árbol. El líder de los predacons lo observó durante un momento, divertido.

—Es una lástima que hayas tenido que convertirte en un daño colateral —comentó como si el otro aún pudiera escucharlo—, pero lo cierto es que ahora todo va de acuerdo al plan, y para el momento en que los demás lleguen hasta los maximales, se habrá producido un cambio que me va a permitir cumplir con mis objetivos.

Sonrió y arrojó el cuerpo de Waspinator, el que dio algunos tumbos sobre las rocas para luego rodar el risco hasta perderse de vista; de inmediato se transformó a tiranosaurio y re emprendió la marcha.

5

—Eres un monstruo Dinobot —exclamó Rattrap con furia extrayendo de su coraza una de sus armas.

Dinobot no reaccionó ante la amenaza armada, y continuó mirando al líder del grupo, ignorando a los demás.

—Lo asesinaste —sentenció Optimus con voz templada—, lo torturaste y luego acabaste con su vida sin contemplaciones.
—Eso es lo que pretendía hacer él con alguno de ustedes —respondió el velocirraptor—, y es también lo que Megatron pretende hacer con quien sea, por eso es que te llamé.

Optimus había entendido que tanto Rattrap como Cheetah estaban muy alterados por la situación, pero no quería provocar un enfrentamiento armado sin saber cuáles eran los verdaderos planes del reptil; presintió que se escondía algo detrás de ese cruel espectáculo.

— ¿Qué es lo que te propones?
—Como te dije, he abandonado a los predacons y pienso que podemos hacer un trato que nos sea conveniente a todos.
—Nadie quiere hacer tratos contigo asquerosos saurio.
—Cállate Rattrap. Dime a qué trato te refieres.
—Es bueno que hablemos las cosas tal como son. Megatron tiene en su poder el disco dorado con información muy importante que va a permitirle iniciar una nueva era de guerra entre los cybertronianos;  tu nave siguió a la nuestra para detenerlo y nadie conoce a los predacons tan bien como yo.

Optimus procesaba cada palabra que escuchaba; sabía muy bien lo que iba a escuchar.

—Después de montar este espectáculo resulta difícil pensar que quieres aliarte con nosotros.
—Sin embargo el espectáculo del cual tú y tus compañeros reniegan es necesario a la hora de planear algo en contra de Megatron te estoy demostrando que estoy dispuesto a todo con tal de detenerlo.
— ¿Y qué es lo que ganas tú?
—La gloria de cybertron —respondió el velocirraptor—, te ayudo a detener los planes de Megatron, y me convierto en un héroe.


6

Megatron y sus subordinados se reunieron a cierta distancia del barranco que se interponía entre la nave y ellos
—Y no hay rastro de los maximales —dijo Terrorsaur—, tenemos una oportunidad perfecta para destruir su nave.
—No —replicó Tarántula—, estuve analizando el sector y los maximales instalaron un campo de energía alrededor de la nave, tengo la impresión de que se trata de un campo energético que refleja los ataques que recibe. Tardaría mucho en desactivarlo.
—Quiero las cabezas de los maximales encima de una bandeja —dijo Megatron—, pero al parecer ellos se nos han adelantado.
— ¿Lo dices por Scorponok y Waspinator?
—Por supuesto, es extraño que no hayan aparecido. Sin embargo, no haremos algo tan inútil como intentar destruir su nave mientras ellos nos exterminan uno por uno, haremos esto de otra manera… los esperaremos aquí.



Próximo capítulo: Frecuencia óptima

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